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Financiación

La banca anticipa el 'premio' del BCE por dar crédito

CaixaBank, Popular, Bankia y Sabadell se han apuntado ya un ingreso contable por un pago que el BCE no hará efectivo hasta 2018 El crédito en España aún desciende en términos netos en 2016

EFE
Nuria Salobral

El BCE anunció en marzo del año pasado una nueva modalidad de subasta de liquidez, esta vez con el claro objetivo de incentivar la concesión de crédito entre los bancos de la zona euro. Las denominadas subastas TLTRO II, de las que ya se han celebrado tres en 2016 y queda solo una cuarta prevista para el próximo 29 de marzo, introdujeron el incentivo de conceder a los bancos una bonificación equivalente al tipo de la facilidad de depósito, ahora en el 0,4%, a cambio de cumplir con el objetivo de incremento de la financiación a empresas y hogares, excluyendo las hipotecas.

El BCE hará balance de cuál ha sido la evolución del crédito entre febrero de 2016 y enero de 2018 en los bancos que acudieron a esas subastas y premiará con el 0,4% si han elevado la financiación en un 2,5% respecto al nivel de partida asignado. Y aunque esa recompensa no será efectiva por parte del BCE hasta 2018, los bancos españoles ya se la han apuntado en los resultados de 2016, en la convicción de estar cumpliendo con los objetivos establecidos por Mario Draghi.

“Estamos cumpliendo con todas las exigencias de concesión de crédito que nos permiten acceder a ese 0,4%”, señalan fuentes de Bankia, una de las entidades que ya se han anotado esa bonificación como ingreso en sus resultados de 2016. También lo han hecho CaixaBank, Sabadell y Banco Popular. Esta última entidad comunicó en su presentación de resultados un ingreso de 12 millones de euros en el cuarto trimestre a cuenta de esa bonificación y Sabadell se ha anotado otros 20,6 millones de euros, el equivalente a aplicar el 0,4% sobre 10.000 millones de financiación solicitados en la primera de las subastas TLTRO, realizada en junio.

Aunque el desembolso efectivo por parte del BCE no llegará hasta 2018, el sector se anota ya esa bonificación a la vista de la evolución del crédito en los últimos trimestre y ante “la alta certeza de que le será aplicado un coste de financiación del -0,4%”. En BBVA reconocen que en 2016 no se han periodificado intereses derivados de ese 0,4% pero la entidad confía en poder hacerlo en 2017, dependiendo de la evolución de la cartera de crédito.

Los ingresos a cuenta de las últimas subastas de liquidez del BCE son importes reducidos pero muy bienvenidos en un momento de fuerte reducción de los márgenes a causa de los tipos cero establecidos por el BCE y de la inesperada provisión que el sector se ha visto obligado a realizar a causa de la sentencia europea por las cláusulas suelo. “Es un reconocimiento contable por el crédito que se ha concedido. Aunque hay que mantener el ritmo de concesión para que al final el saldo cumpla con los requisitos del BCE”, explican desde una entidad.

El sector disfruta por tanto por anticipado de una bonificación por conceder financiación a la economía real incluso a pesar de que el saldo crediticio no ha llegado a crecer en términos netos en 2016. Es decir, el volumen de las amortizaciones –dentro del proceso de apalancamiento en el que aún están inmersas las empresas y familias españolas– es todavía superior a la concesión de nuevo crédito. En Bankia, el volumen de crédito a la clientela aún registra un descenso del 5,3% en 2016, si bien la nueva financiación al consumo y empresas sube el 11,5%. En Popular, el volumen de nuevo crédito ha aumentado el 15% en el último trimestre del año, si bien el saldo total del crédito cae el 4,6%.

El nuevo crédito a hogares ha crecido el año pasado el 6,3% y el nuevo crédito a pymes, el 3,8% según datos del Banco de España. El sector reconoce sin embargo que buena parte de la liquidez tomada del BCE ha ido a sustituir otras vías de financiación, como subastas previas del banco central, a afrontar vencimientos de deuda y de depósitos e incluso a la adquisición de bonos soberanos, además de a la concesión de crédito, según revela la última encuesta del Banco de España de enero.

A qué se ha destinado la lluvia de liquidez

Las líneas de liquidez del BCE han jugado un papel fundamental durante la crisis como fuente clave de financiación para el sector. Pero los bancos tienen ya libre acceso al mercado de capitales, al tiempo que han reforzado el peso de los depósitos como vía de financiación. El resultado es que la demanda en las últimas subastas del BCE ha decrecido, mientras la liquidez obtenida en ellas se ha destinado en gran parte a ir devolviendo la liquidez solicitada durante años anteriores, cuando las condiciones del mercado eran más duras.

CaixaBank tiene una deuda pendiente con el BCE por 26.819 millones de euros. “Se han sustituido líneas de financiación previas con el BCE (TLTRO I) y fuentes de financiación menos eficientes, por el nuevo TLTRO II”, señalan en la entidad.

BBVA solicitó 23.700 millones de euros en la subasta de junio pasado y amortizó los 14.000 millones que tenía de las subastas anteriores. Los 10.000 millones de financiación neta “se han empleado como fuente adicional de liquidez, que ha permitido reducir el coste de financiaicón y alargar vencimientos”, explica el banco.

Bankia tiene una deuda con el BCE por 15.000 millones de euros, que corresponden en su totalidad a la nueva modalidad de liquidez condicionada a la concesión de crédito TLTRO II. La entidad ya ha devuelto la liquidez conseguida en las subastas anteriores y las peticiones al BCE suponen el 9% de las vías de financiación del grupo. En Sabadell son el 6,4%.

En el caso de Popular, la entidad acudió a la última subasta TLTRO del BCE del pasado diciembre, en la que solicitó 4.000 millones de euros, con lo que ha elevado su deuda con la institución a 16.000 millones de euros.

Sobre la firma

Nuria Salobral
Es jefa de la sección de Inversión en el fin de semana y redactora especializada en temas financieros y política monetaria. Trabaja en Cinco Días desde 2006, donde ha cubierto la quiebra de Lehman Brothers, el rescate a la banca española o las decisiones del BCE. Nacida en Madrid, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.

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