El BCE lanza una ofensiva para arrebatar a Londres el control de los derivados en euros
Decide una reforma estatutaria para tener más competencias sobre las cámaras de compensación La reforma se suma a la iniciativa política de la UE tras el brexit
El consejo de gobierno del BCE ha anunciado este viernes que ha decidido la reforma de un artículo de sus estatutos con el fin de tener competencias y control sobre estas las cámaras de compensación y liquidación, que garantizan y ejecutan los pagos en el mercado de derivados y son claves para el conjunto del sistema financiero. El BCE aspira a más poderes de supervisión sobre estas cámaras de contrapartida, en particular las que se consideran sistémicas y tienen una importante operativa en euros.
El cambio estatutario permitirá al BCE vigilar “los riesgos asociados con las actividades de compensación y liquidación que puedan afectar la marcha de la política monetaria, la operativa del sistema de pagos y la estabilidad del euro”. La relevancia de estas cámaras de compensación se mostró con claridad durante la crisis de deuda soberana de 2012, cuando la cámara LCH, la más importante, endureció las garantías para aceptar operaciones con bonos soberanos de los países periféricos, entre ellos la deuda española.
Disputa con Londres
El BCE mantiene de hecho una larga disputa con Londres para traer a suelo de la zona euro esta operativa y ha reforzado su presión con motivo del brexit. El Banco Central Europeo ya intentó en julio de 2011 imponer que la compensación y liquidación de operaciones denominadas en euros se ejecutase en cámaras domiciliadas en territorio de la zona euro. Pero el gobierno de David Cameron recurrió ante el Tribunal de Justicia europeo y derrotó en marzo de 2015 al BCE, que contó con el apoyo durante el caso de Francia y España. El Tribunal concluyó que el BCE se había extralimitado en sus competencias aunque también abrió la puerta a futuras reclamaciones, al reconocer la opción de un traslado de esas cámaras si Draghi abordaba el cambio estatutario que le diera las competencias sobre ellas y que propone ahora.
Cameron salvó entonces in extremis un negocio cuya salida de la City puede suponer la pérdida de 83.000 puestos de trabajo, según un reciente informe de Ernest & Young citado por Financial Times. El BCE calcula que cada día se negocian en Reino Unido 101.000 millones de euros en derivados denominados en la divisa comunitaria, más del 90% de todo el negocio en derivados en euros a nivel mundial.
La ofensiva del BCE se suma a la de la Comisión Europea, que ya ha propuesto este mes el refuerzo del control de estas cámaras de compensación, en lo que se ha convertido en un claro pulso político con Reino Unido, una vez que ha solicitado de forma formal su salida de la Unión Europea.
El cambio estatutario decidido por el BCE, referente al artículo 22, debe todavía pasar por la aprobación del Parlamento Europeo y al Consejo.