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Comercio exterior

Las medias verdades de Trump sobre Alemania

China, Japón, Alemanía y México son los responsables del 74% del déficit comercial de EE UU.

Balanza comercial EE UU con Alemania
A. Meraviglia

1973 fue el último año en el que la economía norteamericana tuvo superávit comercial (exportó más bienes de los que importó). En concreto vendió bienes a terceros países por valor de 85.000 millones de euros y compró por valor de 83.100 millones, registrando un saldo positivo de 1.900 millones de euros. A partir de esa fecha, tal y como muestran los datos del Departamento de Comercio, el déficit comercial no ha parado de crecer y se situó a finales de 2015 por encima de 705.000 millones de dólares. Este año, el déficit será inferior y llegará a 680.000 millones de euros, como consecuencia de la parálisis del comercio mundial.

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Pete Navarro, director del Consejo Nacional de Comercio de EEUU, acusó el martes a Alemania de infravalorar “manifiestamente” el euro con el objetivo de obtener ventajas competitivas frente a sus principales socios comerciales, entre ellos EEUU. En declaraciones a Financial Times acusó al Ejecutivo presidido por Merkel de explotar una divisa “manifiestamente devaluada” y señaló que Alemania es “un gran obstáculo” en la consecución del tratado de libre comercio entre EE UU y la UE, conocido como TTIP.

Los datos muestran otra realidad. Hay cuatro economías (China, Japón, Alemania y México) que son las principales responsables de que ese déficit haya crecido de forma imparable y que las importaciones estadounidenses de bienes casi dupliquen a las exportaciones. De los 627.000 millones de saldo negativo acumulados hasta noviembre de 2016, China es responsable de 296.000 millones (un 47,2%), Japón de 57.822 millones (un 9,2%), Alemania de 55.245 (un 8,8%) y México de 54.400 (un 8,7%). De los cuatro, Alemania es el único que está en la zona euro y que se puede haber aprovechado de la devaluación del euro frente al dólar.

Las explicaciones del Ejecutivo de Trump son tan solo medias verdades. Desde que se introdujo el euro en 2002, el déficit comercial de EEUU con Alemania se ha duplicado, pasando de 33.529 a rozar los 70.000 millones en el cierre de 2015. Entre enero y noviembre de 2016, el saldo negativo no supera los 56.000 millones y cerrará en el entorno de los 63.000 millones. De hecho, EEUU se ha convertido en el primer comprador de bienes a Alemania, con un 9,5% del total.

¿Cuáles son las razones de ese crecimiento? Trump lo achaca a la devaluación del euro frente al dólar. Media verdad. La moneda única estuvo muy apreciada con el dólar desde 2004 hasta 2014, con un cambio medio de 1,33 dólares y con un máximo de 1,59 dólares en abril de 2008. Los actuales niveles, en los que ha llegado alguna vez a rozar la paridad, solo se han producido en los dos últimos ejercicios. Por lo tanto, los verdaderos motivos de que Alemania exporte más a EEUU no tienen que ver con la relación entre el euro y el dólar.

El principal argumento se centra en la fortaleza de la industria alemana (automoción, bienes de equipo y productos químicos suman más de la mitad de las ventas al exterior), sus ganancias de competitividad a través de la moderación salarial y la deslocalización de las grandes multinacionales de EEUU en busca de ahorro.

Japón también niega que manipule el yen

El Ejecutivo nipón rechazó también las acusaciones de Trump de intervenir los tipos de cambio de su divisa. El ministro portavoz Yoshihide Suga negó que Japón realice intervenciones en el Forex, y señaló que este país “basa su política monetaria en los acuerdos del G7 y el G20 sobre la no manipulación de divisas”.

En declaraciones recogidas por EFE, Suga calificó de “totalmente incorrectas” las acusaciones de Trump, quien dijo en la víspera que tanto Japón como China “han jugado a la devaluación” en los mercados monetarios durante los últimos años, en una reunión con responsables de compañías farmacéuticas celebrada en Nueva York. Los comentarios de Trump propiciaron un incremento de la divisa japonesa frente a la estadounidense en el mercado tokiota hasta rebasar los 112 yenes, su máximo en los últimos dos meses. El portavoz del Ejecutivo nipón añadió que la política financiera de su país “tiene como objetivo buscar la estabilidad de los precios de consumo y por tanto no está dirigida a abaratar el yen”.

En la misma línea, el viceministro de Finanzas a cargo de Asuntos Internacionales, Masatsugu Asakawa, explicó hoy que la estrategia financiera de Japón “es una política interna dirigida a salir de la deflación”, en declaraciones a la agencia Kyodo. “Los tipos de cambio de divisas están determinados por los mercados. Nosotros no los estamos manipulando”, subrayó Asakawa

Este tema podría tratarse en la reunión que Trump mantendrá con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, el próximo 10 de febrero en Washington.

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