El Thai Garden vuelve a los orígenes
El primer tailandés que abrió en España regresa al barrio de Salamanca
Es algo más que un restaurante, es una filosofía de estilo de vida. Thai Garden supuso en los años noventa una revolución en el anodino mapa gastronómico de Madrid, en el primer local de la calle Jorge Juan, donde abrió el primer restaurante tailandés de España. Dos décadas más tarde, y después de diversos vaivenes y mudanzas al paseo de la Habana y más tarde a la calle Arturo Soria, regresa al barrio de Salamanca, a la calle de Recoletos, a una de las millas de oro de la gastronomía en estos momentos en la capital. Allí ha regresado el empresario Emilio Carcur, alma máter de este local de exuberante y frondosa decoración. El objetivo no es otro que crear un nuevo punto de referencia en el mismo barrio donde triunfó este concepto de restaurante, el colmo de la modernidad en su época.
Veinte años más tarde a pocos le sorprende ya comer con picante, como antes, cuando se temía al desconocido ingrediente. Hay mayor cultura gastronómica y sobre todo un mayor conocimiento de Tailandia, lo que lleva implícito la aceptación de un estilo de cocina apta para todos los gustos.
Thai Garden es un taller donde un equipo de chefs tailandeses recrean platos recopilados de antiguas recetas del Reino de Siam. Se trata de sabores y texturas de antaño, una propuesta culinaria que solo se elabora ya en algunas casas en Tailandia y que en el extranjero pocas veces se conocen, recetas también de la Casa Real Thai, al igual que sencillos platos populares. La propuesta gastronómica supone todo un ritual, con el típico snack, compuesto de distintos entrantes, como ensaladas de frutos, aves, mariscos o carnes, acompañados de refrescantes hierbas.
El aperitivo favorito de los thais es el tradicional plato kanthok, que se dispone en cuencos separados con cacahuetes frescos, trozos de lima, gambas pequeñas, coco rallado y tostada, guindilla, chalota picada y jengibre rallado. Se sirve sobre hojas frescas de betel, que el comensal rellena a su gusto y baña con salsa agridulce de coco. Un plato completo que activa todos los sentidos gustativos: dulce, salado, picante, agrio, ácido y amargo.
El curry es otro gran protagonista de la cocina thai, una de la insignias culinarias por su delicada preparación de 36 hierbas y especias diferentes. Aquí sirve para aliñar el pollo con leche de coco, y se preparan en el tradicional cazo de cerámica y al carbón.
El arroz y las pastas son la base. En este local el arroz se elabora en cuenco al carbón recubierto dentro de hojas de banano. El arroz khao phad thai se prepara salteado con verduras e ingredientes como gambas, piña, pollo, acabado con salsa de soja. El phad thai es un salteado de pasta de arroz con verduras y gambas.
Los woks, los salteados, se hacen al instante y varían según el producto de base que se utilice y las salsas que se les agregue en el momento de saltearlos. Entre los platos más demandados están el massaman thai (buey marinado en curry rojo), pollo con castañas de caju, kanom gib (empanadillas de cerdo y langostino cocidos al vapor), o pon-pia (rollitos de primavera).
Menú degustación: 36 euros (IVA incluido). Menú de mediodía (lunes a viernes): 22 euros. Precio medio de la carta: 35 euros.
Thai Garden: Recoletos, 4. Madrid. Tel. 918 397 970.