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Tribuna
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Las finanzas y un mundo mejor

Para responder a las necesidades de ‘las sin banco’ de acceder al crédito, ahorrar de forma segura o adquirir seguros surgen las microfinanzas

Es posible, e incluso probable, que después de esta larga crisis financiera que hemos sufrido, a más de uno le haya salido una sonrisa irónica al leer el título de este artículo.

Sin embargo, la inclusión financiera ha significado un gran avance para la sociedad. El acceso a los mercados financieros permite planificar nuestras vidas mejorando la gestión de nuestros gastos y de nuestros ingresos. Adquirimos la vivienda mediante una hipoteca, financiamos el coche, bodas, vacaciones e incluso operaciones estéticas. Utilizamos la tarjeta de crédito para ir al supermercado, rellenar el tanque de gasolina, e incluso pagar la cuenta del restaurante. Compramos productos y servicios en el presente para pagarlos en el futuro, con un coste, el tipo de interés.

Ganar dinero cuesta trabajo y esfuerzo. Las entidades financieras nos ofrecen la posibilidad de ahorrar el dinero de una forma segura. Mediante una cuenta corriente, un plazo fijo o una cartera de valores, los bancos nos permiten proteger nuestros ahorros y al mismo tiempo, generar una rentabilidad para salvaguardar nuestro dinero de la inflación.

Las entidades financieras asimismo nos ofrecen proteger aquello que consideramos más querido mediante un seguro de vida, un seguro médico o un plan de pensiones.

"Uno de los factores que está contribuyendo de forma notable a la inclusión financiera es la tecnología"

En definitiva, la inclusión financiera nos posibilita organizar y planificar, aumentando de esta forma nuestra calidad de vida. Sin embargo, esta inclusión financiera no es global.

Existe otra realidad, la de las sin banco, aquellas personas que no tienen la posibilidad de abrir una cuenta corriente, contratar un seguro y, por supuesto, solicitar un préstamo.

La vida es complicada para las sin banco. Al no disponer de una cuenta donde depositar su dinero, se ven obligados a buscar otras formas de ahorro. Adquieren alimentos, con el riesgo de que se estropeen, compran animales, susceptibles a enfermedades, incluso hay quienes esconden sus ahorros debajo del colchón.

Este tipo de personas solo pueden comprar productos cuando los necesitan y no siempre en la cantidad adecuada. Van a los mercados donde adquieren los artículos indispensables en cantidades mínimas, pagando un precio por unidad más alto.

En otras palabras, ser pobre resulta caro. Las necesidades se cubren a medida que van surgiendo y la planificación no existe, se vive al día.

Según el Banco Mundial, hay 767 millones de personas que viven en la pobreza extrema, con menos de 1,90 dólares al día. Además, se estima que el 75% de las sin banco son mujeres.

Para responder a las necesidades que tienen las sin banco de acceder al crédito, ahorrar de una forma segura, líquida y rentable, además de adquirir seguros, surgió el concepto de las microfinanzas. El objetivo de las entidades microfinancieras es satisfacer las necesidades de estas personas, proveyéndolas con servicios financieros para gradualmente integrarlos en el sistema formal.

En zonas rurales de Indonesia es común ahorrar en animales. Entidades microfinancieras como Bank Rakyat ofrecen productos de ahorro a la gente más necesitada. Uno de sus clientes comenta: “Yo antes ahorraba en cabras, pero las cabras requieren mucho trabajo. Ahora todos los que antes hacían funciones de pastores están en el colegio. En la actualidad no tenemos tiempo para ahorrar en cabras. Preferimos ahorrar en el banco”.

La inclusión financiera crece con fuerza. Entre 2011 y 2014, 700 millones de adultos abrieron por primera vez una cuenta bancaria. El mercado del microcrédito es dinámico, con un volumen de 96,000 millones de dólares y un crecimiento del 16% anual.

Uno de los factores que está contribuyendo de forma notable a la inclusión financiera es la tecnología. En Kenia, empresas de telefonía móvil como M-Pesa han revolucionado el sector ofreciendo la posibilidad de recibir préstamos, enviar o recibir transferencias vía SMS. Una vez recibido el mensaje la persona puede reenviar el dinero mediante otro mensaje o cobrarlo en efectivo con cualquier agente homologado. Este sistema permite disponer de servicios financieros para aquellas personas que habitan en las regiones más remotas, sin necesidad de tener una oficina cerca. El sistema se ha expandido rápidamente por buena parte de África y Asia.

En épocas de crisis es fácil perder la perspectiva. Las finanzas se crearon para mejorar nuestra calidad de vida, mediante la planificación en base a ingresos futuros, el ahorro de una manera segura y la protección de lo que más queremos. El siguiente paso ha de ser la inclusión financiera global. Así, las finanzas ayudarán a crear un mundo mejor para todos.

José Ignacio Zabaleta es miembro de CFA Society Spain y profesor de la Escuela de Negocios MBA.

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