¿Qué se espera del Ibex esta semana? Seis claves que guiarán al mercado
El selectivo español parte desde los 10.500 puntos Con la llegada de agosto los volúmenes de la Bolsa experimentarán una fuerte caída
Los resultados empresariales pisaron el acelerador esta semana. En apenas tres sesiones la mayor parte de las cotizadas del Ibex 35 publicaron sus cuentas del primer semestre y ahora le toca al mercado evaluar la evolución de las firmas en la primera mitad del año. La semana que entra, en la que se pondrá fin al séptimo mes del año, será la ocasión perfecta para ello. Con el Ibex con la vista puesta en los 11.000 puntos, los focos pasan esta semana por:
Renta variable: el selectivo español concluyó la semana con un alza del 1%. Con la llegada de agosto, la caída de los volúmenes de negociación en la Bolsa es una constante y no será hasta mediados del próximo mes cuando los inversores vuelvan de vacaciones y se incremente la actividad. Desde Bankinter, Ramón Carrasco, analista de la firma, prevé que en los próximos días el Ibex entre en una fase de lateralidad e incluso una pequeña tendencia bajista, que estaría motivada, en parte, por la fortaleza mostrada por el euro. No obstante, el experto considera que el comportamiento que mantiene el índice desde principios de año es muy positivo, con una revalorización del 12% frente al 10% del S&P 500 o el 5% del Euro Stoxx.
Por su parte, Javier Urones, analista de XTB, señala que “la escasa respuesta de los compradores estas semanas aleja la probabilidad de ver subidas fuertes en las próximas semanas”. El experto prevé que en los próximos días el Ibex se mueva entre los 10.400 y 10.600 puntos. Esta semana entrarán a cotizar las acciones procedentes de la ampliación de capital de Santander.
Como aliciente, los inversores contarán con los buenos datos empresariales. De las más de 260 empresas del S&P 500 que han dado a conocer sus resultados, el incremente del beneficio por acción (BPA) aumenta el 9% frente al 7% que esperaba el consenso de los analistas. “Una vez más se están superando las expectativas”, afirma Carrasco.
Datos macro: llega agosto y con él una reducción de la publicación de las cifras macroeconómicos. No obstante, a lo largo de esta semana se publicarán una serie de cifras que podrían servir a los inversores de guía. El lunes se conocerá el IPC adelantado de la zona euro, que cerró junio en el 1,3%. Un día después será el turno del PMI manufacturero y el dato de PIB provisional de la región.
En EE UU el dato más importante es la cifra de empleo, pero para ello habrá que esperar al viernes. Como anticipo a este dato, el miércoles se conocerá la encuesta de empleo privado, que sirve de anticipo. Asimismo, a lo largo de la semana se publicará el IMS manufacturero y el PMI del sector servicios.
Euro y renta fija: el intento de Mario Draghi por devolver la estabilidad a la divisa europeo y a la deuda paree que han caído en saco roto. El presidente del BCE descartó dar pistas sobre cuándo empezará a debatirse la retirada de los estímulos. En su comparecencia tras el consejo de gobierno se limitó a decir que será en otoño.
La cautela mostrada el pasado 20 de julio contrasta con el tono empleado en el simposio de Sintra en el que afirmó que las presiones deflacionistas habían dado paso a las presiones reflacionistas. A partir de entonces el euro y las rentabilidades de la deuda han emprendido la tendencia alcista. La divisa ha pasado de los 1,12 dólares que registraba a finales de junio a rozar los 1,17 billetes verdes. Por su parte, el bund sube al 0,55% frente al 0,26% que registraba hace ahora un mes. Cualquier declaración sobre el futuro de la política monetaria será analizada con lupa por unos inversores que empiezan a descontar el inicio del tapering para enero de 2018. Para conocer nuevas pistas habrá esperar a la reunión de Jackson Hole, a finales de agosto, en la que el banquero italiano tomará la palabra. Son muchos los analistas que esperan que en esa cita Draghi desvele el guión a seguir en los próximos tres meses y medio.
Citas: la cita más importante de esta semana será la reunión del Banco de Inglaterra ahora que la institución se muestra divida sobre qué hacer si subir los tipos o mantenerlos en su mínimo histórico del 0,25%. La intervención de Mark Carney podría provocar volatilidad en la libra. La divisa británica, fuertemente golpeada tras el triunfo del brexit intenta recomponerse y en lo que va de año se aprecia un 6,45%, hasta los 1,31 dólares.
Tensiones geopolíticas: el pasado viernes el régimen de Kim Jong-un retomó las maniobras militares con el lanzamiento de un misil que cayó en el mar de Japón. Esto ha sido motivo más que suficiente para que EE UU decidiera sobrevolar la península de Corea. El presidente Donald Trump ha avisado a China de que no tolerará su inacción sobre Corea del Norte. Cualquier noticia sobre las tensiones entre ambos países podría inquietar a los inversores.
El otro frente que tiene abierto el magnate es dentro de su propio partido y la incapacidad para sacar adelante la reforma sanitaria, algo que retrasa las negociaciones para medidas futuras entre las que destaca la esperada reforma fiscal que durante meses ha servido de impulso a las Bolsas. Trump ha pedido a los senadores que no se rindan y vuelvan a intentar aprobar la ley de salud. El Senado de EE UU rechazó el viernes el viernes la propuesta de ley para derogar parcialmente el Obamacare.
Petróleo: la reunión mantenida esta semana por la OPEP ha servido de impulso al crudo. El cártel que no adoptó ninguna decisión sino que limitó a dejar la puerta abierta a la entrada de Libia y Nigeria en la organización así como a estudiar la posibilidad de extender los recortes de la producción más allá de marzo de 2018. En este contexto el Brent ha pasado a revalorizarse en solo cinco sesiones un 9,2%, hasta los 52,52 dólares. No obstante, todavía continúa lejos de los máximos del año: los 57,10 dólares.