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Ayming avisa que están "hinchados" el 25% de los activos en la industria

La consultora estima que el 70% de las empresas contabilizan activos que no existen La mala gestión afecta, sobre todo, al motor y la alimentación

Bernardo Díaz

La gestión eficiente del inmovilizado es clave para cualquier empresa y mucho más en el sector industrial, en donde ocupa una parte importante del activo. La multinacional Ayming, consultora especializada en este tipo de activos acaba de dar la voz de alarma sobre la “mala gestión” que se está haciendo en España en la industria.

Según la empresa, entre el 20% y el 25% de los activos fijos en balance están “hinchados” en el sector, con un valor superior al real, y un 10% no están correctamente clasificados.

No hay mala intención en este asunto si no simplemente mala gestión empresarial, que repercute en el balance, ya que no refleja una imagen fiel de la empresa. “Incluso podemos decir, teniendo en cuenta nuestra experiencia, que el 70% de las empresas industriales en España tienen activos en el inmovilizado que no existen”, añade Eduardo Ochoa, responsable de gestión de operaciones de Ayming, en una entrevista con CincoDías. Entre los clientes de la consultora figuran no solo pymes, sino multinacionales de gran peso en el sector exterior.

Las causas de esta mala contabilización son muy variadas. “Algunas veces se olvida dar de baja un componente que ha pasado de una filial que se encuentra en un país a otro situado en otro territorio; otras veces, el activo permanece en el balance pero se olvida actualizarlo anualmente con lo que no se sabe el valor real del mismo; otras veces, incluso, se trata de meras pérdidas físicas”, añade Ochoa.

La mala contabilización de los activos afecta tanto a pymes como a multinacionales; en España hay 190.000 empresas en la industria

Motor y alimentación 

Aunque la mala gestión se extiende por todo el sector industrial, se concentra sobre todo en la automoción y la distribución alimentaria. “En el caso del motor, por la internacionalización del sector que lleva al traslado continuo de piezas y maquinaria; en la distribución alimentaria, porque abundan las máquinas dedicadas a una multiplicidad de procesos”.

En España existen 190.000 empresas industriales con una cifra de negocio anual que supera el medio billón de euros y dan empleo a dos millones de personas, según los últimos datos elaborados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El impacto de esta mala gestión es triple. Por un lado, un impacto financiero, ya que si no se refleja correctamente en las cuentas el valor real de los bienes, “ello acaba afectando a los ingresos y gastos que se generan”.

En segundo lugar, desde el punto de vista fiscal, se puede estar pagando impuestos (sobre todo el IAE) por maquinaria que no se tiene o a un coste muy superior.

En tercer lugar, se generan otros costes adicionales como puede ser el de los oportunos seguros. “Se puede estar pagando por asegurar máquinas que la empresa no tiene o su valor es mucho menor que el real”, añade. Además, un buen control del inventario permite tomar decisiones que pueden reducir el valor de las inversiones o ajustar la prima de seguro y los costes de mantenimiento a la realidad.

Por otro lado, un buen control del inventario permite eliminar o reducir las salvedades legales, y tomar decisiones correctas en el caso de una compraventa de la empresa.

Pasos a seguir para controlar el inmovilizado: 

Inventario. Lo primero a tener en cuenta es disponer de un inventario actualizado, según la realidad física y contable, para tener identificados correctamente (descripción, estado, ubicación y vida útil) los activos fijos. En segundo lugar, llevar a cabo una gestión permanente de activos, desde su adquisición hasta el día de que se den de baja o se vendan . En ello es clave un sistema de información eficiente que permita llevar a cabo un seguimiento apropiado.

Depreciaciones. La revisión de los activos debe realizarse al menos una vez cada dos años, especialmente los fijos. Es importante una correcta clasificación de los activos y el cálculo de las depreciaciones. También lo es tener un registro independiente y desglosado de las facturas que justifiquen la inversión.

Sobre la firma

Bernardo Díaz
Redactor jefe de Empresas en Cinco Días desde 2021. Licenciado en Ciencias Económicas, y en Ciencias de la Información, trabaja en el diario desde 2000, donde ha sido redactor de macroeconomía, jefe de sección de Economía y de Empresas. También ha trabajado en Europa Press (local, internacional, nacional y economía) y en el Ministerio de Hacienda.

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