El FMI prevé que la deuda pública de España no bajará del 100% hasta 2019
Alerta de que España es el tercer país desarrollado en el que los ingresos públicos han caído más con la crisis
Palo y zanahoria para España. Si el martes, el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevaba la previsión de crecimiento para España este año y el que viene, situándola como la nación desarrollada cuyo PIB crecerá más en 2016, hoy ha emitido un informe muy crítico con las cuentas públicas españolas, con un déficit y una deuda muy por encima de lo que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.
La deuda pública se mantendrá por encima del 100% del PIB entre 2016 y 2018
El Ejecutivo que salga de las negociaciones que mantendrán los partidos políticos hasta el 31 de octubre o de unas terceras elecciones, previstas el 18 de diciembre, va a tener que afrontar un ajuste sin precedentes. El primer sobresalto se producirá en su reunión con la Comisión Europea, que todavía sopesa imponer una multa por el incumplimiento del déficit en 2015 y que reclamará los ajustes necesarios para cumplir con las metas fijadas para los tres próximos años. En su informe Fiscal Monitor, el FMI augura que España está en disposición de cumplir este año y el próximo la nueva y suavizada senda planteada en julio por Bruselas. Aun así, la deuda pública se mantendrá por encima del 100% del PIB al menos hasta 2018.
El desfase entre ingresos y gastos públicos se situará al cierre de este ejercicio en el 4,5% del PIB, lejos de 3,6% comprometido inicialmente por el Gobierno con las autoridades comunitarias, pero una décima por debajo de los nuevos límites planteados en julio por Bruselas. En 2017, el desfase se situará en el 3,1% del PIB, cifra que coincide con la senda suavizada de la Comisión Europea. En cambio, en 2018, los números rojos alcanzarán, según el FMI, el 2,7% del PIB, un porcentaje que supera el objetivo del 2,2% que exige Bruselas.
Los ingresos caen con fuerza hasta el 37,4% del PIB, a niveles de 2012
Un análisis sobre la evolución de los ingresos públicos revela que España es uno de los países desarrollados en los que la crisis ha erosionado más la recaudación. El informe prevé que los ingresos caerán con fuerza y cerrarán este ejercicio en el 37,4% del PIB, 3,5 puntos menos que en 2007, el año previo al estallido de la crisis. La comparación con los otros 34 países desarrollados que realiza el FMI muestra que España es la tercera nación donde los ingresos han caído más en el citado período. Solo Israel, con una merma de 3,9 puntos, e Irlanda, con un ajuste de 9,8 puntos (debido a sus rebajas impositivas para atraer capital extranjero). Otro dato que muestra el profundo impacto de la crisis en los ingresos es que la brecha de ingresos entre España y la media de la zona euro era de 3,8 puntos en 2007; ocho años después, la previsión del FMI apunta a que se doblará hasta los 8,6 puntos.
El gasto retrocede 1,2 puntos y se sitúa en niveles de 2008
Un desplome difícil de entender si se tiene en cuenta las numerosas subidas fiscales aplicadas desde que Rajoy llegó al Ejecutivo. Desde 2012 se subió el tipo general del IVA del 19% al 21% y el reducido del 8% al 10%, se subieron los tipos del IRPF, se suprimieron muchos de los beneficios en Sociedades, se incrementaron los impuestos al tabaco, al gasóleo y al alcohol. Entre 2012 y 2014 se recaudaron 28.301 millones por las subidas de impuestos. La clave se puede encontrar en el gasto público, que desde el inicio de la crisis ha pasado de suponer el 38,9% al 41,9% del PIB, lo que supone un aumento de dos puntos porcentuales frente a la caída de ocho puntos de los ingresos. Sin embargo, esa tendencia es justamente la contraria si reducimos el análisis a los cuatro años transcurridos entre 2012 y 2016: los ingresos cayeron una décima (del 37,5% al 37,4% del PIB) mientras que los gastos lo hicieron 6,1 puntos, al bajar del 48% al 41,9% del PIB.
Una tendencia al alza que no se corregirá en el futuro ante el elevado nivel de la deuda pública. En el programa de estabilidad remitido a Bruselas, el Ejecutivo auguraba que la deuda pública tocó techo en 2015 (99,2% del PIB) y que iniciaría una senda descendente que le llevaría hasta el 96% del PIB en 2019. Una visión radicalmente diferente a la que ofrece el FMI, que augura que el pasivo de las administraciones públicas de España volverá a crecer este año hasta el 100,1% del PIB y que se mantendrá por encima del 100% en 2017 y 2018. Un endeudamiento que tirará hacia arriba del gasto y que complicará aún más la senda de ajuste fiscal.
El pasivo mundial sube al 225% del PIB
El informe del FMI alerta de la escalada imparable de la deuda mundial que, según sus previsiones, alcanzará máximos históricos este año, al llegar a los 152 billones de euros, lo que supone el 225% del PIB. “Cerca de 100 billones corresponden a deuda privada y el resto a pública”, advierte el informe. Ese crecimiento sin control de la deuda privada es la mayor preocupación para el organismo dirigido por Christine Lagarde “ya que es el mayor riesgo para la recuperación económico global y la estabilidad financiera”, que también alerta del aumento del pasivo público en algunos países desarrollados, entre ellos España, “dada la migración de la deuda privada mala al balance de las administraciones públicas”.
En este escenario, Vitor Gaspar, director del departamento de Asuntos Fiscales del FMI, reclama la puesta en marcha de políticas fiscales para restablecer el crecimiento y la estabilidad. “La puesta en marcha de programas públicos que apoyen la reestructuración de la deuda privada y pública del sector financiero puede ser muy útil en países como China”, remarcó.
En el caso de los emergentes considera que sería fundamental la aplicación de políticas “amables” orientadas al crecimiento. Sin embargo también es consciente del aumento del déficit en muchos de ellos como consecuencia del desplome del precio del petróleo y del ajuste de la demanda mundial. “La velocidad del ajuste dependerá en cada caso de los recursos que disponga para hacer frente a ello”.