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El estudio del ADN permite avanzar en este campo

La medicina muy cerca de conocer la esperanza de vida de cada paciente

Iván Martín Barbero

El saber cuándo se va a morir es una búsqueda que existe casi desde que el hombre es hombre. Los avances tecnológicos y científicos están cada vez más cerca de proporcionar, al menos, un momento estimado de que esto ocurra (lo que para muchos será información útil, mientras que para otros casi un trauma). El caso, es que en la Universidad de UCLA en EEUU han elaborado un estudio que da pasos de gigante al respectos la esperanza de vida.

El grupo liderado por Steve Horvath, en el que han participado 65 científicos más, han elaborado un estudio en el que mediante el uso de diferentes técnicas basadas en el ADN se puede establecer de una forma bastante concreta cuál es la esperanza de vida de cada paciente. Y, por lo tanto, conocer tanto si comenzarán los problemas físicos graves como los que pueden llevar a la muerte. Suena algo tétrico, sí, pero es un paso muy importante para la medicina.

Mediante la aplicación de diferentes métodos moleculares se ha podido conocer la tasa de envejecimiento de cada una de las personas que han participado en el proyecto, que superan las 100. Y, de esta forma, se ha llegado a localizar el momento en el que el cuerpo de estas llega a su límite, ya que compara tanto la información proporcionada por la sangre y otros tejidos, lo que de forma combinada ha servido para establecer lo que denominan como “fin de la vida útil” -que no tiene que ser necesariamente la muerte, pero que es un punto en el que esta puede suceder.

La comparativa es esencial

Esto es así ya que conociendo la medida cronológica y la biológica, y la aplicación de un reloj epigenético, la comparativa es la que establece el momento preciso en el que sucede el “problema” del que hablamos. Así, por ejemplo, se da respuesta a los fallecimientos de personas jóvenes que realizan una vida saludable: sus cuerpo, como tal, llega a un punto que ha envejecido antes de lo esperado. Incluso, en el estudio se ha comprobado que individuos con los mismos hábitos y edades tiene un envejecimiento dispar,m con variaciones de hasta el 10%.

El caso, es que gracias a este estudio científico de la Universidad de UCLA el conocer el momento aproximado en el que un cuerpo está llegando al límite de su tiempo es cada vez más preciso,lo que ayudará a los médicos (no tanto a los aprensivos). Pero, el caso es que esta información es muy valiosa en un ámbito global, ya que no se debe esperar que el envejecimiento de la población mundial es una realidad, tanto es así que en 2017 las personas mayores de 65 años superarán por primera vez a los mejores de cinco años y, esto, es un problema realmente grave para el futuro.

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