El FOMC dividido (imagino que realmente, por algo más que por los tipos de interés)
La Reserva Federal hizo públicas sus acta de su última reunión, el pasado 26 y 27 de julio, en las que se aprecia que fue una de las reuniones más divididas que ha tenido lugar: un miembro del comité (Esther L. George, presidenta de la Fed de Kansas City) solicitó una subida inmediata de los tipos de interés, dos señalaron la necesidad de endurecer próximamente la política monetaria (si continúan llegando datos alentadores de la economía) mientras que el resto inclinaba por esperar a hasta ver más datos.
Tras dos meses de resultados "pobres" (abril y mayo) los datos de empleo de junio y julio han alentado a los miembros del FOMC que ven como el mercado laboral se había fortalecido y que la actividad económica había continuado expandiéndose a un ritmo moderado. "A fin de cuentas, las nóminas y otros indicadores del mercado de trabajo apuntan a un cierto aumento en la utilización de mano de obra en los últimos meses", apunta el acta. El gasto de los hogares, otro de los indicadores seguidos por el FOMC, también creció fuertemente, pero la inversión en bienes de equipo fue muy débil (por tercer trimestre consecutivo). No obstante y en general, los miembros del FOMC coincidieron en declarar que los indicadores económicos internos habían cambiado poco con respecto a la reunión anterior aunque señalaron que los riesgos a corto plazo de la economía habían disminuido. Sin embargo, algunos señalaron que el "Brexit" había creado incertidumbre sobre las perspectivas a medio y largo plazo para las economías global que podrían afectar a las condiciones económicas y financieras de EEUU. Las actas reflejan un tenso debate pero la conclusión fue "... antes de [subir tipos], sería prudente acumular más datos que refuercen el momento del mercado laboral y la actividad económica".
Comercio internacional
Japón registró en julio un superávit comercial de 513.510 millones de ¥, un 25,9 % inferior al registrado en junio (693.090 millones de ¥). El año pasado en julio se registró un déficit de 261.391 millones de ¥. No obstante, las exportaciones caen un 14,0% interanual y las importaciones de desploman en un 24,7%. Por países, con China, su primer socio comercial, Japón registró en julio un déficit comercial de 265.961 millones de ¥ (-44,0% interanual). Con Estados Unidos, su segundo socio comercial, logró un saldo positivo de 594.013 millones de ¥ (-8,1% interanual), mientras que con la UE, su tercer socio comercial, Japón tuvo un déficit de 1.134 millones de ¥ (-98,6 % interanual).
Ya la semana pasada tuvimos los datos de la Oficina Nacional de Estadística de China que mostraron un aumento del superávit comercial chino a los 52.300 millones de $, el más elevado desde el registrado el enero pasado (+63.287 millones de $), como resultado de un desplome de las importaciones (-12,5% en tasa interanual) que sugiere que la demanda interna está débil, acompañado de una leve caída de las exportaciones (-4,4% interanual). El dato vuelve a apuntar a una desaceleración global de la economía. La economía de China acumula ya 21 meses de caídas consecutivas en las importaciones mientras que las exportaciones han caído en 12 de los 13 últimos meses. Por regiones, las exportaciones China a EEUU, su principal mercado comprador, han bajado un 2%, mientras que a la Unión Europea, su segundo mercado, han retrocedido un 3,2%. Estas últimas podrían descender más este otoño si se confirma la recesión en Reino Unido y un impacto negativo del Brexit en el resto de economías socias de la zona. Respecto a las importaciones, China ha bajado un 23,2% las compras que le hace a Estados Unidos. En lo que llevamos de año, las exportaciones chinas acumulan una caída del 7,4% y las importaciones un retroceso del 10,5%.
Alemania, el único país con tasas de crecimiento (media móvil de 12 meses) tanto de la importaciones como de la exportaciones empieza a notar un fuerte desaceleración en ambas. Y eso que ha disfrutado de un tipo de cambio devaluado (tanto para este país como para la UME en su conjunto) de manera excepcional por las políticas del BCE.
Tanta manipulación de los tipos de cambio para acabar en el mismo lugar que se empezó: en una desaceleración (cuando no recesión para muchos) que hará difícil, por no decir imposible, cualquier intento de normalización de la política monetaria americana. Probablemente lo contrario (o cuanto menos, más medidas de expansión monetaria) sea más cierto.
Con las palabras construimos la realidad, pero no son la realidad. Más declaraciones de “autoridades” diciéndonos que todo va bien, no nos hará ver la realidad de manera diferente. A los problemas económicos se unen ahora los políticos. Pero ambos están estrechamente relacionados. Tanta promesa incumplida, tanto engaño para mantener a flote la fantasia de que un modelo perverso y agotado, puede sobrevivir, solo puede acabar con la desafección de las poblaciones a sus "elites". El fuerte deterioro del bipartidismo político a nivel occidental no solo se observa, y de manera virulenta, en Grecia, Portugal o España (los pobres), sino también en los EEUU y el Reino Unido, los alumnos aventajados de este experimento fracasado de gestión de la crisis. Todo ello nos viene a advertir que el margen de maniobra de las autoridades es ya nulo y de que, fuera del discurso oficial, se nota por todos que “algo no funciona en el paraíso”. Estamos a un paso de tener más problemas.