Draghi prevé tres años de tipos cero
El BCE comenzará a comprar deuda corporativa el próximo 8 de junio y realizará la primera refinanciación de deuda a muy largo plazo para la banca el próximo día 22 de junio
No se esperaban grandes sorpresas y no las hubo en lo que a medidas adiciones de estímulo se refiere. La reunión del BCE, celebrada en Viena, fue aprovechada para realizar una actualización de las previsiones macroeconómicas. Después de constatar que el PIB de la eurozona creció a un ritmo intertrimestral del 0,5%, gracias a la demanda interna, y de que la inflación continúa estancada, lo más interesante de la cita pasa por el documento publicado por la institución al término de la reunión.
Según la información recogida en el informe, el BCE prevé que los tipos continúen en cero o próximos a ese nivel durante los próximos tres años.Y es que de acuerdo a los datos aportados, el euríbor a tres meses permanecerá en el -0,3%, al menos hasta 2018 frente al -0,2% que estimaba hace ahora tres meses. Por su parte, la rentabilidad de la deuda soberana a diez años se moverá entre el 0,9% de este año al 1,4% de 2018.Este escenario macroeconómico solo sería compatible con unos tipos de interés próximos a los niveles actuales. Es decir, en base a esto, no habría subida del precio del dinero hasta 2019.
Respecto al precio del crudo, el BCE constata que continuará entorno a los 50 dólares por barril dentro de dos años.
Con estos datos sobre la mesa, Mario Draghi dio a conocer las previsiones de crecimiento e inflación hasta 2018.El banquero italiano adelantó que el PIB cerrará 2016 en el 1,6%, por encima de lo estimado en marzo (1,4%), mientras que para 2017 y 2018 mantiene la tasa en el 1,7%. En el corto plazo, es decir, para los próximos meses, se espera que la recuperación económica continúe a un ritmo más moderado, pero constante.
El talón de Aquiles de la región continúa siendo la inflación. Según los datos adelantados por Eurostat, el IPC concluyó mayo en el -0,1% frente al -0,2% de abril. Draghi subrayó que esto se debe, fundamentalmente, a los bajos precios de la energía. No obstante, el banquero italiano indicó que las medidas adoptadas hasta la fecha están ayudando a la recuperación de una inflación que parece estancada. A pesar de que el fantasma de la deflación continúa sobrevolando la eurozona, los bajos precio del petróleo están ayudando a las familias a mejorar sus ingresos. El presidente del BCE no descarta que en los próximos meses el IPC registre niveles inferiores.
Eso sí, al cierre del presente ejercicio la inflación se situará en el 0,2% (frente al 0,1% de marzo), en 2017 subirá al 1,3% para terminar en el 1,6% en 2018. Ante las preguntas de los periodistas y las bajas previsiones de inflación, el banquero italiano adelantó que están estudiando implementar el programa de deuda actual.
Con el objetivo de que los efectos de las medidas se aceleren, Mario Draghi volvió a pedir a los Gobiernos más reformas y señaló la necesidad de que algunos países, sin citar nombres, efectúen cambios concretos de acuerdo a las recomendaciones de la Comisión Europea. “La aplicación del pacto de estabilidad es crucial para mantener la confianza en el marco fiscal”, afirmó.
El que sí se llevó un tirón de orejas fue Grecia. Draghi insistió en que es necesario que el país haga reformas para entrar dentro del programa de compra de activos. “Una vez se implementen las medidas preliminares, el consejo de gobierno discutirá la reimplementación de las compras de deuda griega”, constató. No obstante, el banquero italiano ha reconocido los progresos realizados en los últimos meses. Hasta ahora, los bancos griegos se han refinanciado mediante la provisión de liquidez de emergencia, que piden al Banco de Grecia y es mucho más cara que la del BCE.
La otra noticia de la jornada fue que a partir del 8 de junio el BCE comenzará a comprar bonos de empresas y el 22 realizará la primera subasta de liquidez a cuatro años.
Al término de la comparecencia se conocieron nuevos detalles del programa de deuda corporativa, pero nada significativo. La institución europea reiteró que no serán adquiridos lo bonos de las firmas que estén bajo el Mecanismo Único de Supervisión, es decir, de los bancos así como sus filiales. También quedarán excluidos los emisores que presten servicios de inversión. En definitiva, los bonos potencialmente adquiribles serán aquellos admitidos como garantía en las subastas de liquidez del BCE y que tengan una calificación de al menos BBB- o equivalente (grado de inversión).
Aunque no se han producido cambios significativos en lo acordado en citas previas, los miembros del BCE han aprovechado para efectuar una transferencia de emisores entre el programa de compra de bonos regionales y el de deuda corporativa. Así, firmas italianas como Snam, Enel, Terna, Enmc o Ferrovie dello Stato Italiane, hasta hora dentro del programa regional pasa al QE corporativo.
También se ha modificado el vencimiento de los bonos. Si en un principio el organismo europeo tenía pensado comprar deuda con vencimientos entre los seis meses y los 30 años, ahora el plazo pasa de los dos años a los 30. Asimismo, el límite de adquisiciones de bonos regionales sube del 33% al 50% para aportar mayor flexibilidad.