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Nuevo plan estratégico

La industria española prepara una ofensiva comercial a EE UU

Las empresas agroalimentarias e infraestructuras, las que tienen más oportunidades Tres asociados de la patronal AMEC confirman que abrirán filial durante este año

Joan Tristany, director general de AMEC.
Joan Tristany, director general de AMEC.

Las amenazas de Donald Trump de implantar aranceles a las exportaciones con el fin de impulsar la producción local no han calado en la industria española. Las cifras del Ministerio de Economía reflejan que las ventas de bienes a EE UU crecieron un 12,5% anual en el primer cuatrimestre, casi tres puntos más que la media nacional. “Las ventas de la industria a EE UU incluso han crecido más, con tasas cercanas al 20%”, subraya Joan Tristany, presidente de la Asociación Española de Empresas Industriales Internacionalizadas (AMEC), que engloba a 350 compañías, la gran mayoría de tamaño medio, con una facturación global de 8.500 millones de euros. Entre ellas destacan Fluidra, Cosentino, Omron o Roca. “No hay una excesiva preocupación de las empresas hacia las consecuencias de la política de Trump. Hay consenso entre las compañías y los expertos que uno de los principales perjudicados de un mayor proteccionismo sería EE UU, ya que vería incrementarse los precios de muchos de sus productos”, apuntó en un encuentro con medio para presentar un índice de solidez de la internacionalización.

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Esta patronal ultima los detalles del primer plan de mercado que van a diseñar, específicamente dirigido a EE UU, ante el incremento de oportunidades comerciales que han detectado en suelo norteamericano. “En la actualidad tenemos 46 compañías con filiales en EE UU y ya hay otras tres asociadas que han confirmado que abrirán sede este año”. Tristany apunta que los sectores que más oportunidades tienen son la industria agroalimentaria, “fundamentalmente la relacionada con el embalaje y la transformación de alimentos” y las infraestructuras. En este segundo apartado, Tristany subraya que, al margen de las constructoras, otras pequeñas y medianas cuentan con un importante margen para crecer, “especialmente aquellas especializadas en la gestión de las infraestructuras o del tráfico en las grandes ciudades, por el elevado número de contratos que están ganando”.

Las exportaciones de la empresas industriales han crecido un 20% en el primer cuatrimestre

Este interés de las medianas empresas se une al expresado por las grandes constructoras a través de Seopan por el plan de infraestructuras anunciado por Donald Trump. Esta patronal ha identificado una importante cartera de obras dentro del plan que contaba con una dotación inicial de un billón de dólares y que se ha visto rebajado a la mitad. Entre ellas destacan la extensión del metro de Nueva York, valorada en 14.000 millones de dólares; la reconstrucción del corredor ferroviario Noreste entre Newark y la ciudad de Nueva York, o la línea de alta velocidad ferroviaria entre las ciudades de Houston y Dallas/Fort Worth (Texas), las dos últimas obras presupuestadas en 12.000 millones de dólares. Otras actuaciones esperadas son la reconstrucción de 15 puentes de la autopista I-95, en Filadelfia, por 8.000 millones de dólares; el programa NextGen para modernizar el control aéreo, valorado en 10.000 millones de dólares; el gasoducto Costa Atlántica, de 4.500 millones, o la ampliación del aeropuerto de Seattle, con obras por 2.000 millones de dólares. Tres de ellas (ACS, Ferrovial y OHL) parten con ventaja. La primera es el mayor contratista privado en EEUU, la segunda tiene una fuerte presencia en concesiones y la tercera está muy implantada en Nueva York y Miami.

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