Orange tiene motivos para alejarse de BT
La compañía francesa vende un tercio de su participación en la británica Es mejor no estar expuesta a una empresa a merced de los reguladores
Es mejor tarde que nunca para Orange. La compañía francesa de telecomunicaciones ha recortado su participación en la británica BT, cuyas acciones han caído casi un 40% en dos años. El momento puede no ser perfecto, pero es preferible que estar expuesto a una empresa que está a merced de los reguladores y se enfrenta costes cada vez más altos.
Por supuesto, Orange ha estado a punto de salirse completamente. Vendió cerca de un tercio de su participación del 4% el lunes con un ligero descuento al precio de cierre. Eso le hizo recaudar 383 millones de libras (435 millones de euros). BT y el fondo de participación accionarial de los empleados asumieron un poco más de la mitad de la oferta. Orange también emitirá bonos que serán canjeables por la mitad de la participación que todavía posee. En efecto, la empresa francesa ha vendido un tercio de su participación, está dispuesto a vender otro tercio, y solo quiere quedarse con el resto.
La evolución de BT este año sugiere que Orange tiene razón al reducir su exposición. Las acciones de la firma británica han caído más de un 21% desde el comienzo de 2017. Una advertencia de beneficios de enero debida a un escándalo contable en su división italiana y una fuerte desaceleración en el sector público británico han tenido que ver.
Lo mismo ocurre con la miniarremetida de los reguladores a la que se ha enfrentado BTdesde que acordó un compromiso en marzo sobre la separación de su división de redes, Openreach. El regulador Ofcom multó a la compañía con 42 millones de libras (48 millones de euros) por romper contratos con proveedores de telecomunicaciones, y BT dijo en ese momento que podría tener que pagar otros 300 millones de libras (340 millones de euros) en compensación.
Los problemas crecerán si el gigante de los medios estadounidense Fox obtiene la aprobación regulatoria para su adquisición de la cadena británica Sky. Una envalentonada Sky haría la vida aún más difícil para una empresa, BT, que tiene que absorber un aumento de casi un tercio en el precio de los derechos de la Liga de Campeones. Orange muestra astucia al protegerse de riesgos sobre los que BT no tiene control.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de Cinco Días.