Brexit, la palabra prohibida por Bank of America
Política radicalmente neutral la adoptada por Bank of America ante el referéndum del próximo 23 de junio que decidirá si Reino Unido permanece o no en la Unión Europea, pese a que la entidad, cuya sede europea está ubicada en Londres, sufriría de materializarse la escisión.
Según una información publicada por el Financial Times, los dirigentes de Bank of America habrían advertido a sus trabajadores sobre el uso de la palabra brexit a la hora de hablar con sus clientes para “no dar opiniones, no influir a los votantes, no asumir un resultado en particular y no apoyar ninguna de las dos opciones”, en los meses que restan hasta la celebración del referéndum.
Fuentes de la entidad señalan que las directrices de dadas “no buscan censurar o intentar controlar a la plantilla”, sino velar porque se cumpla la ley electoral británica. Y es que en el banco consideran que el uso del término brexit induce a pensar que tienen una cierta inclinación contraria a que los ciudadanos de Reino Unido voten a favor de abandonar el seno de la Unión Europea.
Este giro estratégico de Bank of America se ha llevado también al campo de las finanzas. La compañía planeó en febrero donar alrededor de 100.000 libras (unos 125.000 euros) a la campaña a favor de que Reino Unido permanezca en la Unión Europea, pero ahora parecen haber paralizado la operación.
Pese a la imagen de neutralidad que el banco desea transmitir, la preferencia de la entidad frente al referéndum es clara. En un informe emitido en octubre (y en el que la palabra brexit aparecía en 25 ocasiones) el equipo de análisis de Banco of America advertía de los riesgos de la salida de Reino Unido. “¿Cómo se ve de cara a los consumidores, a los trabajadores, a las firmas y a los mercados que un país con un importante déficit comercial dañe sus relaciones con su mayor socio, reduzca su influencia en el mundo y eleve su nivel incertidumbre política?, se preguntaba la entidad en ese documento.
Al margen de declaraciones previas, varios analistas apuntan a que Bank of America sigue apoyando, aunque de puertas hacia dentro, la permanencia de Reino Unido, toda vez que su situación se resentiría si no pudiera abrir nuevas oficinas, vender servicio o comerciar desde Londres con los otros 27 países que forman la Unión Europea.
Otros bancos estadounidenses no se han mostrado tan prudentes con el concepto de brexit y la ley electoral británica. Así, Goldman Sachs ha donado más de 500.000 libras (unos 630.000 euros) a la campaña Stronger in Europe (Más fuertes en Europa) contraria a la salida del país. Por su parte, aunque no se ha efectuado todavía, JP Morgan y Morgan Stanley también manifestaron su intención de apoyar la permanencia de Reino Unido.