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Inversión

Los países emergentes, capaces de resistir el efecto Trump

Goldman Sachs cree que el mercado ha subestimado la diversidad que ofrecen estos países

Thinkstock
Fernando Belinchón

La victoria de Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos ha virado el rumbo de los mercados. Con sus promesas de políticas tributarias expansivas, ha provocado una dinamización de la renta variable en el mercado estadounidense y una espantada de la renta fija ante la perspectiva de mayor crecimiento y, por tanto, más inflación.

Los grandes perjudicados de la victoria de Trump son los mercados emergentes. La Reserva Federal acaba de elevar los tipos de interés en 25 puntos básicos, moviendo la horquilla del precio del dinero al tramo comprendido entre el 0,50% y el 0,75%, y prevé tres alzas más en 2017, lo que ha provocado una fuerte revalorización del dólar.

Según Anthony Doyle, director de inversiones del área de renta fija minorista de M&G, la fortaleza de la divisa estadounidense implica una presión extra sobre los mercados emergentes: “A medida que el beneficio potencial en Estados Unidos empieza a ser más atractivo, los inversores de todo el mundo pueden empezar a reconsiderar su exposición a los activos de los mercados emergentes”.

Pero además de la sombra de la retirada de inversiones hacia mercados más consolidados, las medidas proteccionistas que el presidente electo prometió en campaña ponen en peligro el flujo de comercio internacional.

Para los expertos de Goldman Sachs, “las economías emergentes que se han beneficiado del comercio global se enfrentarán a vientos contrarios, especialmente en el caso de China y de México”. Ambos países tuvieron una especial mención durante la campaña del republicano, en la que propuso la construcción del muro en la frontera mexicana, renegociar los tratados de comercio internacionales y prometió proteger la industria estadounidense a través de aranceles a los productos chinos. Desde la inesperada victoria de Trump, el índice MSCI de emergentes ha caído un 6%.

No obstante, a pesar de los hechos que perjudican al conjunto de mercados emergentes, sigue habiendo países preparados para resistir el temporal y crecer de manera sostenida en el tiempo ofreciendo a los inversores internacionales la oportunidad de diversificar sus carteras. “Creemos que la reacción inicial del mercado subestima la diversidad de oportunidades en los emergentes. En nuestra opinión, en el largo plazo los motivos para estar presente en estos mercados -diversificación de carteras y el potencial de alpha- permanece intacto” señalan desde Goldman Sachs.

El séptimo país del mundo por el volumen de su PIB y el quinto por población, tiene previsto acabar 2017 según el FMI saliendo de la recesión con un alza del 0,5% de su PIB.

Como las principales fortalezas del país, el informe sobre Brasil de Euler Hermes destaca el tamaño global de su economía y de su mercado doméstico, el aumento de su clase media, la diversificación de su economía, el robusto volumen de inversión extranjera, sus reservas de divisas y su moderada deuda externa.

Por contra, el país presenta una inversión doméstica insuficiente, es vulnerable a los precios de las materias primas, tiene déficit de mano de obra cualificada además de presentar tensiones sociales y desigualdades que amenazan a su estabilidad.

La inestabilidad geopolítica que rodea al país eurasiático le resta atractivo a la posibilidad de invertir en Turquía para Euler Hermes. Aun así, Turquía cuenta con un buen ambiente para los negocios, una población con buen nivel formativo y una competitiva economía además de con una posición privilegiada que le permite actuar de puente entre Asia y Europa o entre el Mediterráneo y el Mar Negro.

La volatilidad y la extrema exposición de su divisa, la lira turca, a los eventos internos e internacionales y la tendencia a la financiación del Gobierno a través de emisiones de deuda a corto plazo se convierten en grandes contras para la inversión en el país, no obstante, Turquía cuenta con un crecimiento estimado del PIB del 3% para 2017 según el FMI.

El país insular presenta una muy buena serie de referencias para invertir pero un gran inconveniente: el ambiente para el negocio no es propicio.

El crecimiento de su PIB se ha mostrado robusto desde 2002 y ha mostrado resistencia a la crisis de 2008, el Gobierno de Duterte ha realizado sólidas reformas monetarias y fiscales, las cuentas públicas han tenido superávit desde 2003, tiene una baja deuda externa y cuenta con amplias reservas de divisas extranjeras equivalentes a diez meses de importaciones.

Para el año 2017, Euler Hermes espera un crecimiento del 6% de su PIB y una subida de la inflación del 2,7%.

Según la última encuesta del Banco Mundial sobre el ambiente de negocios, destacan las dificultades legales al intentar emprender nuevos negocios y las deficiencias a la hora de proteger al pequeño inversor, motivos por los que se sitúa en el puesto 155 de la lista de países.

La monarquía constitucional cuenta con una baja inflación, buen ambiente de negocios, superávit desde 1998 y un resistente sector bancario. Por el contrario, depende de las exportaciones, un hecho que provoca en el país riesgos cíclicos y lo hace vulnerable a los acontecimientos internacionales así como al precio del petróleo y del gas ya que se tratan del segundo y el tercer producto más exportado.

Pero para contrarrestar los efectos externos negativos, el país cuenta con una fuerte demanda interna y un estable mercado laboral.

La India alberga una gran oportunidad para la inversión. Con una demografía única, y una creciente clase media, la modernización de la India puede ser uno de los factores determinantes en la economía global de los próximos años.

Las estimaciones del fondo Franklin Templeton India, arrojan un crecimiento exponencial de la clase media, creando un gran mercado interno y convirtiendo al país en una nación de consumidores. En el año 2010, la clase media estaba conformada por 63,4 millones de personas y efectuó un gasto de 403.300 millones de dólares. Para 2020, Franklin Templeton prevé que haya 284,3 millones de personas en la clase media que efectuarán un gasto de consumo de 1.741.700 millones de dólares, mientras que para el año 2030, se espera que la clase media india abarque alrededor de 1.167,7 millones de personas que consumirán 8,832 billones de dólares.

Invertir en África sí, pero siendo selectivo

La época del  crecimiento medio de África del 5% de la década de los años 2000 ha quedado atrás: para 2017 se espera un 2,9%.

Desde Euler Hermes atribuyen el frenazo sobre todo a la montaña rusa en los precios de las materias primas, un fenómeno que ha llevado a las dos mayores economías del continente, Nigeria y Sudáfrica, a ver sus previsiones de crecimiento recortadas a la mitad.

La bajada de precios de las materias primas ha conllevado un menor volumen de divisa extranjera en las arcas de los países africanos, provocando la depreciación de las distintas monedas locales y el enfriamiento de la economía al no poder importar productos extranjeros con la misma facilidad.

No obstante, eso no significa que ya no queden oportunidades en el continente, sino que habrá que buscar y seleccionar mejor las opciones de inversión. 

Mientras que Nigeria entra se desacelera, Costa de Marfil o Etiopía finalizarán el 2017 con un incremento del PIB estiamdo mayor al 7,5% en ambos casos.

Sobre la firma

Fernando Belinchón
Madrid. 1994. Máster en periodismo económico por la Universidad Rey Juan Carlos. Redactor de la Mesa Web de CincoDías. En el periódico desde 2016.

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