El 10% de los españoles concentra más de la mitad de la riqueza
La desigualdad en España es mayor que la media europea Esta tendencia se mantiene estable desde los 80 ya que la crisis inmobiliaria también afectó a los más pudientes
El 10% de los españoles acumula el 57% de la riqueza personal del país, una proporción que se ha mantenido estable desde la década de los 80, pero que supera la media europea, donde la desigualdad es menor: en 2016, el 10% de los europeos tenía el 37% de la riqueza. Son datos del primer 'Informe sobre la desigualdad global' elaborado por el Laboratorio sobre la Desigualdad Global, fruto del trabajo de una centena de investigadores coordinados por economistas como el francés Thomas Piketty.
La desigualdad en España se ha mantenido estable en las últimas tres décadas según el estudio, debido principalmente a que la mayoría del patrimonio de los españoles más ricos estaba invertido en inmuebles y el desplome del sector residencial durante la crisis restó valor a sus propiedades. A nivel mundial, el informe resalta que la desigualdad se ha incrementado prácticamente en todos los países del mundo, aunque Europa es la región donde ha crecido de manera más moderada.
De media, los españoles tienen un patrimonio de 144.000 euros, aunque la repartición es muy desigual. Mientras que la mitad de la población concentra solo el 7% de la riqueza (con un patrimonio de 18.900 euros), otro 10% acumula el 57%, con una media de 813.000 euros por persona. Eso significa que la riqueza de ese 10% es 43 veces mayor a la del 50% del resto de la sociedad. Otro 1% de la población española tiene en su poder el 21% de la riqueza personal total, con una media de tres millones de euros, 159 veces la riqueza media de la mitad de los españoles.
Si a eso además se le añade los 146.000 millones de euros que los españoles más ricos tienen en paraísos fiscales en el extranjero, la concentración de riqueza se incrementa todavía más: el 1% de los españoles más acaudalados poseería no el 21% sino el 24% de la riqueza.
En los últimos 30 años, la riqueza personal en España en relación al PIB ha crecido más que en la mayoría de los países desarrollados (Reino Unido, Japón, Francia, Estados Unidos y Alemania). Si en 1984 el patrimonio privado representaba el 380% del PIB español, en 2014 ascendía al 650%. El estudio apunta que el aumento del patrimonio de los españoles se ha debido principalmente al boom inmobiliario, un fenómeno que solo tiene parangón en Japón y que elevó de forma exponencial el valor de la vivienda. Entre 1985 y 1991, su precio se triplicó, algo que volvió a suceder entre 1996 y 2008.
España es uno de los países desarrollados donde se concentran más patrimonio inmobilario, también entre los más ricos. El 10% y 1% de los españoles más acaudalados tienen el 26% y el 8% respectivamente de la riqueza neta total en vivienda, frente al 19% y 5% en Francia, por ejemplo.
Para reducir la desigualdad, el estudio apunta como herramientas más útiles las políticas educativas y salariales, los sistemas fiscales progresivos y la lucha contra la evasión de impuestos. No obstante, en las últimas tres décadas, la riqueza pública se ha vuelto negativa (las deudas superan a los activos) o cercana a cero en los países desarrollados, lo que limita mucho la capacidad de los gobiernos para redistribuir los ingresos y contener el crecimiento de la desigualdad. La única excepción a esta tendencia ha sido Noruega, que ha incrementado su riqueza pública gracias al petróleo y a los fondos soberanos.