Mayasa invertirá tres millones en un almacén de mercurio
El centro estará operativo a finales del próximo ejercicio Prevé vender la tecnología de estabilización en América y Asia
El Comité de Dirección de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) dio ayer el visto bueno para que la empresa pública Minas de Almadén y Arrayanes (Mayasa), situada en Almadén (Ciudad Real), invierta 2,95 millones de euros en la construcción de una planta de estabilización de mercurio, que estará operativa a finales de 2018.
El centro surge como una oportunidad de negocio ante los distintos reglamentos aprobados por la Comisión Europea prohibiendo el uso y la comercialización de este metal. En concreto no se puede exportar desde 2011 y a partir de diciembre estará vetado su uso por parte de la industria. Los cálculos realizados por el Ejecutivo español consideran que esta última norma provocará la necesidad de gestionar 5.700 toneladas de ese metal, en la actualidad repartidas por distintas plantas europeas, de las que 1.200 toneladas están en España.
La nueva planta tendrá capacidad para tratar 317 toneladas al año y alojar temporalmente hasta 2.300 toneladas. Fuentes de la SEPI apuntan que el elemento diferenciador del proyecto es la posibilidad que ofrece de solidificar el producto final, algo que todavía no se ha conseguido en las tres plantas que compiten por tratar el mercurio en Europa (Remodis en Alemania, Batrec en Suiza y Econ Industries en Alemania). “Supone una gran ventaja el hecho de obtener un residuo limpio y de baja peligrosidad y que se pueda depositar permanentemente en instalaciones de superficie”, apuntan esas mismas fuentes, que recuerdan que el almacenamiento temporal de mercurio líquido estará prohibido desde 2023.
El último reglamento comunitario sobre el mercurio, publicado el pasado mes de mayo, permite el almacenamiento definitivo en istalaciones de superficie “una vez que esté haya sido sometido a transformación y solidificación”.
Esta tecnología la ha obtenido Mayasa tras su participación desde 2006 en el proyecto europeo de investigación Mersade junto a la Universidad de Castilla-La Mancha y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat). Unas investigaciones por las que ya se han interesado algunas empresas de Brasil y Japón. “Puede abrir las puertas a Mayasa para su exportación a otros países de América y Asia, que ya han mostrado su interés, no solo para el mercurio, sino para tratar otros metales peligrosos”.