Claves de la nueva rebaja de tipos de interés del BCE: inflación bajo control y misterio sobre la línea de meta
Lagarde se resiste a acelerar los recortes pese al estancamiento económico e insiste en que las próximas rebajas dependerán de los datos
La decisión tomada entre ayer y hoy por el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo no ha podido ser más previsible. La institución ha vuelto a recortar los tipos de interés de la zona euro en un cuarto de punto, al 2,75%, en la que ha sido la cuarta rebaja consecutiva y la quinta desde que emprendiera el cambio de rumbo en su política monetaria en junio del pasado año. La decisión se ha tomado por unanimidad y sin que ni siquiera llegara a debatirse un recorte más profundo, de medio punto. El crecimiento económico de la zona euro está estancado pero Christine Lagarde ha mostrado su confianza en su recuperación y, sobre todo, su convicción de que la inflación permitirá por fin este año alcanzar el objetivo del BCE de un nivel de precios de forma estable en el 2%. El camino hacia más recortes está claro, pero, una vez más, Lagarde ha evitado dar pistas de hasta dónde está dispuesta a rebajar el precio del dinero. Tampoco ha entrado a valorar los riesgos globales para la inflación y el crecimiento que puede suponer la presidencia de Donald Trump.
2025, el año del triunfo sobre la inflación. A falta de una senda concreta para los recortes de tipos que aún quedan, el mensaje más rotundo que ha lanzado Lagarde es que este año por fin se alcanzará en la zona euro el objetivo de estabilidad de precios que ansía el BCE, de una inflación en el 2% de forma estable. “El proceso de desinflación va por buen camino. La inflación ha seguido evolucionando en línea con nuestras previsiones y está previsto que vuelva a nuestro objetivo a medio plazo del dos por ciento a lo largo de este año”, ha afirmado Lagarde. Por el camino aún quedará algún que otro sobresalto, pero nada que ver con el camino plagado de baches al que la presidenta del BCE aludía meses atrás.
Lagarde apenas advirtió del riesgo que puede suponer un alza en los precios de la energía, un peligro omnipresente con los conflictos en Ucrania y Oriente Próximo aún abiertos y con aumentos puntuales del petróleo como el visto en el inicio de este año. Los precios crecieron en la zona euro el 2,4% en diciembre, desde el 2,2% de noviembre, en gran medida a causa de la energía. Lagarde sí ha reconocido que la inflación fluctuará en los próximos meses, apuntando a un alza adicional de los precios en el más corto plazo, para luego estabilizarse en ese 2% que espera el BCE.
Los servicios, la última frontera. Lagarde mostró sin dudas su confianza en que el IPC de la zona euro caiga este año al 2%, aunque reconociendo que hay un área de la economía que aún se resiste al enfriamiento de los precios: el sector servicios. “Los salarios y algunos precios de los servicios siguen ajustándose con un retraso considerable al pasado repunte de la inflación”, ha señalado Lagarde, quien ha puesto como ejemplo al sector asegurador con la revisión anual de sus pólizas. Pero la presidenta del BCE defiende que todos los indicadores apuntan a una moderación de precios también en los servicios. “Los dos próximos datos mostrarán resistencia, pero la senda es a la baja en 2025″, ha insistido.
Crecimiento anémico pero sin acelerar recortes de tipos. La reunión del BCE y el anuncio de su nuevo recorte de tipos ha coincidido hoy con la publicación del dato de PIB de la zona euro de 2024. Aumentó el 0,7% en el ejercicio y se estancó por completo en el cuarto trimestre. Pero ese nulo crecimiento no ha oscurecido el análisis del Consejo de Gobierno del BCE. El recorte de medio punto en los tipos de interés ni siquiera ha estado sobre la mesa y la decisión de rebajarlos en 25 puntos básicos ha sido unánime. El BCE no cree que haya que abaratar aún más el precio del dinero para echar una mano a una recuperación en la que ya confía. “Estamos cómodos con alcanzar nuestro objetivo de inflación”, ha explicado Lagarde. Un recorte de más intensidad ampliaría además la brecha en los tipos que se ha abierto con la Reserva Federal, que ayer los mantuvo sin cambios en el 4,25%-4,5%, y que puede agravar la debilidad del euro frente al dólar. “La economía se enfrenta aún a factores adversos, pero la mejora de las rentas reales y la desaparición gradual de los efectos de la política monetaria restrictiva deberían con el tiempo respaldar una recuperación de la demanda”, ha defendido Lagarde.
Exportaciones, un elemento en principio a favor. “Siempre que no se agraven las tensiones comerciales, las exportaciones deberían respaldar la recuperación a medida que aumente la demanda mundial”, ha asegurado Lagarde. La presidenta del BCE ha preferido no cargar las tintas sobre la amenaza arancelaria que se cierne sobre la zona euro y el conjunto del planeta con Donald Trump en la Casa Blanca. Si el presidente del BCE cumple su promesa electoral de inundar el comercio mundial de aranceles a las exportaciones hacia EE UU, el impacto sobre el crecimiento y la inflación también serán globales. Pero por el momento, solo hay palabras y no decisiones concretas. “No hay nada claro ni tangible” para tomar decisiones, ha señalado Lagarde. Y mientras Trump no desbarate el escenario base del BCE, el banco central mantiene su confianza en la recuperación.
Sin noticias del tipo de interés neutral. Lagarde se animó en el reciente foro de Davos a situar el tipo de interés neutral en la zona euro entre el 1,75% y el 2,25%. Sería el nivel al que los tipos de interés no constriñen la economía ni tampoco la estimulan. El BCE está cada vez más cerca de ese nivel, después de haber rebajado el precio del dinero en 125 puntos básicos desde junio de 2024. Pero Lagarde señaló hoy que el debate aún no ha comenzado en el seno del BCE y que es prematuro iniciarlo. Ha insistido en que las próximas decisiones se tomarán reunión a reunión, en función de los datos disponibles, y ha reconocido en todo caso que la política monetaria en la zona euro continúa siendo restrictiva. Habrá más recortes de tipos, pero Lagarde sigue sin dar pistas de dónde estará la línea de meta. El mercado espera entre dos y tres rebajas adicionales de cuarto de punto, al menos en las próximas reuniones de marzo y junio. Y hay firmas como Bank of America que incluso sitúan el punto de llegada en el 1,5%. En el mercado ya ha crecido la probabilidad de un recorte de medio punto en la reunión de marzo y la rentabilidad de los bonos soberanos de la zona euro ha descendido en la jornada de hoy. La del bono alemán a dos años se ha recortado en 10 puntos básicos.