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Ferrovial: la visión de un ingeniero sin fronteras

La constructora nació con la vocación internacional de su fundador, Rafael del Pino, y se ha consolidado al frente de las mayores infraestructuras

El fundador de Ferrovial, Rafael del Pino (en el centro, con los brazos cruzados), rodeado de militares en una obra ferroviaria en 1960.
El fundador de Ferrovial, Rafael del Pino (en el centro, con los brazos cruzados), rodeado de militares en una obra ferroviaria en 1960.
Javier Fernández Magariño

El conglomerado empresarial que es primer accionista y operador de dos de las mayores y más rentables infraestructuras del mundo, la autopista canadiense 407 ETR y el aeropuerto londinense de Heathrow, arrancó como prometedor proyecto en las Navidades de 1952. Fue en un desván, utilizado como oficina, cercano a la madrileña Iglesia de los Jerónimos. El impulsor de Ferrovial, el entonces joven ingeniero de caminos Rafael del Pino y Moreno, tenía claro que quería dedicarse al desarrollo del ferrocarril y que, para ello, debía invertir y ante todo aprender lo que se hacía en la Europa más avanzada.

Del Pino, padre del actual presidente, Rafael del Pino Calvo-Sotelo (nombrado CEO en 1992), viajó y compró. Para convertir su idea en empresa se hizo con maquinaria alemana antes incluso de registrar la marca, cuya primera obra fue ejecutada en la provincia de Burgos. Con fuerte protagonismo en la reconstrucción de la España que salió deprimida de la Guerra Civil, Ferrovial debutó en el exterior con una carretera en Venezuela (1954), tras lo que llegarían obras en Libia, México, Brasil y Paraguay. Su primera autopista, campo que hoy lidera en mercados como el de Estados Unidos, fue la Bilbao-Behobia. En diez años, acompañaban a Del Pino padre una plantilla de medio millar de empleados y una facturación de 125 millones de pesetas.

Antiguos trabajadores del grupo.
Antiguos trabajadores del grupo.

Iniciativa, creatividad, método y riesgo medido son principios de su gestión que hoy siguen vigentes en la Ferrovial que lideran Rafael del Pino e Íñigo Meirás, un grupo de 96.000 empleados y 12.200 millones de euros de ingresos. Desde EE UU hasta Australia, Ferrovial pasa hoy por uno de los principales inversores del mundo en infraestructuras y una referencia indiscutible en innovación tanto técnica como en financiación de proyectos.

De la sustitución de viejas traviesas y la participación en los primeros trasvases en España, la compañía ha saltado a la implantación y gestión de peajes dinámicos en los que se cobra en función de la saturación de la carretera; la prestación de servicios de control aéreo, o a jugar un papel de vanguardia en el desarrollo de ciudades más sostenibles.

Terminal 5 de Heathrow.
Terminal 5 de Heathrow.REUTERS

65 años de avances

El primer contrato de Ferrovial fue firmado con Renfe para sustituir las traviesas de madera sobre las que se asientan los raíles de las vías. En los sesenta, la actividad ferroviaria se complementa con obra hidráulica, carreteras, edificación y las concesiones.

La OPV en 1999 y la posterior toma del operador aeroportuario BAA son hitos en la modernización de la gestión y visión internacional de Ferrovial

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Sobre la firma

Javier Fernández Magariño
Es redactor de infraestructuras, construcción y transportes en Cinco Días, donde escribe desde junio de 2000. Ha pasado por las secciones de Especiales, Cinco Sentidos, 5D y Compañías siguiendo la información de diversos sectores empresariales. Antes fue locutor de informativos en la Cadena Cope, además de colaborar en distintos medios de Madrid.

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