Menos estímulos, rebaja de los tipos... ¿Qué se espera de la cita del BCE?
El BCE se enfrenta a su cita de hoy entre rumores de una reducción del programa de compra y una retirada de la facilidad de depósito. En un entorno en el que los bonos potencialmente adquiribles empiezan a reducir, Mario Draghi dará a conocer sus planes para los próximos meses. Esto es lo que esperan los expertos.
Las últimas semanas han estado marcadas por los rumores. Si al principio fue la idea de que el BCE estaba estudiando reducir el volumen de compras mensuales fijadas en 80.000 millones, ahora las miradas pasan a centrarse en la posibilidad de que Mario Draghi adquiera bonos por debajo del -0,4%, nivel en que permanece la facilidad de depósito. Es decir, el dinero que los bancos deben pagar al organismo europeo por dejar el dinero en su caja fuerte.
Aunque de momento no hay nada confirmado, la idea que se desprende de todo esto es que el banquero italiano comienza a encontrar dificultades para ejecutar su programa de compra de activos que tiene por objeto devolver la estabilidad a los precios, abrir el grifo del crédito y afianzar la recuperación de la zona euro.
Con este escenario como telón de fondo, el BCE celebra la reunión, penúltima del año, en un momento en el que las rentabilidades de la deuda parecen haber tocado fondo. Draghi se enfrenta a un periodo en el que más que nuevas medidas, lo que deberá es realizar ajustes en su programa para adaptarse a la evolución de los acontecimientos.
Los expertos no esperan grandes novedades, pero creen que las declaraciones de la rueda de prensa que sigue al consejo del gobierno serán seguidas muy de cerca por los inversores. Y todo ello en un momento en el que los acontecimientos políticos marcan la agenda.
Félix González, socio director de Capitalia Familiar, considera que el problema en realidad obedece a una escasez de papel en el mercado que se combina con la negativa de muchos tenedores de bonos a vendérselos al BCE. Una solución a esta situación pasaría por la mutualización de la deuda, una idea descartada debida a la férrea oposición de Alemania.
Las compras llevadas a cabo por los bancos centrales de cada país bajo la coordinación del BCE se realizan en función del peso de los Estados en la composición del organismo europeo. El problema es que estos países que centran las adquisiciones de la institución están reduciendo sus emisiones, de manera que Draghi se estaría quedando sin municiones antes de lo previsto. Por si esto no fuera suficiente muchos tenedores de bonos potencialmente adquiribles se niegan a deshacer sus posiciones.
- ¿Qué alternativas le quedan a Mario Draghi?
El experto señala que la rebaja de los precios podría interpretarse como una medida de presión para que los actuales tenedores vendan la deuda al BCE ante las dificultades de obtener rentabilidades atractivas. Junto a esto, el experto de Capitalia Familiar baraja la idea de una rebaja del rating en la deuda que compra, algo que no termina de convencer porque pondría en dificultades el balance de la institución.
Las otras opciones que estarían estudiando sería la de flexibilizar algunos criterios la adquirir más porcentaje de determinadas emisiones o ampliar los límites de compra fijados en el 33%. Con independencia de lo que se decida –los cambios se adoptarían previsiblemente en la cita de diciembre- Felix González considera que el mercado de deuda ya no tiene mucho más recorrido. Es decir, que las rentabilidades parecen haber entrado en una nueva fase de estabilización.
En la misma línea se mueve Estefanía Ponte, de BNP Paribas. La experta cree que, de adoptarse los cambios en diciembre, serán cuestiones técnicas para cubrirse del repunte de los tipos de la deuda. La experta desecha la idea de una reducción del importe de deuda y señala como ejemplo la actuación de la Reserva Federal.
“Antes de iniciar el tapering (reducción de los estímulos) la Fed dejó de comprar y un año después comenzó a reducir los importes”. Ponte no descarta que el BCE lleve a cabo un ampliación del periodo, fijado actualmente en marzo de 2017 para evitar un repunte brusco de las rentabilidades.
Eso si, la analista cree que los tipos en negativo de la deuda alemana han llegado a su fin debido a varios motivos. Por un lado el contagio de EE UU, en donde con toda probabilidad la Janet Yellen llevará a cabo la segunda alza de los tipos, algo que presionará hacia arriba al bono estadounidense a diez años. Y por otro, el repunte de los precios del crudo que se traduce una recuperación de la inflación.
Mariam Fernández, responsable de renta fija de Andbank, apunta a que un tapering ahora sería demasiado prematuro. Como alternativa la experta bajara otras opciones tales como flexibilizar la participación no de manera generalizada sino a través de desviaciones puntuales. La retirada del porcentaje de la facilidad de depósito como límite para las compras permitiría comprar bonos alemanes con vencimiento en siete años. Fernández fija diciembre como el mes para la adopción de los cambios, coincidiendo con la publicación de la previsiones para los próximos tres años.
Este jueves lo que sí podría hacer Draghi es dar pistas a los inversores de cómo avanzan los grupos de trabajo que se han constituido en la pasada reunión. La responsable de renta fija de Andbank no espera un descenso de las rentabilidades en la deuda pública y más después de que los bancos centrales se hayan percatado de que sus políticas se han traducido en unos tipos demasiado bajos y unas curvas muy planas, algo que pasa factura al sector bancario y asegurador. “Las medidas que se adopten en un futuro irán encaminada a recuperar la pendiente de las curvas”, apunta.