Kerry Kennedy: “Si gana Trump será un desastre para EE UU”
"Los derechos humanos se violan en todo el mundo, no hace falta un pasaporte para verlo” “Europa no está preparada para atajar la crisis de los refugiados"
La historia de la familia Kennedy está marcada, por un lado, por el activismo político, y por otro, por la desgracia. Robert F. Kennedy, conocido como RFK, y hermano del expresidente estadounidense John F. Kennedy, era senador por Nueva York hasta que, en 1968, fue asesinado tras un acto electoral en el Hotel Ambassador de Los Ángeles. Sus hijos transformaron su legado en la fundación que hoy lleva su nombre y que preside su séptima hija, Kerry Kennedy (Boston, 1959), vinculada a la defensa de los derechos humanos desde hace más de 30 años. Kennedy ha visitado Madrid para presentar su programa educativo Speak Truth To Power-El Valor de los Derechos Humanos en la Educación, que en España desarrolla la Fundación International Studies.
Pregunta. ¿En qué se basa su propuesta educativa sobre derechos humanos?
Respuesta. Lo intentamos llevar a jóvenes desde los 5 años hasta los 22 o 23. Sobre todo en las edades más tempranas, los niños tienen un gran instinto para entender estas cuestiones. Si les explicas que una situación no es justa, que tiene que respetar la diversidad, que la inmigración aporta más cosas a la sociedad del gasto que puede suponerle a un Gobierno... Se trata de ponerles en contexto y prepararles para entender unos problemas más complejos, y enfocar toda su educación desde la defensa de los derechos humanos.
P. ¿Se respetan los derechos humanos en las economías occidentales?
R. Los derechos humanos se violan en todo el mundo, no hace falta un pasaporte para verlo. A nivel general, la mayor amenaza es la marginalidad y el odio, y van unidos de muchas maneras. Es decirle a alguien: “Tú eres diferente a mí y no te mereces tener los mismos derechos o la misma capacidad económica”. Lo vemos en todo el mundo, desde Boko Haram en Nigeria a ISIS en Siria, el aumento de los partidos neonazis en Suecia o en Grecia, la Liga Norte en Italia... En Francia ha aumentado el antisemitismo y también la islamofobia. La respuesta a la crisis de los refugiados es otro reflejo:_“Eres diferente a mí y no te mereces lo que tengo ni ser tratado como un ser humano”.
P. ¿Cómo analiza la gestión de la crisis de refugiados en Europa?
R. Es una situación en la hay que explicar varias cosas. Lo primero, que nadie abandona su país a no ser que esté desesperado. Hay que resolver el problema en Siria, y responsabilizarnos de nuestro papel en esa situación. Pero esta crisis no debería considerarse como tal. Europa tiene 500 millones de habitantes. Si a sus fronteras llegan 3,5 millones de sirios no debería suponerle un problema absorberlos. Pero Europa no está organizada, no tiene las estructuras para hacerlo.
P. ¿Y cuáles deberían ser?
R. Lo más importante para la integración es el empleo. Necesitas un sistema que dé trabajo a la gente, que atienda sus necesidades, darles acceso a sanidad, que puedan escolarizar a sus hijos... Y Europa no las tiene. Hay que entender que el mundo está cambiando. Esta crisis es el principio. En los próximos 50 años, por el cambio climático, esos 3,5 millones de refugiados pueden convertirse en 100 millones. Hay que afrontarlo en una escala global, desde los derechos humanos.
P. ¿Una victoria de Donald Trump tendría efectos en el respeto a los derechos humanos en EE UU?
R. Tenemos problemas similares a los que pueda haber en España:_violencia de género, gente sin recursos, brutalidad policial a los grupos minoritarios... Donald Trump ha alimentado el odio entre la gente, entre los que creen que el sistema está contra ellos y, por tanto, quieren reventarlo. En el lado republicano hay una gran retórica antiinmigración. Si gana las elecciones será un desastre para EE UU y para todo el mundo. Por eso es importante que la gente tenga educación en derechos humanos desde la escuela. Para que entiendan que todos tenemos poder, que tenemos capacidad de crear cambios, ya sea cambiando Gobiernos, nuestras actitudes o las de quienes nos rodean.
P. ¿Y qué responsabilidad tiene el sector privado?
R. Hoy, el 50% de los sistemas económicos más importantes del mundo son empresas. Walmart es más grande que Noruega. En tanto son cada vez más poderosas, y carecen de los sistemas de control de los Gobiernos, más atentos hay que estar para que se comporten de una manera acorde a nuestros valores.
“Al comprar, hay que hacerse preguntas”
Kerry Kennedy subraya que el respeto a los derechos humanos comienza desde las acciones más cotidianas. Por ejemplo, al comprar una camiseta. “Cuando vas a una tienda y ves una oferta de dos camisetas por un euro, sí, es una gran oportunidad. Cómpralas. Pero antes, hazte unas preguntas:quién recogió el algodón, cómo se ha transportado desde Macao, con qué costes, quién lo cargó, cuánto pagan a los empleados de la tienda.No digo que no la compres, pero antes, debes valorar si te aprovechas o reflexionas sobre cómo se garantizan los derechos”. Sucede lo mismo, prosigue, al invertir en una empresa:“Analizar, por ejemplo, en qué invierte el fondo de pensiones de esa compañía. En Connecticut, en 2012, murieron 27 niños y profesores por un asaltante en una guardería. Los fondos de pensiones de aquellos docentes invertían en la empresa que fabricó el arma del asesino. Es una locura”.