El músculo del escalador
Durante su carrera, ha ocupado diversos puestos en Henkel, Cadbury y Mondelez
Como buen aficionado a la escalada, José Luis Saiz (Valencia, 1968) es amante de las alturas y la superación personal. Su último logro ha sido su nombramiento como nuevo consejero delegado y director ejecutivo de Calidad Pascual, un paso más en su carrera profesional centrada en las compañías dedicadas al gran consumo. Saiz sustituirá a Ignacio García-Cano, en el cargo desde 2012, y tendrá que afrontar los objetivos que la compañía española, con amplia presencia internacional, se propone de cara a los próximos años.
La gestión de una gran empresa no es algo nuevo para este aficionado a los deportes (además de practicar escalada, recientemente ha confesado su interés por el tenis y se declara un hincha del Athletic Club de Bilbao), que además cursó un máster en Dirección de Marketing y Ventas en el ESIC. Comenzó su carrera en Henkel Ibérica –la división para España y Portugal de la empresa manufacturera alemana de productos químicos comerciales e industriales– y en 2004 se incorporó a la multinacional de alimentación británica Cadbury, posteriormente adquirida por Kraft Foods, a su vez integrada en Mondelez International. Una trayectoria que le ha convertido en un experto en el área comercial y de ventas, en los canales de retail y de consumo inmediato.
Los que le conocen afirman que es una persona que se caracteriza por su “empuje”. “Le gusta tomar decisiones y asumir las consecuencias”, afirman. Todo ello le ha servido para escalar posiciones en su vida profesional. Su llegada a Cadbury, a la división para España y Portugal, procedente de Adams, fue en el cargo de director comercial. Sin embargo, en solo tres años ascendió a director general de la firma en España y 12 meses después dio el salto al extranjero y se convirtió en el responsable de la empresa en el sur de Europa (seis países de la zona). El ascenso continuó, y antes de que se produjese la integración de la compañía en Kraft, asumió el puesto de director de clientes europeos en Cadbury Europe. Durante esta época, Saiz trabajó para la unión exitosa de Kraft Foods y Cadbury, que concluyó en 2009. Poco después de la adquisición por parte de la empresa estadounidense, el valenciano asumió el puesto de director de ventas de la firma en España, un cargo que desempeñó durante dos años, hasta la integración, en 2012, en Mondelez International. Esto supuso un escalón más en su carrera, al ser nombrado director general del grupo para España y Portugal.
Su mujer y sus cuatros hijos han sido “fuente de motivación e inspiración y le han hecho una persona más cercana, flexible y humana”
Su posición en grandes multinacionales ha hecho que Saiz haya tenido que vivir en distintos lugares. Residió en Lisboa, Barcelona y en Suiza. Sin embargo, se queda con Madrid, donde se instaló hace seis años. Sus personas más cercanas afirman que le encanta “cómo tiran en la capital las cañas, mejor que en ningún sitio”.
En estos viajes ha estado acompañado por su mujer y sus cuatro hijos, que han sido “fuente de motivación e inspiración y le han hecho una persona más cercana, flexible y humana”, suele decir. Y es que para Saiz lo más importante son las personas, “el valor principal” de las empresas. Una de las cosas de las que más orgulloso se siente es de haber liderado equipos con los que ha obtenido grandes logros. Aunque también ha tenido que afrontar ciertos baches y, los más duros, han sido los despidos de compañeros.
Durante sus años en Mondelez, este “devorador de libros” –en este momento se encuentra inmerso en la lectura de Momentos estelares de la humanidad, de Stefan Zweig – hizo que la empresa se convirtiera en la compañía de gran consumo retail en España con mayor crecimiento de ingresos. Para ello, partió de tres ejes fundamentales: la innovación, la excelencia en el punto de venta y el desarrollo del talento.
Este conocimiento y experiencia deberá aplicarlo ahora en Calidad Pascual, pues ha de poner en marcha el nuevo Plan Estratégico 2020 del grupo y la recuperación de la senda del crecimiento y el liderazgo de sus principales marcas.
Durante los años de la crisis económica, García-Cano logró que Calidad Pascual se convirtiera en una empresa “más sana financieramente, más sólida en rentabilidad, más enfocada y más fuerte”, afirmó la dirección en un comunicado. Pese a ello, hasta 2013, la firma vio cómo disminuía su facturación año tras año e incluso vendió instalaciones en las que había realizado una gran inversión para centrarse en un catálogo de productos más limitado. En 2014, se produjo el cambio en el seno de la empresa: el Grupo Leche Pascual pasó a llamarse Calidad Pascual con el objetivo de desligarse del negocio lacteo.
La caída de ventas sufrida durante la recesión ya ha cesado, aunque los ingresos cayeron en 2015 un 4% hasta los 690 millones. Ahora empieza una nueva etapa en la que “recuperar la senda del crecimiento y del liderazgo de las marcas clave de la compañía”. El objetivo es volver a lograr en cinco años la cifra de negocio récord obtenida antes de la crisis: más de 900 millones de euros.
Una nueva montaña que el valenciano tendrá que escalar, pero que su “coraje, responsabilidad, entrega y exigencia” le permitirán superar.