Un giro para retomar la senda de la empleabilidad
GIRA Jóvenes de Coca-Cola cumple cinco años y por _él han pasado 3.384 jóvenes
“Cuando fui al campus cambió totalmente mi perspectiva del proyecto y de mí misma, que es lo importante. En dos, tres días son capaces de darle un giro a tu vida, por eso se llama así, GIRA”. La de Carlota Wagner es una de las 3.384 vidas giradas por el programa GIRA Jóvenes de Coca-Cola durante los cinco años que lleva en marcha y que nació con el objetivo de acercar el mundo laboral a jóvenes de entre 16 y 23 años con menos oportunidades y fracaso escolar.
“Son chavales que están en edad prelaboral y que necesitan en muchos casos volver a engancharse a estudiar para terminar de formarse o que necesitan oficio, y lo consiguen con formación y prácticas”, señala Juan José Litrán, director de relaciones corporativas de Coca-Cola Iberia. “Son chavales con menos oportunidades que tienen las mismas capacidades que el resto, solo que su entorno no le acompaña para tener las condiciones que les ayuden a desarrollarse”, continúa.
GIRA Jóvenes es un proyecto de formación y capacitación que apuesta por el desarrollo personal para ayudar a los jóvenes a encontrar su motivación y darles herramientas para que puedan construir su futuro profesional a través de diferentes módulos en los que se les guía para conocer mejor sus habilidades, ganar confianza en sí mismos y tener una mejor preparación. Se desarrolla en tres ciudades: Barcelona, Madrid y Sevilla.
El programa consiste en un itinerario formativo y de capacitación que permite a los jóvenes adquirir habilidades para el trabajo
Carlota (22 años) había abandonado sus estudios en primero del grado superior de Audiovisuales y conoció el proyecto GIRA a través de los orientadores de Fundación Tomillo en Madrid, donde había empezado un curso relacionado con sus estudios. Tras integrarse en el proyecto de Coca-Cola en 2016, Carlota retomó sus estudios del grado superior, “he terminado este junio. Pero no es lo más importante, yo creo. Lo más importante es el ver todas tus fortalezas, el que te digan que tú puedes. También ver tus debilidades y decirte cómo enfrentarte a ellas”, relata Carlota sobre su experiencia.
El programa consiste en un itinerario formativo y de capacitación que permite a los jóvenes mejorar competencias, reforzar su vocación, analizar el mundo que les rodea y adquirir habilidades para el trabajo y para la vida. Se inicia con una formación sociolaboral, a través de los programas de cualificación profesional y autoconocimiento impartidos por las entidades sociales colaboradoras. “Son habilidades de desarrollo personal, y sobre todo de orientación: cómo se hace un currículum, cómo se presenta a una entrevista de trabajo, etc. Eso dura una semana”, apunta el ejecutivo de Coca-Cola.
Son 10 las entidades sociales que colaboran en el proyecto, expertas en orientación sociolaboral de jóvenes: Cruz Roja, Fundación Secretariado Gitano, Asociación Norte Joven, Fundación Tomillo, La Rueca, Opción 3, Asociación Pinardi, Don Bosco, Fundación Exit y Fundación Solventia.
La siguiente fase es el Campus, con refuerzo personal y experiencia vivencial. “Durante ese fin de semana largo están desarrollando todo tipo de talleres para conseguir nuevas habilidades. Autoconocimiento, autoestima, trabajo en equipo…”, continúa Litrán.
Prácticas remuneradas
Y el programa finaliza con el gimnasio laboral, coaching profesional y experiencias laborales remuneradas en activos de Coca-Cola y Bar Escuela Coca-Cola, junto con el voluntariado corporativo con empleados de Coca-Cola. Los activos de Coca-Cola son “actos de patrocinio o de eventos que organiza la compañía. Las prácticas pueden ser en el Teatro Real, donde somos socios. Allí tienen prácticas de sastrería, maquillaje, iluminación, producción. También las tienen en los conciertos que organiza Coca-Cola. Desde ser azafatos o azafatas en los eventos hasta estar en las tripas, como iluminación, seguridad, etc. Ahora hay unas personas fijas en la cafetería que tenemos en Coca-Cola y luego hemos tenido durante un tiempo un bar escuela en un acuerdo con una de las organizaciones”, explica el director de relaciones corporativas de Coca-Cola Iberia.
Carlota hizo prácticas en el concierto de Coca-Cola Music on the Beach en Campello, Alicante. “Y luego me llamaron para trabajar tres meses en los Teatros del Canal [en Madrid], que era lo que yo quería, porque cuando salí del campus vi que lo que me gustaba era el teatro. Ya tenía conocimientos de cómo funcionaba la parte técnica del teatro, pero sumar esta experiencia me llevó a ver otra parte del teatro que no conocía y completar un poco más mi conocimiento. Lo que me gusta es la gestión de sala, que son los que se encargan de cómo funcionan las salas, de las invitaciones, de las entradas y demás”, comenta.
Carlota trabaja ahora haciendo teatro foro en colegios de Villaverde, un barrio del sur de Madrid. “Y los fines de semana estoy dando clases de teatro y soy monitora en un restaurante”. Su contrato vence en marzo “y luego tendré que buscarme otra cosa, porque GIRA lo que hace es darte esa capacitación laboral y decir cómo afrontar esas situaciones”, concluye.
800 jóvenes más en 2018
-Coca-Cola ha anunciado la renovación de GIRA Jóvenes para 2018, con el que estiman llegar a otros 800 jóvenes, “porque no podemos abarcar más, ya no solo en términos económicos, sino de recursos, no solo los nuestros, también los del tercer sector, que no siempre está en disposición de poderlo hacer”, afirma Juan José Litrán.
-Coca-Cola ha invertido en el proyecto más de 2,3 millones de euros. Pero “en valor económico, el dinero y el trabajo invertidos en estos cinco años tendría un importe de 13,2 millones euros. Por cada euro que estamos invirtiendo en un chaval se consigue impacto de 5,3 euros. La mayoría es beneficio, en términos de formación y de capacitación, para el joven; 0,43 euros es ahorro para las Administraciones, y 0,16 para las entidades sociales, que no tienen que buscar otra financiación”.
-Del Estudio de impacto social de la Fundación Ecodes resulta que “el 89% de los jóvenes que ha pasado por GIRA han mejorado su empleabilidad, y por tanto sus expectativas laborales. Un 93% ha mejorado su capacidad de trabajar en equipo. El 88% ha mejorado su autoestima y como consecuencia han aumentado sus aspiraciones. Chavales que han estudiado unos cursos de electricidad han pasado de pensar que pueden ser electricistas de enchufe, con todo el respeto, a ser un iluminador o un técnico de sonido”, comenta Litrán. Un 74% decide seguir con los estudios o los refuerzan y un 25% consigue emplearse.