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Es el techo fijado por el BCE para la estabilidad de precios

¿Es el 2% un objetivo creíble de inflación para la zona euro?

El presidente del BCE, Mario Draghi.
El presidente del BCE, Mario Draghi.Reuters

Una de las prioridades de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) es la estabilidad de los precios. El Consejo de Gobierno adoptó en el otoño de 1998 la siguiente definición de estabilidad. “Un incremento interanual por debajo del 2% del IPC armonizado que habrá de mantenerse a medio plazo”. Un límite que ha servido para controlar a los países en períodos con presiones alcistas en los precios, pero que se muestra poco creíble en una etapa en el que la mayoría de los países de la zona euro están bordeando el estancamiento de los precios cuando no con la deflación (caída continuada de precios durante al menos dos trimestres consecutivos).

Los precios en la zona euro no alcanzan el 2% desde hace el tercer trimestre de 2013 mientras que en España, la última vez que el IPC llegó a ese nivel fue en mayo de 2013. ¿Es hora de cambiar ese límite a otro más bajo? Los expertos consultados por CincoDías consideran que no es el momento y que las prioridades tienen que estar centradas en otras estrategias. Rafael Pampillón, profesor de Economía en el IE Business School, rechaza, en primer lugar, que haya deflación en la zona euro y considera una buena noticia que los precios estén bajos. “El hecho de que los precios estén en el 2% o más bajos no es el factor más importante en una situación novedosa en el que todas las medidas que está aplicando el BCE parecen no estar teniendo el efecto deseado sobre el crecimiento”, remarca.

El PIB de la zona euro ha crecido tímidamente en ese período, mientras que EE UU y Asia lo han hecho a ritmos más elevados, lo que ha servido para abrir la brecha con Europa. “La política monetaria baja la temperatura del enfermo y aporta financiación barata, pero sola no hace nada. Es necesaria una unión política y fiscal que sirva para responder ante los dos grandes retos de la UE: el excesivo envejecimiento de la población y la pérdida de competitividad”, remarca.

El desequilibrio en la pirámide de población de los países europeos provoca que el gasto en pensiones sea mucho más elevado que en el resto del mundo. Los últimos datos de la OCDE señalan que el gasto medio de los 37 países desarrollados que integran el organismo es del 7,9% del PIB. Hay catorce naciones por encima de ese nivel, entre ellas España (10,5%), de las que tan solo una (Japón) no pertenece a la Unión Europea. Los restantes trece países son europeos Italia, Grecia y Francia encabezan la clasificación, con un gasto que supera el 14% del PIB.

El BCE ha tomado medidas excepcionales en los últimos meses, como el establecimiento de un tipo al 0% para la operaciones del banco emisor, ampliar a 80.000 millones de euros el volumen de compras de deuda mensuales e incluso adquirir títulos de empresas privadas a partir del 1 de julio. Trece compañías privadas españolas (Abertis, Amadeus, Dia, Redexis, REE, Endesa, Ferrovial, Gas Natural, Iberdrola, Repsol, Telefónica, Prosegur y Cellnex) se verán beneficiadas.

Jean-Louis Daudier, economista de Coface, advierte del riesgo de que todas esas medidas no surtan el efecto deseado. “No hay certeza de que los movimientos sean suficientes. Hay un gran número de factores que afectan al crecimiento y a la inflación (precio del petróleo, I+D o pensiones) y sobre los que el BCE no tiene capacidad de actuación. Si finalmente las medidas tienen un impacto marginal sobre el crecimiento y la inflación, el BCE corre el riesgo de quedarse sin munición para reaccionar ante una futura crisis”.

Todos los analistas coinciden en que el factor que ha determinado la senda de precios bajos es el desplome del precio del petróleo. Desde los 115 dólares en los que cotizaba en junio de 2014 inició un desplome que toco suelo año y medio después cuando llegó a 27,88 dólares a finales de 2015. En los tres meses que van de 2016 se ha apreciado un 32% y ha superado la barrera de los 40 dólares. Este rebote es lo que hace temer a los analistas que los precios en la zona euro abandonaran en breve esos niveles. “La tendencia no cambiará hasta que el precio del petróleo suba y eso se puede producir en el medio plazo”, subraya Almudena Semur, coordinadora del servicio de estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE) aludiendo a lo sucedido en la crisis de 2008.

El barril de Brent, de referencia en Europa, tocó techo en julio de 2008 cuando alcanzó los 146 dólares. En seis meses, la cotización bajó a 36,6 dólares y posteriormente se recuperó hasta los 77,6 dólares, con el consiguiente impacto al alza en los precios de consumo. Una secuencia que se puede producir en los próximos meses si los países productores de crudo optan por medidas para recortar la oferta y subir los precios.

Con independencia de la evolución del crudo, Semur destaca que la política monetaria no cambia a los gobiernos. “Las medidas del BCE sirven y tendrán efecto solo si los Gobiernos continúan haciendo reformas estructurales”, concluye.

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