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Encarecerá el turismo y las exportaciones

Los cuatro puntos negros del Brexit para España

El primer ministro británico, David Cameron.
El primer ministro británico, David Cameron.Efe

El 23 de junio de 2016 es la fecha prevista por el Ejecutivo de David Cameron para que se celebre el referéndum en el que se preguntará a los británicos si desean seguir siendo miembros de la Unión Europea o abandonar la UE. Los sondeos establecen que las posiciones están muy divididas y que el resultado puede cambiar en cuestión de días. Lo que sí que parece claro es el impacto negativo que la salida del Reino Unido de la UE (conocido como Brexit) tendrá en el resto de miembros de la Unión. Esa fue la principal conclusión de la jornada organizada por AFI y la Cámara de Comercio Británica en España, en la que todos los ponentes coincidieron en que uno de los más afectados será España por los fuertes lazos comerciales (es el quinto mayor destino de las exportaciones españolas) y de inversión (es el enclave predilecto para las empresas, con un 14% del total).

El informe elaborado por AFI revela que la libra se ha abaratado un 6% respecto al euro, lo que es interpretado como “una puesta en precio” por parte del mercado ante el referéndum. “La depreciación podría ser incluso mayor”, anticipa. Ese efecto tendría un papel demoledor en las relaciones comerciales y en los flujos de inversión de España con Reino Unido. Es el cuarto destino de las exportaciones españolas (18.231 millones, un 7,3% del total), el mayor mercado emisor de turistas extranjeros (15,6 millones de visitantes, un 22,8% del total), y el quinto mayor inversor en España (1.311 millones de euros, un 6%). La depreciación de la libra frente al euro encarecerá las exportaciones a Reino Unido, los viajes de los británicos a España, mientras que servirá para impulsar los flujos de inversión extranjera directa.

Cómo afectará la pérdida de un socio liberal

“La desaparición de Reino Unido es una profundización de la deriva intervencionista de la UE y en la euroesclerosis poco competitiva”, precisó Bernaldo de Quirós preguntado por la repercusión política de la salida de la UE. El eje más liberal, compuesto por Holanda, Países Nórdicos y Reino Unido, quedaría en desventaja frente a los más intervencionistas. Molina advirtió también del impacto que la salida del Reino Unido tendría en países como Holanda o Polonia, que tienen más del 1% del PIB invertido en suelo británico. Finalmente, el informe también releva el impacto negativo que tendría para España la pérdida de un socio estratégico para impulsar el tratado de libre comercio entre la UE y EEUU, fuertemente cuestionado por otros socios como Alemania o Francia.

El informe también apunta al impacto negativo que tendrá la salida sobre los 300.000 británicos que residen de británicos que residen en España y los 500.000 que lo hacen de forma temporal.

El estudio también revela que la tesis de una depreciación de la libra sería un golpe muy duro para las empresas españolas con filiales en Reino Unido, ya que reduciría los beneficios y propiciará cambios regulatorios que también afectarían negativamente a su cuenta de resultados. Y los más afectados serían Banco Santander y Banco Sabadell. Santander UK es depositario del 20% de las cuentas corrientes en Reino Unido y de ese país proceden el 29% de sus activos y el 30% de su beneficio neto. Sabadell es el propietario de TSB, con una cuota del 5% de las cuentas corrientes y que supone el 21% de los activos y del 18% del banco catalán. En el caso de las exportaciones, los sectores más afectados serían los de bienes de equipo y automoción. “La exposición de la banca europea es de 1,7 billones de euros. Parece difícil buscar un sustituto a Londres como centro financiero en Europa”, remarcó Lorenzo Bernaldo de Quirós, presidente de la consultora Freemarket.

Reino Unido aporta entre 6.300 y 7.000 millones de euros al año al presupuesto comunitario, cerca del 6% del total. Si finalmente triunfa la opción de salir de la Unión Europea, el ahorro que obtendría no sería total. Podría optar por el modo de Noruega (en el que sin pertenecer sigue contribuyendo) o el de Suiza (en el que no hace aportaciones y tiene que negociar uno por uno los acuerdos comerciales). Además perderá el reembolso del 25% de su aportación como contribuyente neto. Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano, remarcó que si finalmente hay Brexit los miembros de la UE van a perder la comprensión que ahora tienen. “Le apretarán las clavijas y tendrá que hacer concesiones que ahora no estaría dispuesto a hacer”, señala.

Otro efecto de la salida de Reino Unido sería el de imitación. “Si se produce la salida, no sería el único en la Unión Europea. Se irán otros”, advirtió Tom Burns Marañón, consejero de Eurocofin. “Es una amenaza para el proyecto europeo, que se vería dinamitado por los partidos de ultraderecha europeos, con la francesa Marie Le Pen a la cabeza”, apuntó Xavier Vidal Folch, presidente del Foro Mundial de Editores.

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