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Entrevista a Jesús Pérez y Marta Plana, presidente y vicepresidenta de AEFI

“La discusión entre ‘fintech’ y banca desaparecerá en dos años”

Los impulsores del lobby español de firmas financieras de corte tecnológico reclaman una regulación propia y la colaboración de la banca tradicional Advierten que si España no desarrolla el sector desembarcará competencia foránea

Jesús Pérez y Marta Plana, presidente y vicepresidenta de la Asociación Española de Fintech e Insurtech
Jesús Pérez y Marta Plana, presidente y vicepresidenta de la Asociación Española de Fintech e InsurtechManuel Casamayon
Juande Portillo

Aseguran que llegan para “democratizar los servicios financieros”, para impulsar en la banca la revolución que en su día provocaron las aerolíneas low cost en el negocio del transporte. Son un nuevo grupo de empresas especializadas que dicen ofrecer servicios de forma más ágil, inmediata, flexible, transparente y barata que la banca tradicional, a menudo desde el teléfono móvil. Así lo explican desde la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI), el lobby, apoyado por el el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), con el que desde el pasado febrero han cobrado voz 70 de estas firmas financieras y de seguros basadas en soluciones tecnológicas. Su presidente, Jesús Pérez (responsable de Bolsa.com), y Marta Plana, vicepresidenta (fundadora de Digital Origin), reciben a este diario en el campus Google de Madrid para explicar qué depara este emergente sector.

Pregunta. ¿Cómo explicaríais qué son las fintech?

Jesús Pérez: Son un grupo de empresas que están apostando mucho por la innovación, que tienen un ADN digital y que están proponiendo unos nuevos servicios financieros que antes la tecnología no permitía.

P. ¿Quiénes son los máximos representantes de este sector en España y qué suponen para el país?

J. P.: Cada vez hay más de estas empresas en España, ya hay algunas que tienen 200 trabajadores y que facturan millones de euros. Algunas de las principales son Fintonic, Ebury, Housers, iAhorro, Bankimia, o Digital Origin. Y estamos en un entorno donde la regulación es tan complicada que hay empresas que siendo españolas están ubicadas en otros países. La única institución que está intentado regular lo que son estos nuevos servicios financieros somos nosotros. Ningún banco está apoyando este tipo de regulación. Y es una actividad que genera mucho empleo. Tenemos que intentar que no se vean forzadas a irse a otros países.

P. ¿De cuánto empleo hablamos?

J. P.: Calculamos que más de 1.500 personas pero creemos que se puede multiplicar a 10.000 a nada que haya un par de medidas que permitan que las empresas puedan arrancar nuevos negocios. Muchas empresas mueren antes de arrancar por no tener la licencia. En Reino Unido son 60.000 o 70.000 empleados.

P. ¿Qué son las fintech para la banca, un competidor, un socio, una pieza de caza que adquirir e integrar?

Marta Plana: Somos entes colaboradores, también hay un grado de competitividad porque eso es lo que hace que en el mercado se genere producto, pero la banca tradicional está en un momento de transformación y las fintech ayudan en ese proceso.

P. ¿Qué áreas de negocio de la banca tradicional han colonizado las fintech?

J. P.: Han empezado fuerte en la parte de pagos, donde hay ya mucho volumen en transacciones, pagar siempre ha sido muy ineficiente; en lending, muchas empresas están dando crédito donde antes la banca no llegaba; también está la parte de inversión, como la inmobiliaria, dando una forma de invertir diferente a gente que no podía hacerlo en vivienda; los roboadvisors, que están empezando a introducir también gestión de banca privada low cost para gente que no tenía capacidad de diversificar carteras; en factoring; domiciliaciones… Las fintech proponen un sistema financiero más eficiente y eso es una ventaja competitiva para un país, mejora la eficiencia empresarial.

P. ¿Hay algún área de actividad que quedará solo para la banca tradicional?

J.P.: La discusión entre fintech y banca desparecerá en un par de años como ha desaparecido la de medios digitales o tradicionales, ya no hay prácticamente medios que se consideren solo de papel. Por ese lado, dar depósitos, que requiere licencias de 16 millones de euros, va a ser más complicado de replicar por parte de las fintech, puede ser lo último que se aborde, pero no veo límites a emprender dentro del sector fintech.

P. La banca acaba de lanzar su porpia solución de pagos entre pares, Bizum, ¿es su respuesta a las fintech?

M.P.: Me recuerda mucho a Yaap, que lanzaron CaixaBank, Telefónica y Santander. Invirtieron muchísimo dinero y se paralizó porque no tenía resultado. Innovar en España es extraordinario pero en una gran empresa acarrea una cierta limitación, no son ágiles como las fintech.

J.P.: Diría que si un banco ya no es suficientemente ágil, muchos bancos trabajando juntos tienen un reto importante. En general suena un poco defensivo. Deberían ser iniciativa más abiertas y con más jugadores que no sean solo banca. Deberíamos empezar a articular un discurso más nacional, más que fintech y banca, proponer soluciones que sean más competitivas para el país y en las que todo el sector pueda proponer algo que pueda escalar a nivel mundial, más que que sirva a la banca protegerse. Me parece una solución muy local y muy acotada a la banca.

P. ¿En qué momento decidís que es necesaria una asociación del sector?

J.P.: Hicimos una conferencia en el IEB donde nos juntamos 70 u 80 empresas y nos dimos cuenta de que no estábamos representados, que la gente no conocía qué era fintech y que todos estábamos gastando mucho esfuerzo en tratar de salvar barreras. Éramos muchos y decidimos tener una voz conjunta. Decidimos hacer la asociación con unas 70 empresas, ahora hemos identificado que hay 190 en España. Cada día incorporamos tres o cuatro. Cada semana se crea una fintech en España. Nos dimos cuenta de que realmente estábamos tratando con muchos tipos de servicio financiero y que debíamos organizarnos en verticales:pagos, lending, crowlending, asesoramiento y gestión patrimonial, finanzas personales, divisas o crowd inmobiliario. Y tratamos de crear un libro blanco en el que cada una detalle qué falta a nivel regulatorio.

M.P.: Es una batalla de nuevos entrantes con los dominantes, que no significa necesariamente que vayas a minimizar su cuota de mercado, pero sí que vas a competir y quieres hacerlo en igualdad de condiciones. Una asociación cambia totalmente la visibilidad que tienes.

P. La AEFI colabora en iniciativas para hacer global la fintech española, ¿puede el país beneficiarse del brexit?

J.P.: Tenemos muchas ventajas en España: coste de la tecnología, de los expertos en tecnología, implantación del móvil, clima... Barcelona y Madrid son dos hub bastante importantes. No hay muchos países que tengan dos. Lo que a día de hoy nos lastra más es el tema regulatorio, de licencias y agilidad. Y con Latinoamérica, tenemos relación y es un mercado que España podría liderar.

P. ¿Qué interlocución habéis encontrado en las patronales bancarias?

M.P: Nosotros fuimos a la AEB [Asociación Española de Banca], nos pidieron que les explicáramos qué era y cómo podíamos colaborar pero luego no ha habido colaboración alguna. Ellos consideran que son una asociación que representa a la banca tradicional y que nosotros les robamos cuota de mercado.

J.P.: No vemos mucho interés, en general, desde esa parte en apoyar lo que estamos haciendo. Su objetivo hoy es que no cambie nada, creemos que es una estrategia equivocada.

P. Pero públicamente, los grandes bancos vienen diciendo que están encantados de colaborar con las fintech, de impulsarlas e innovar con ellas...

J.P.: No es verdad. Lo más importante que ahora mismo hay para desarrollar el ecosistema fintech sería el libro blanco y tenemos instituciones que han rechazado colaborar con 5.000 euros, como BBVA que es una de las abanderadas. Y esos negocios podrían hacerlos ellos luego, nadie limita que hagan crowdlending, crowfunding. El fondo de Santander de innoventures no invierte en España... Si repasas lo que ha invertido cualquier banco español en fintech... Cualquier fondo ha invertido más que la mitad del sector. No han invertido absolutamente nada, lo único que han hecho son aceleradoras, congresos, dándoles 5.000 euros a las startups y poco más. Y vamos a empezar a ver adquisiciones desde fuera de fintech españolas, va a ser una forma muy fácil de entrar en el mercado español, los precios de las fintech españolas son bajos. Va ser una oportunidad para que bancos internacionales entren en España cogiendo cuota de mercado.

M.P.: Hay que mimar a las compañías españolas aunque sean de internet. Sobrevivimos a este mercado, con esta legislación y pagando impuestos en este país. Tenemos el mismo derecho que muchas otras compañías bancarias a poder generar negocio aquí.

P. Decís que se crea una fintech a la semana, pero ¿cuánto sobreviven, cual es la tasa de mortalidad?.

J.P.: ¿Cuántas startups han tenido que generarse para que haya un Spotify?. La tasa de mortalidad será del 70 u 80% pero habrá procesos de concentración, está pasando, y se crearán grandes jugadores.

P. La pérdida de confianza en la banca tradicional ha pasado factura al sector, ¿cuánto pesa esa responsabilidad ahora que entran en este mercado?

M.P.: La gente va a entender que hay mayor seguridad, agilidad, y que dar sus datos ya no es extraordinario porque lo hacen continuamente con el móvil. Debemos corresponder con transparencia, con regulación y supervisión. Dentro de esa transferencia de confianza es donde generamos el valor reputacional que nos permitirá permanecer en el tiempo.

“Podríamos ir mucho más rápido si hubiera Gobierno”

Paradójicamente, la falta de una regulación específica para las fintech es señalada a la vez como la principal barrera de entrada al mercado de masas por parte de las firmas de este sector emergente, y como la principal ventaja competitiva de la que se están aprovechando para robar cuota a la banca, según las críticas de las entidades tradicionales. “Hay un mantra que dice que las empresas fintech no quieren regularse o que aprovechan la no regulación para ser más eficientes y desde la Asociación Española de Fintech e Insurtech lo que queremos es todo lo contrario. Lo que dice la banca es incierto, el no estar regulado nos dificulta enormemente la financiación porque el inversor no quiere, y para el cliente final también es un problema. Es al revés, lo que queremos es que todo lo que estamos haciendo esté regulado”, expone el presidente del lobby de las firmas financieras de corte tecnológico advirtiendo que “otra cosa es que tengamos que ser un banco”.

En este punto, la vicepresidenta de la asociación, experta en la rama legislativa, defiende la necesidad de una regulación “asimétrica” en función del campo de negocio y las responsabilidades de cada competidor. “España es un hub de tecnología financiera y debemos encontrar los parámetros regulatorios para que estas empresas dinamicen la economía y permanezcan en el tiempo en un país en el que pueden generar muchísimo dinero y muchísimo valor”, reclama.

“Empieza a haber mucho interés por la parte institucional pero creo que es importante que pongan recursos para agilizar los trámites. Ahora mismo estamos colapsados con el tema del crowdfunding, se han dado cinco licencias y hay casi 40 pedidas. El retorno de tener a cinco o seis personas dedicadas a esto es tan grande en términos de PIB que creo que merece la pena”, plantea Pérez, que apunta que el empleo de 600 personas depende de la consecución de dichas autorizaciones.

En todo caso, ambos coinciden en señalar la importancia de desarrollar un libro blanco de la normativa específica de las fintech que sea fruto del diálogo entre estas firmas, la banca tradicional y las autoridades, pero destacan el freno que ha supuesto la parálisis política. “La ausencia de Gobierno genera cierta inestabilidad en la economía y en la toma de decisiones. De hecho, no vamos a presentar el libro blanco hasta que no haya un Gobierno consolidado porque la toma de decisiones no va a poder realizarse”, avanza Plana. “Podríamos ir mucho más rápido con todo lo que estamos intentado si hubiera Gobierno. Si estuviéramos sin Gobierno cuatro meses más, tendría un impacto para el sector de fintech”, agrega el presidente de la asociación.

“La regulación siempre conlleva impulso político. Aquí en España estamos haciendo muchísimas iniciativas pero Bruselas nos puede dar mayor paraguas y fuerza para que sea una realidad”, avanza Plana, revelando que están manteniendo reuniones con los comisarios europeos para desarrollar esta materia. “Tenemos la oportunidad de que Europa lidere algún tipo de innovación en finanzas que no ha liderado en temas de internet. Estamos intentando que esa legislación vaya más rápido porque si no va nos va a pasar lo mismo que con Google, Apple y Facebook, que no tendremos ningún jugador financiero aquí”, argumenta Pérez.

Desde la asociación subrayan la importancia que tendrán el desarrollo de normativa europea como la directiva de pagos, que permitirá a terceros acceder a la base de clientes de la banca. “El data es el dinero, y es lo que te lleva a tener o no clientes. La directiva europea nos va a ayudar a las fintech a entrar a ver qué bases de datos tienen los bancos”, avanza Plana.

Pero desde la asociación defienden que es clave una regulación específica. “En Londres hay modelos que hacen que aquí vas a la cárcel porque no están regulados, es ilegal. Y en Inglaterra te invitan a ir para allá. Lo fácil es irse a Londres, y varios se han ido ya. Hay que ser un héroe para quedarse, porque aquí hay riesgo legal y penal”, asegura Pérez.

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