Cajamar contrata a Nomura y Barclays para colocar deuda
Las buenas condiciones de financiación que existen en el mercado, fruto de la política monetaria del Banco Central Europeo, no pasan desapercibidas para nadie. El último en querer sumarse a esta tendencia es el Banco de Crédito Cooperativo (BCC), controlado por Cajamar.
El grupo constituido por 32 cajas rurales se encuentra sondeando el mercado para colocar deuda. De momento, poco se conoce al respecto. El banco contratado para la operación es Nomura, que junto a Barclays, se encargará de coordinar y llevarla a buen puerto. Todavía no hay una fecha cerrada para la colocación, pero según fuentes financieras está previsto que se produzca a finales de mes. El importe, previsiblemente, no superará los 500 millones.
La última vez que Cajamar acudió al mercado de deuda fue en octubre de 2015 cuando llevó a cabo una emisión de cédulas hipotecarias a cinco años por importe de 750 millones.
El precio de colocación fijado en aquella ocasión fue de 80 puntos básicos sobre el midswap (índice de referencia de las emisiones a ese plazo). La rentabilidad que pagaban por aquel entonces era del 1,122%.
En la colación de octubre de 2015 las órdenes recibidas se situaron por encima de los 850 millones. De acuerdo a lo señalado por la entidad, la elevada demanda tanto nacional como internacional evidenciaba el respaldo de los inversores institucionales a la actividad financiera de la banca cooperativa española, liderada por Banco de Crédito Cooperativo-Grupo Cooperativo Cajamar.
Santander, JP Morgan, Natixis, Nomura y Deutsche Bank fueron, en octubre del pasado año, los bancos colocadores.
Anteriormente, ese mismo año, en concreto en el mes de enero, Cajamar Caja Rural realizó una emisión de cédulas por el mismo importe: 750 millones de euros.
Dejando al margen BCC, la última entidad hasta la fecha que ha colocado cédulas ha sido Ibercaja. La entidad aragonesa ha vendido 500 millones de euros a siete años.El precio de la colocación alcanzó los 22 puntos básicos sobre midswap, inferior al del Tesoro Público para ese periodo.
Bancos y empresas se afanan en aprovechar los bajos tipos de interés que imperan en la eurozona para colocar deuda a precios no visto hasta la fecha. El pistoletazo de salida para las emisiones tuvo lugar en marzo de este año cuando Mario Draghi anunció la ampliación del programa de compra de deuda y la inclusión de bonos corporativos.