El impulso a la I+D gracias a las 'big pharmas'
La llegada de las grandes multinacionales cambió el panorama de la innovación
El catálogo de compañías farmacéuticas que operaban en España hace 40 años ha cambiado radicalmente. El mayor shock se produjo con la integración de España en la Unión Europea, en 1986, que adaptó la protección de la innovación a la legislación comunitaria, ofreciendo un entorno más interesante para las grandes multinacionales, que han convertido el país en una base clave en el mundo para su I+D.
En 1978 operaban en nuestro país muchos laboratorios locales que licenciaban, producían y vendían en el mercado nacional productos de multinacionales o que comercializaban las llamadas copias, unos fármacos que con la integración en la UE desaparecieron. Los grandes laboratorios nacionales supervivientes se adaptaron buscando sus propios nichos de mercado. Mientras, las big pharmas ganaron terreno tanto en producción en el país como en la realización de ensayos clínicos.
Desapareció la gran empresa del sector Antibióticos, comprada por Montedison. Pfizer se comió a Warner-Lambert, Pharmacia o Wyeth. Novartis quedó configurada tras la unión de Ciba-Geigy con Sandoz. SKF se integró con la histórica Beecham y la nueva sociedad resultante se fusionó con Glaxo para formar la actual GSK. Sanofi nació de las sucesivas integraciones, primero de Sanofi y Synthélabo, y después de la franco-alemana Aventis (proveniente de Hoechts y Rhône Poulenc).
La histórica multinacional MSD (conocida como Merck & Co dentro de EE UU) absorbió Schering Plough. Por su parte, la alemana Merck compró Serono y Bristol Mayers adquirió Squibb. Además, en los últimos años han entrado en el mercado las grandes farmas japonesas, como Takeda, Otsuka o Sankyo-Daichi.
En España operan las principales farmacéuticas del sector: Roche, Pfizer, Novartis, Sanofi, GSK, MSD, Janssen (del grupo Johnson & Johnson), Eli Lilly (que mantiene un centro mundial de producción y otro de I+D en España), AstraZeneca, BMS, Bayer, Novo Nordisk o Takeda. A las que se han sumado las nuevas farmacéuticas de base biotecnológica como Abbvie, Gilead, Amgen, Shire, Celgene o Biogen.
Puntera
En 2016 la industria farmacéutica llegó a un récord de inversión en I+D en España que alcanzó los 1.085 millones de euros, un 8% más que en 2015, según datos de la patronal Farmaindustria.
Los laboratorios son los que más invierten en I+D en España, el 20% de todos los sectores, por delante de la automoción.
En todo el mundo, las grandes multinacionales son las que desarrollan la I+D necesaria para conseguir los nuevos fármacos, debido a su alto coste y tiempo necesario, de más de una década de trabajo y 2.500 millones de dólares de media, según un estudio de la Universidad de Tufts (el referente en el sector).
España se ha convertido en un gran laboratorio para estas empresas donde realizar los ensayos clínicos (últimas fases de investigación con pacientes en hospitales). Hasta noviembre de 2017, según la plataforma online Clinical Trials, nuestro país encabezaba el número de ensayos en la UE, únicamente tras Francia, Reino Unido y Alemania.