Josep Oliu: “En un futuro podemos crecer con compras, pero sin aportes de capital”
"He hablado con Saracho, es amigo mío y le he deseado buena suerte. Creo que hará lo que tiene que hacer"
Josep Oliu Creus (Sabadell, 25 de abril de 1949) es presidente de Banco Sabadell desde 1999 –entró en la entidad en 1986 como secretario general técnico, aunque su padre, Joan Oliu i Pich, ya fue presidente de esta institución–. En plena crisis financiera logró duplicar el tamaño del banco y ha incorporado al grupo 10 entidades financieras. Doctor en Economía por la Universidad de Minnesota, siempre se ha distinguido por ser un banquero diferente. “No soporto la mediocridad... Cambiar el mundo, romper los obstáculos. He aquí uno de los lemas de la generación del Mayo francés que posiblemente más refleje la fuerza interior de mi generación y de mí mismo”. Esta es una descripción suya realizada sobre él mismo en 2010. Eso sí, desde que fue nombrado presidente ha modificado las prioridades internacionales del banco. Hasta hace tres años el reto era que Sabadell creciera en España, México y EE UU. Ahora ha cambiado este último país por Reino Unido.
Pregunta. Lo siento, pero es la primera pregunta que se me viene a la cabeza: ¿Sabadell está dispuesto a volver a hablar con Popular de una posible fusión?
Respuesta. En estos momentos no nos interesa nada. No estamos por la labor. Aunque siempre miramos en nuestro entorno económico y financiero y tenemos muchas alternativas como consecuencia de los tres polos de crecimiento en los que estamos: España, Reino Unido y México. En México estamos en una situación embrionaria; en Reino Unido esperamos dar un gran salto con la integración de la plataforma tecnológica de TSB a Sabadell (aún depende de su anterior dueño, Lloyds), y en España no necesitamos o no queremos estar ahora en ninguna operación corporativa porque estamos en fase de aumentar la rentabilidad y el dividendo.
“No me asusta ni el brexit ni Trump”
Con una de sus características risas Josep Oliu asegura “no me asusta ni el brexit ni Donald Trump”. Asegura que “son fenómenos políticos pasajeros”. De Trump lo que más le puede inquietar es “su posible proteccionismo”. Del brexit “su situación de incertidumbre, pero que ya está descontada porque va a durar tanto que ya no afecta mucho a las expectativas”.
P. ¿Y en un futuro más o menos cercano como el año que viene tienen previsto crecer con compras?
r. De cara al futuro todo es posible. Pero siempre que sean cosas que se puedan asumir en el momento, que sean creativas para el accionista y que no requieran aportación de capital que pueda diluir al accionista más allá de la generación de beneficios lo miraremos. Pero de momento, nuestros objetivos son muy claros ahora: la rentabilidad en España, la transición en Reino Unido y el despegue en México. Todo para afianzar la rentabilidad del banco.
P. Pero en tres meses han vendido varias cosas, ¿para qué quieren entonces liberar capital y hacer plusvalías?
r. No, solo hemos vendido una cosa para hacer plusvalías. Vendimos hace unas semanas el 5% de Fluida, pero no tiene ninguna importancia porque esa desinversión estaba prevista porque era una participación de capital riesgo, y hemos estado, de hecho, más tiempo del que preveíamos. Cada venta tiene su explicación. La operación de salida en el capital del portugués BCP realizada en diciembre se debió a un cambio fiscal. Además, el banco cambiaba el peso de sus accionistas, y el papel de Sabadell ya no era muy claro en él, por eso decidimos salirnos. En EE UU hemos vendido solo la parte retail, Sabadell United Bank. Es un banco que hemos fabricado nosotros con la fusión de tres pequeñas entidades que conseguimos a buen precio durante la crisis. Compramos, pero nunca tuvimos que hacer una ampliación de capital por ellos. Es un banco pequeño en Florida. Allí, como en otros países, tienes dos posibilidades estratégicas, sigues creciendo o aportamos el banco a una fusión con otro. Crecer significaba aportar más capital a la filial y nuestro capital lo tenemos que sacar de España para llevarlo a EE UU, y para realizar cualquier pequeña operación hay que inyectar 100 millones más de euros, y decidimos que esto no lo haríamos. Además, en estos momentos las valoraciones de los bancos en EE UU son altas, 1,95 veces en valor en libros. Ahora, en EE UU se vive un momento de alta valoración bancaria y eso nos animó a vender nuestra filial a un banco consolidador, Iberiabank, que va ampliando capital para consolidarlo. Es un buen momento para vender en EE UU. Es una muy buena operación, a lo mejor en seis meses podríamos sacar más, pero la oportunidad era ahora y nos ha parecido una buena operación para Sabadell, que nos pone el ratio de capital en el 13%, sobre todo en un momento lleno de incertidumbres regulatorias nos sitúa mejor.
P. ¿Conoce al nuevo presidente de Banco Popular, Emilio Saracho? ¿Ha hablado ya con él desde que asumió la presidencia?
r. Sí, es muy amigo mío. De momento, le he llamado para felicitarle y desearle mucha suerte. Es un gran profesional, una gran persona, y creo que hará lo que tiene que hacer.
P. ¿Qué le parece la prevista fusión de Bankia y BMN?
r. Ha habido un proceso competitivo. Si finalmente se lleva a cabo y es la solución que permitirá en el futuro maximizar la devolución de las ayudas públicas recibidas por estas entidades, es bueno para todos.
P. ¿Cree que esta operación abrirá un nuevo proceso de fusiones en España?
r. En el corto plazo sinceramente no lo veo. Los procesos que veamos en un futuro tendrán poco o nada que ver con los que hemos visto hasta ahora, con procesos asistidos por el FROB, que tienen que ver con el rescate parcial o total a alguna de las entidades. Las fusiones que podamos ver en el futuro serán acuerdos entre dos partes, de sus respectivos consejos de administración, y tendrán que ver con la lógica industrial de ganar escala, eficiencia y rentabilidad para sus accionistas, como ha sido siempre, y no veo calendario predeterminado para esto. Los problemas de solvencia han quedado atrás en el sistema. Nos enfrentamos ahora al reto de la rentabilidad.
P. Solo ha habido una oferta no vinculante por BMN antes de anunciar su previsible fusión con Bankia. ¿Ha sido de Banco Sabadell?
r. No. Estamos en huelga de manos caídas. Estamos haciendo lo nuestro y no nos distraemos en otras cosas.
P. ¿Considera a México ahora un país arriesgado para hacer negocios?
r. No. México ha pasado ahora a ser prioritario para nosotros porque está en un momento de menos valoración. El gran problema para crecer en Latinoamérica en los últimos años es que estaba muy sobrevalorada y España muy subvalorada, por lo que había que elegir el momento para invertir. Por eso, los latinoamericanos apostaron por invertir en España y en Europa en general. Ahora las divisas latinoamericanas bajan y las europeas suben y es un momento estupendo para invertir. En México tenemos una plataforma que se está desarrollando con mucha rapidez y nuestro reto allí es conseguir crecer a la velocidad que queramos. El único freno podría ser el cambio en pesos, pero estamos intentando conseguir liquidez en pesos. En Reino Unido es al contrario, tenemos mucha liquidez en libras y la estrategia allí es cómo hacer banca de pymes y empresas y rentabilizar más la liquidez que tenemos. Ahora, además, tenemos en el grupo un balance perfectamente equilibrado. ¿A cambio de qué?, de aportar una gran capacidad de banca de particulares que antes no teníamos gracias a las cajas que compramos, como CAM y Caixa de Penedès. En España así hemos equilibrado el balance entre depósitos y créditos.
P. Pero la apuesta del mercado es que Sabadell va a seguir comprando en Reino Unido y en España, más tras ingresar 1.000 millones por la venta de su filial en EE UU
r. Es posible, pero de momento no. En Reino Unido el rumor proviene de un banco que hay allí y que ha salido que se quiere vender, que se llama Co-op Bank, y toda la prensa británica nos lo atribuye a nosotros. Ese banco no encaja con nuestra estrategia en este momento. Los 1.000 millones que ingresaremos por la venta de la filial en EE UU serán para hacer lo nuestro, que es dar dividendo en cash, mejorar la rentabilidad y preparar capital para el futuro y estar así en una buena situación para crecer.
P. ¿Cuánto aportará Reino Unido a la cuenta de resultados de Sabadell en los próximos años y cuándo espera ganar el grupo, ya 1.000 millones?
r. Nos tiene que aportar unos 250 millones de euros anuales en el nuevo plan que presentaremos hasta 2020, el 25% del total del beneficio. México aportará poco, pero el objetivo es crear un equipo potente que entre en el futuro en un proceso consolidador en el país, y hacer un banco digital potente que nos aporte valor para captar depósitos, pero mientras que se hace esto no se gana dinero, se invierte. En cuanto a ganar 1.000 millones, esperamos conseguirlo el año que viene, con un ejercicio de retraso sobre lo previsto.
P. ¿Le preocupa la mala reputación que tiene ahora el sector y en cuánto le puede afectar a Sabadell?
r. La reputación del sector me preocupa bastante, pero tampoco podemos hacer nada, no puedo hacer nada. Mejor dicho, nosotros estamos contaminados de la mala reputación de las cajas de ahorros, que dos tercios de ellas han sido objeto de una reconversión. El resto han estado bien gestionadas, pero también han sido contaminadas, y al final se han contaminado todos los bancos. Que la crisis económica nos haya contaminado a todos los bancos podrá ser justo o injusto, pero no podemos hacer nada. Pienso que más que preocupado me anima a seguir haciendo banca transparente y honrada, que es lo que hemos hecho siempre. Aunque hay que distinguir en una mala reputación por las cosas malas que hemos podido hacer nosotros, o por las malas cosas que han hecho otros, que son muchas, y en las que no tenemos nada que ver. Nosotros seguiremos haciendo nuestro camino basado en una banca de calidad, profesional, transparente y honrada. Con el tiempo nosotros seguiremos ganando. A los clientes siempre les contamos la verdad.
P. Pero ahora la reputación de la banca está incluso peor que en la crisis que llevó al rescate de las cajas...
r. Sí, pero es que las cosas llevan un retraso. La gente está hoy más enfadada, que cuando estábamos en plena crisis. A veces las reacciones sociales se reflejan más cuando empiezan a ir mejor las cosas, porque cuando las cosas iban mal la gente estaba tan asustada que nadie se atrevía a abrir la boca.
P. Sin embargo, es ahora cuando los jueces han comenzado a dar más la razón a los consumidores bancarios.
r. Sí, pero esa es otra problemática. Puede que esas percepciones sociales puedan incidir en la forma de emitir sus sentencias. Pero nosotros en las cosas que creemos que tenemos razón defendemos la razón, y en las cosas que no la tenemos no la defendemos. En los casos en los que ha habido una contingencia social hemos actuado de una forma absolutamente ética, y hemos actuado voluntariamente para ayudar a la sociedad que está pasando por momentos complicados, como es el caso de los desahucios, en los que hemos tenido una actuación que ensalzan las fuerzas políticas que habían estado como activistas. Pero en las cosas en las que creemos que tenemos razón seguiremos defendiéndonos, y confiamos en la justicia, que decidirá en cada caso lo que se tenga que hacer.
P. Ya se lo he preguntado, pero insisto, ¿le interesa a Sabadell una fusión con Popular?
r. Hoy no contemplamos nada de eso.
“El crédito nunca más volverá a ser tan barato como hasta ahora"
Josep Oliu es tajante: “El mundo sin bancos no existe”. No teme la competencia de las fintech. No contempla aún su sucesión, ni le preocupa la salida de accionistas del banco como Isak Andic (Mango), o del colombiano Jaime Gilinski (llegó a tener el 7,5% del capital). “Son accionistas que intentar comprar y vender en un buen momento ”, dice, aunque reconoce: la salida de Gilinski “me sorprendió”.
Pregunta. ¿En esta fase de crecimiento qué papel tiene el crédito, crecerá por fin?
Respuesta. Por primera vez desde el inicio de la crisis crecerá el crédito, impulsado por la política monetaria hiperexpansiva en Europa, que seguirá. El crédito está más restringido de lo que yo esperaba, pero crecerá, aunque aún no mucho. Eso sí, el crédito barato se terminará. En nuestras vidas no volveremos a tener un crédito tan barato como ahora. Durante un año o año y medio todavía, pero luego nunca más será tan barato.
P. ¿Cree que aún hay bancos que ofrecen créditos con precios por debajo del coste?, ¿Qué opina de la política monetaria del BCE?
R. No, ya no queda nada de esa práctica, pero como vuelve a haber una necesidad de crecer puede hacer que en algunos casos aparezca, aunque es complicado. El BCE ha logrado sacar definitivamente al fantasma de la deflación, y para eso ha sido muy efectiva su política monetaria. Ahora se trata de que no caigamos en el péndulo contrario, que es la alta inflación.
P. ¿Le preocupa la fuga de accionistas relevantes?
R. No, nada. No existe tal cosa. Ha habido algunos accionistas que tenían más importancia que otros. Pero no, no me preocupa. El núcleo duro de Banco Sabadell es el 40% de los títulos que están en manos de los pequeños accionistas catalanes, y de los que gran parte son de Sabadell. Son accionistas que tienen gran parte de sus ahorros invertidos en el banco, al que han apoyado en la crisis tras ampliaciones de capital y que siguen en el banco porque creen que es una empresa bien gestionada.