BBVA tantea el futuro de la banca digital en el joven mercado turco
Las excepcionales condiciones demográficas y sociales de Turquía hacen del país un mercado clave a la hora de valorar la acogida de los nuevos servicios de la banca digital Así lo ha entendido BBVA que ha introducido allí su aplicación de pago móvil
Turquía está en una posición privilegiada para abrazar los cambios financieros, dada su numerosa población joven, con una gran penetración del uso de móviles y un sector financiero saneado que ha estado a la vanguardia de la innovación financiera”, rezaba un informe de BBVA Research publicado el pasado verano que destaca que se trata de “un entorno favorable para la adopción de nuevas tecnologías y la aceptación de los cambios digitales”.
La entidad que preside Francisco González, abanderada de la transformación digital de la banca, no tardó en comenzar a tantear la acogida de su apuesta tecnológica en este singular mercado.
A través de Garanti Bankasi, entidad financiera en la que el año pasado elevó su participación del 25% al 39,9%, BBVA introdujo en el país su aplicación de pagos vía teléfono móvil. BBVA Wallet se distribuyó allí como la aplicación “Bonus Flas” a partir de noviembre.
En apenas tres meses, la cartera electrónica del banco captó allí un millón de usuarios de los tres millones que ha alcanzado en total en sus dos años de vida sumando a este mercado los de España, Chile, México y Estados Unidos.
“El éxito de aplicaciones móviles en Turquía se debe a la velocidad a la que la población urbana ha hecho la transición del dinero en efectivo a la adopción de la tecnología, principalmente la móvil”, explican desde BBVA. No es casualidad. El documento de BBVA Research subrayaba que el principal atractivo del país en este sentido es que el 40% de sus 81 millones de habitantes tiene menos de 25 años.
De hecho, la mitad de la población tiene menos de 30 lo que convierte a Turquía en un gigantesco mercado de la llamada generación de los millennials, la nacida entre 1980 y la llegada del nuevo milenio, el nicho de consumidores más deseado hoy día.
Nativos digitales o no, estos turcos están multiplicando el uso de teléfonos móviles o el acceso a internet y son muy activos en ellos. Estos jóvenes han convertido a Turquía en el tercer país del mundo –tras Inglaterra y Alemania– en compras online a través de dispositivos móviles, destacan desde BBVA. Y, entrando específicamente en su campo, más de cuatro millones de personas usan ya aplicaciones bancarias en sus smartphones.
“Para los bancos, los teléfonos móviles se han convertido en otro canal para hacer negocios”, recoge el documento de BBVA Research, que apunta que otro de los intereses de BBVA en Turquía es comprobar cómo la tecnología móvil “permite a los bancos y a las empresas llegar a poblaciones rurales y no bancarizadas”.
Finalmente, desde la entidad apuntan que “los bancos turcos son líderes en cuanto a la adopción de diversas tecnologías digitales”, entre las que citan la operativa con cuentas a través de Facebook (el país cuenta con 30 millones de usuarios de la red social, más que Francia o Alemania), la autenticación biométrica de los clientes en los cajeros automáticos mediante sus huellas dactilares o el uso de tarjetas de crédito con pantalla y teclado. En definitiva, un campo abonado para la innovación que BBVA está dispuesto a seguir aprovechando.
Los españoles se resisten a pagar con su teléfono
Otro de los puntos de interés que BBVA destaca del mercado turco es que “existe una relación colaborativa entre la banca tradicional y el sector fintech”, el de las emergentes empresas tecnológicas que ofrecen servicios financieros. Este segmento, de hecho, fue el tercer sector del país con mayores inversiones en 2015. Un ecosistema, por tanto, que permite estudiar la colaboración o la competencia que puede establecerse entre ambos mundos. Con todo, el fenómeno tampoco hay que ir a buscarlo allí necesariamente. Desde BBVA aseguran de hecho que a nivel europeo “España, Turquía y Polonia son los países donde más rápido ha avanzado la innovación en el sector fintech”.
Hay ciertos factores, eso sí, que hacen muy diferente al mercado español, que entre otras cosas está compuesto por una de las poblaciones más ancianas del mundo. Una de ellas, tal y como ilustraba un estudio de la consultora PwC publicado ayer, es la resistencia de los españoles a pagar a través de sus teléfonos móviles. En concreto, solo un 8%_de los consumidores del país prefiere esta vía como medio de pago, frente al 77% que tiene como opción favorita el abono en metálico.
El dato sitúa a España por debajo de la media mundial, que se mueve ya en el entorno del 12%, si bien la difusión del pago por móvil como medio habitual es aún inferior en países del entorno español, como Reino Unido o Alemania, donde solo la eligen un 6%. Son los países emergentes, como Turquía o China –con un tercio de la población que apuesta ya por el pago vía móvil– donde esta nueva tecnología está cuajando con más fuerza. En España hay que tener en cuenta, no obstante, que si se reduce el público estudiado a la población de entre 24 y 45 años, se alcanza un 12% de usuarios del pago a través de dispositivos móviles. Es más, el 42% de ellos opina que esta será la herramienta de pago fundamental del futuro. Por ahora, el modelo goza de mejor fama entre los hombres que entre las mujeres, y más implantación entre las personas de 34 a 45 años que entre las de 18 a 24 años.