VW, más cerca de la solución a la crisis del diésel
La automovilística pretende cerrar un acuerdo en EEUU para los motores diésel de 3.0 litros a finales de octubre. No hay arreglo aún previsto ni posibilidad de recompra para los usuarios
El consorcio automovilístico alemán Volkswagen está a punto de alcanzar, a principios del próximo mes de octubre, un acuerdo final con las autoridades de Estados Unidos en relación con los motores diésel de 3.0 litros que incorporaban un software que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). Hasta ahora, la compañía solo tenía un acuerdo cerrado para los motores diesel de 2.0 litros, los que agrupaban mayor número de afectados en EEUU y en el mundo.
Así lo indicó el responsable de Ventas y Marketing de la automovilística Audi, una de las enseñas bajo el paraguas del grupo VW, Dietmar Voggenreiter, en una entrevista concedida a Reuters. En ella, Voggenreiter señaló que las negociaciones en Estados Unidos en relación con el motor diésel de 3.0 litros en modelos de Audi, Porsche y Volkswagen están progresando de forma positiva.
“Estamos manteniendo verdaderamente buenas discusiones con las autoridades de Estados Unidos. Ojalá que en octubre, como tarde a principios de noviembre, tengamos un acuerdo final con Estados Unidos”, añadió el directivo de la firma de los cuatro aros, la enseña más afectada por la manipulación de estos motores diésel de mayor tamaño y cilindrada.
El grupo Volkswagen admitió el pasado mes de septiembre que había incorporado un software que alteraba las emisiones de unos once millones de vehículos con motor diésel cuando eran objeto de pruebas de laboratorio para cumplir con los objetivos medioambientales, aunque en condiciones normales emitieran hasta 40 veces más.
La compañía acordó con las autoridades de Estados Unidos el pago de hasta 13.909 millones de euros para la recompra o reparación de 475.000 modelos de las marcas Volkswagen y Audi con motor TDI de 2.0 litros afectados. No obstante, este acuerdo no incluía la reparación o recompra de cerca de 80.000 vehículos de las marcas Volkswagen, Audi y Porsche que incorporan un propulsor diésel de 3.0 litros que también montaba este software.
“Estamos sólo en negociaciones por lo que no puedo valorar cómo van a juzgar las autoridades nuestras soluciones técnicas, pero pienso que tenemos buenas soluciones técnicas”, aseguró el directivo de Audi.