Así cambió mi vida estudiar un Erasmus
El programa europeo de becas internacionales cumple 30 años de existencia En este periodo nueve millones de estudiantes se han beneficiado de estas ayudas, 900.000 en España
Todavía me cuesta poner en palabras todo aquello que viví” cuenta Inés Talavera, de 22 años, estudiante de Derecho y Administración de Empresas en la Universidad Carlos III de Madrid. Acaba de volver de su experiencia como alumna de Erasmus en Francfort (Alemania). Decidió cursar el cuatro curso de los casi seis de los que consta el grado en la universidad EBS University of Business and Law de la citada ciudad alemana. “Todo estudiante debería pasar un curso en el extranjero, ahora son vitales los idiomas y no hacerlo es quedarse atrás”, señala Talavera.
Para empezar, su vida se vio envuelta en un gran cambio cuando decidió dejar a un lado la zona de confort que tenía en Las Rozas (Madrid). No lo dudó. Deseaba empaparse de una cultura diferente en las calles de Oestrich-Winkel, el pueblo donde disfrutó de esta beca europea. Es más, cautivada por la experiencia, decidió prolongar su estancia hasta cumplir un curso entero. “Tengo mono, el futuro está fuera”, asegura esta joven, que ya sabe que volverá a salir. Le gustaría dedicarse a algo relacionado con el Derecho comunitario y no le importaría desempeñarlo en otro país.
Inés Talavera forma parte de un colectivo muy especial, de los nueve millones de estudiantes, de los cuales 900.000 son universitarios españoles, que han participado en el programa de becas Erasmus a lo largo de sus 30 años de vida. El éxito de esta iniciativa de la Comisión Europea lo avala el siguiente dato, según fuentes de la citada institución:290.000 desplazamientos de estudiantes para estudios y periodos de práctica. “Yo también fui alumna, esta experiencia con apenas 20 años marcó un antes y un después en mi vida. Fue como poner algo en movimiento” declara María Eugenia de la Rosa, responsable hoy de las redes sociales de Erasmus + en España.
El proyecto comenzó su andadura en 1987, año en el que tan solo 95 españoles dejaron sus casas para explorar lo que 11 países de Europa les iban a ofrecer. “Cambia el concepto Europa. En un momento en que se debate lo que es la ciudadanía europea, esta iniciativa la impulsa”, explica Dimitri Barua, portavoz de la representación de la CE en España.
A Elena Martín de 24 años, graduada en Comunicación Audiovisual en Barcelona, también le cambió la vida. Esta universitaria ha ido un poco más allá y ha dirigido, como trabajo de fin de grado, una película, Julia Ist, sobre su experiencia de intercambio en Berlín. La cinta ha sido utilizada por la Unión Europea para ilustrar la vivencia en primera persona de lo que significa esta experiencia.
A lo largo de estas tres décadas, el programa ha ido cambiando, al ritmo de la sociedad. Así por ejemplo, desde 2014 se lleva desarrollando una nueva versión del tradicional programa, Erasmus+, mucho más enfocada al mercado laboral, que en las ediciones anteriores. Ofrece oportunidades para estudiar en las universidades de 33 países, a la vez que realizar prácticas formativas, participar en voluntariados y trabajar en empresas. También se abren las puertas a estudiantes de Formación Profesional y a proyectos de educación adulta. El presupuesto de este programa maneja más de 2,1 billones de euros. La parte más grande del pastel se la llevaron los estudiantes universitarios, ya que un 62% de estas becas se destinaron a financiar sus estancias.
A pesar de que los números parezcan elevados, el dinero que cada estudiante Erasmus recibe raramente cubre sus gastos en el país de destino, lo que constituye la principal crítica al programa. “Con la beca no me llegaba ni para el alquiler” cuenta Isabel Blanco, estudiante de 22 años de Derecho y Administración de Empresas de la Universidad Carlos III (Madrid), que realizó su estancia en Alemania, en la universidad EBS.
El importe de las becas en España se reparte en función del país de destino y existen tres tipos dependiendo del nivel de vida. Los países de tipo A son aquellos en los que vivir resulta más caro para los estudiantes, incluyen destinos como Suecia o Reino Unido, y la beca son 400 euros mensuales. El siguiente nivel corresponde a países con un nivel de vida medio, como Alemania o Grecia, y les corresponde un importe de 350 euros al mes. Por último, aquellos que opten a viajar a Letonia o Polonia recibirán 300 euros. Las becas duran como máximo siete meses, por lo tanto, si el estudiante realiza la estancia durante el curso académico entero (nueve o 10 meses) parte de la inversión no la cubriría el Ministerio. “Si no fuera por la ayuda de mis padres no podría haberme ido” concluye Blanco. El futuro de estas becas es prometedor. Los datos que maneja la Comisión Europea fijan para el periodo 2014-2020 que se acojan a estas ayudas cuatro millones de personas. El presupuesto estimado es de 14,7 billones de euros.
En cuanto a las salidas profesionales, un Erasmus aporta un valor adicional: salir al extranjero hace que los jóvenes adquieran capacidades valoradas por el mercado laboral actual, como son los idiomas. De hecho, los estudiantes que se embarcan en estos programas tienen el doble de posibilidades de encontrar trabajo en el plazo de un año después de la graduación. Uno de cada tres estudiantes se queda en la empresa donde ejerció sus prácticas Erasmus, y son los menos, uno de cada 10, los que deciden emprender. Los estudiantes que anotan en su currículo una beca de este tipo cuentan con un paro menor, frente al 23% de los que deciden no irse, según datos de la Comisión Europea.
Lo cierto es que el 96% de los estudiantes considera que el Erasmus ha sido una experiencia positiva, y, por tanto, la Comisión está decidida a que, año tras año, aumente el número de personas que puedan embarcarse en este programa. Por varias razones:abre puertas, cumple sueños, y, sobre todo, cambia vidas.
Radiografía
Destinos preferidos de los españoles
El país elegido por la mayoría de los estudiantes españoles es Italia, que en 2013 (los únicos datos disponibles) recibió alrededor de 7.000 jóvenes de nuestro país. De cerca le siguen Alemania, Francia y Reino Unido, con más de 4.000 becados en este mismo año, y Polonia, que en los últimos cursos ha ido acogiendo a cada vez más españoles.
Las universidades españolas que más acogen
Los campus que más estudiantes Erasmus reciben de otros países son la Universidad de Granada, seguida de la Complutense (Madrid) y la Universitat de València. Por su parte, la Universitat Politècnica de València y la Universitat de Barcelona también son receptoras de numerosos estudiantes de Erasmus.
Enamorados
El 27% de los estudiantes de estas becas conoció a su pareja durante su estancia en el extranjero. El 33% mantiene una relación sentimental con una persona de distinta nacionalidad. El 93% de los estudiantes se ve a sí mismo viviendo en otro país en el futuro. Y el 40% se ha mudado al extranjero tras su graduación.