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Automoción

El 'dieselgate' cataliza la revolución en el motor

El futuro del motor no se ve en los prototipos. En el año de recuperación de VW, los coches son autónomos y compartidos

Mercado de vehículos en España
Alejandro Meraviglia

Si la crisis económica hizo a la industria del motor más reflexiva y menos futurista, la crisis de la manipulación de los gases contaminantes en los motores diésel de los vehículos del grupo Volkswagen ha catalizado la revolución de la automoción. El mantra de “la industria del motor va a cambiar más en 10 años que en los últimos 100 años” se ha hecho realidad este año, el primero en el que ruedan los vehículos totalmente autónomos por las calles de la ciudad, en el que los servicios de movilidad compartida disparan su demanda y en el que todas las automovilísticas plantean que su gama estará profundamente electrificada en menos de 10 años. Comienza una carrera que va a cambiar radicalmente la concepción y funcionamiento de la industria del motor, convertidos ya en servicios de movilidad. Estas son las claves del cambio a futuro:

Recuperación de VW

El diesel, el demonio

El futuro ¿eléctrico?

La clave, la movilidad

Tecnológicas

Coche autónomo

España

El sector encara 2017 en expansión de ventas y fábricas

La crisis está superada pero no enterrada”. Así resumió el año en curso, a falta de unos días para acabar, el presidente de la patronal de los concesionarios españoles Faconauto, Jaume Roura, dando a entender que el año ha sido bueno en España para todos, fabricantes y vendedores, si bien hay retos y amenazas en el horizonte que pueden hacer trastabillar la recuperación del sector del automóvil.

Por un lado, el fin de los planes PIVE han hecho a la industria temer por el desplome de las matriculaciones de vehículos, que habían alcanzado velocidad de crucero desde la aprobación de esta iniciativa en 2012. Si bien las operaciones se han ralentizado, el sector puede esperar un nuevo año de crecimiento, de acuerdo con las previsiones de consultoras especializadas MSI. Estos expertos apuntan a unas ventas de 1,2 millones de coches en 2017, alcanzando por fin el “mercado natural de ventas” que le corresponde a España por renta per cápita según el sector. Sin embargo, las principales asociaciones de la industria del motor sí reclaman, como hizo la semana pasada la patronal española de fabricantes de vehículos Anfac ante el ministro de Industria, Luis de Guindos, que se siga favoreciendo la renovación del parque con estímulos a la compra.

El año nuevo se espera de crecimiento para las fábricas de vehículos españolas, que cerrarán el año con una producción de 2,8 millones. Para el año que viene, alcanzarán la deseada cifra de los tres millones de vehículos ensamblados, un hito no alcanzado desde antes de la crisis, en 2007. Supone que las fábricas estarán a unos niveles de producción cercanos al 80%. Pero no es un tope. Tal y como señaló el presidente de Anfac, Antonio Cobo, en la presentación de la Memoria anual de la asociación el pasado mes de julio, las factorías españolas “pueden y deben aspirar a unos cuatro millones de automóviles fabricados al año”. Las nuevas adjudicaciones en Seat Martorell (el Seat Arona y el Audi A1), Volkswagen Navarra (el nuevo Polo y otro modelo), PSA_Vigo (los proyectos K-9 y V-20), PSA_Madrid (nuevo Citroën C4), Opel Figueruelas (nuevos Corsa y Adam, sustituto del Meriva y Citroën C3 Picasso) o Renault Valladolid (un modelo no comunicado) garantizan la carga de trabajo y la estabilidad laboral hasta 2020 siempre y cuando el brexit no lo impida.

Porque si bien las plantas han probado su eficiencia a la hora de adjudicarse los nuevos modelos, los niveles de producción dependen ampliamente de la demanda, sobre todo de los países europeos, los principales clientes de las fábricas españolas. Reino Unido, cuya demanda está en duda por el proceso de separación de la UE, es el cuarto mercado de exportación para España. Aun así, el sector cuenta con revalidar su octava plaza en el ránking mundial de fabricantes de vehículos.

En el ámbito global, las ventas de vehículos alternativos doblarán sus ventas, alcanzando un 20% del total de las ventas de 2017, en comparación con el 10% de 2015, según un informe de la consultora especializada IFS.

El grueso de estas nuevas ventas se producirá en China. El país asiático ya registra la subida más relevante en este año, con un impulso de las ventas del 147%, lo que representa unas entregas de 210.800 unidades en los ocho primeros meses, los últimos datos disponibles según la consultora Jato. Se acerca de este modo a Europa, que comercializó 295.700 unidades en los ocho primeros meses del año, un 27% más que en el mismo periodo del año anterior. En el éxito de China también ha sido fundamental su red de estaciones de carga. Entre 2010 y 2015, el número de puntos de carga en el país creció de 1.122 a 49.000.

Además, como tendencia, en 2017, una serie de materiales ultraligeros, fuertes y resistentes a los choques, desarrollados en la Fórmula 1 se trasladarán a la fabricación en serie. “En 2017, será patente cómo el eje de la producción de automóviles se optimiza, automatiza y diversifica a una velocidad mayor, en su carrera por producir vehículos más ligeros y de mayor potencia. Los efectos se notarán en toda la cadena de suministro”, afirman desde IFS.

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