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Problemas de agua para el coche eléctrico

Sus baterías dependen del cobalto de la República Democrática del Congo La violencia y la sequía amenazan la obtención del mineral, básico para los vehículos verdes

Los problemas de agua podrían dejar seco el floreciente mercado de los coches verdes. Ford ha sido la última en acelerar sus esfuerzos hacia la electrificación y planea una joint venture con la china Anhui. El problema es que la industria depende en gran medida del cobalto de la República Democrática del Congo para fabricar las baterías de iones de litio de los vehículos eléctricos.

Hacer negocios allí es un reto en sí mismo. En 2016, hubo un nuevo estallido de violencia en algunas zonas, que desplazó a casi un millón de personas y generó miedo a un resurgimiento de la guerra civil del cambio de siglo.

En cuanto al agua, empresas como BHP Billiton necesitan suministros seguros para sus operaciones de minería de cobalto. También son grandes consumidores de electricidad, de origen sobre todo hidráulico. Dado que el río Congo está en mínimos hídricos de los últimos 100 años tras dos años de sequía, hay gran riesgo de apagón. A eso se añadiría el problema de las aguas industriales residuales, en un país con escaso acceso a agua potable.

Valorar mal estos problemas puede salir caro. Barrick Gold gastó 5.000 millones de dólares en su mina de oro Pascua Lama, que sigue inactiva cuatro años después de que un tribunal chileno obligara a cerrarla, por problemas de contaminación. BHP Billiton tuvo que gastar casi 2.000 millones en una planta de desalinización para garantizar que tendría suficiente agua para operar en el país sudamericano.

Los vehículos eléctricos tendrán que jugar un papel importante si los Gobiernos y las empresas pretenden cumplir el Acuerdo sobre el clima de París. La Agencia Internacional de la Energía estima que habrá 1.200 millones de coches eléctricos en 2060. Para satisfacer esa demanda en 2050 habrá que multiplicar casi por 12 los 121 millones de toneladas de cobalto extraídos el año pasado, según el Banco Mundial. La República Democrática del Congo aportó algo más de la mitad y posee casi el 50% de las reservas mundiales.

Aumentar la producción puede generar miles de millones de ingresos extra para el empobrecido país y ayudar a proteger la naturaleza mundial. Sin agua suficiente, sin embargo, esas oportunidades se marchitarán.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

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