Liberbank declarará pérdidas en torno a 300 millones para sanear su balance
El banco pondrá en marcha el aumento de capital por 500 millones La entidad contará con un nuevo accionista institucional de referencia
Las presentaciones de resultados de este tercer trimestre del año pueden considerarse históricas para más de una entidad financiera española. Entre ellas, CaixaBank y Banco Sabadell, que estrenan sedes sociales y fiscales; la primera, en Valencia y la segunda, en Alicante. Es la primera vez que ambas trasladan sus domicilios fuera de Cataluña. CaixaBank presenta el martes sus resultados entre enero y septiembre en Valencia y Sabadell lo hará el 27 en Madrid.
Liberbank también ha elegido el martes para presentar sus cuentas. El banco que dirige Manuel Menéndez presentará unas abultadas pérdidas de cientos de millones de euros (el consenso recopilado por Renta 4 apunta un resultado neto de –288 millones de euros) que se comerán sus fondos propios y dejarán sus ratios de capital al borde del límite regulatorio, fijados en 2017 en el 8,25% para el de máxima calidad (CET1) y en el 11,75% para el total.
Estos números rojos son consecuencia del saneamiento que ha realizado Liberbank para aumentar la cobertura de sus activos inmobiliarios, su gran lacra. Se incluirán unos 600 millones de saneamientos para dejar las coberturas en el 50%. Pese a estos datos negativos, Liberbank cuenta con varias noticias positivas que amortiguan las pérdidas.
Este año prevé vender en el mercado minorista más de 510 millones de euros de activos improductivos, y superar ampliamente los 1.000 millones de reducción. Hasta ahora ha recortado su cartera en 1.045 millones
Otro hecho relevante es la firma, comunicada el pasado domingo a la CNMV, de un acuerdo vinculante para la constitución de una sociedad con el fondo de capital riesgo Bain y con Oceanwood –actual accionista de Liberbank con un 12,7%–, a la que traspasará una cartera de activos inmobiliarios de 602 millones. Liberbank tendrá el 9,99% del capital; Bain, el 80%; y Oceanwood el 10,01%.
Liberbank cuenta a septiembre de 2017 con provisiones suficientes para compensar el impacto derivado de la transacción de esta cartera. Esta operación, aunque se ha traducido en la cuenta en números rojos de unos 100 millones de euros, ha producido un efecto positivo en su cotización. Sus acciones subieron ayer un 4,85%, hasta los 0,735 euros, lo que deja su capitalización en unos 680 millones. En el año, eso sí, baja un 25%.
Otra noticia positiva, y que le da un respiro para esquivar un tiempo una fusión, es su intención de iniciar una ampliación de capital por 500 millones de euros tras la presentación de resultados, con el objetivo de reforzar sus ratios de capital. Ya levantó ese importe entre mayo y junio de 2014, pero entonces Liberbank valía más de 2.000 millones. Ahora la ampliación supone el 74% de su valor.
Espera concluir la operación, preasegurada por Deutsche y Citi, a mediados de noviembre. Fuentes del mercado aseguran que Santander, JB Capital, Société Générale y el estadounidense KBW blindarán la operación y que cuenta con el interés de varios fondos pese al efecto Cataluña. Los analistas creen que la ampliación se realizará con un descuento del 35% al 38%;la última de Santander se hizo con un 18%.
Sus accionistas Oceanwood (12,6%), Tinajero (7,4%) y Masaveu (5%) irán para mantener su participación, por lo que inyectarán 125 millones, aunque alguno la subirá. Las fundaciones de las cajas, origen de Liberbank, bajarán su participación del 43% al entorno del 28%, tras vender sus derechos o acciones a uno o varios fondos, que se convertirán en sus accionistas de referencia.
Inmuebles
Mirabaud Securities instó ayer a las entidades españolas a acelerar la reducción de su elevado nivel de activos tóxicos ligados al sector inmobiliario. Considera que, al ritmo actual, el volumen de créditos improductivos en cartera de la banca tardará “mucho tiempo” en desaparecer.
En un informe elaborado por Gonzalo López Eguiguren, la entidad helvética cree que la adopción de estrategias pasivas para reducir este tipo de activos con el objetivo de beneficiarse de la recuperación del mercado inmobiliario “no es sostenible” y, en esta línea, advierte de que acelerar el proceso de desinversión requerirá mayores provisiones para algunas entidades.
La banca española acumula 131.820 millones de euros en créditos dudosos, según el BCE.