Benjumea trata de evitar el concurso de Inversión Corporativa
Inversión Corporativa, el vehículo con el que los Benjumea y otras familias andaluzas controlan el 51% de Abengoa, trata de evitar el concurso. Las garantías de un crédito de unos 70 millones de euros que debe ser amortizado de forma progresiva hasta 2018, serán, como máximo, acciones valoradas en 32 millones, según la tasación inicial de los acreedores.
No todos pierden por igual en el acuerdo, todavía parcial, que los acreedores han alcanzado para salvar Abengoa. La familias andaluzas que controlaban la compañía, entre las que destacan los Benjumea, salen bastante mal paradas. La sociedad a través de la que tenían el 51% de los derechos de voto del grupo de ingeniería, Inversión Corporativa, también está en preconcurso, y la fecha para evitar acogerse a la protección total de la Ley Concursal es misma que la de Abengoa: el 28 de marzo. Su destino está unido.
El problema de esta sociedad de inversión está en un crédito de 100 millones firmado en diciembre de 2014 que debía devolverse de forma progresiva entre el año pasado y 2018 y que estaba garantizado por acciones de Abengoa y por unos terrenos.
Los bancos que concedieron ese préstamo –Sabadell, Unicaja, Popular y Bankia– ejecutaron a inicios de año una parte de las acciones que tenían pignoradas a su favor, debido la imposibilidad de Inversión Corporativa de hacer frente a un vencimiento. El importe del préstamo quedó rebajado a unos 70 millones de euros, con un tipo de interés por debajo del 4%.
Cuenta atrás para las 49 sociedades en cuestión
Abengoa no va sola en este camino hacia el rescate. Tiene un equipaje de filiales que desde el pasado 25 de noviembre se han ido acogiendo al preconcurso de acreedores. Junto a la matriz, un total de 30 sociedades se acogieron al artículo 5 bis de la Ley Concursal, entre las que estaba Abengoa Bioenergía, sociedad que tiene el mayor impacto contable en su matriz, unos 120,5 millones de euros, y que perdió 271,6 millones, según sus cuentas del ejercicio 2014.
En la lista también se encuentran Abeinsa, Ingeniería y Construcción Industrial, que ganó 332,02 millones en 2014, y Abengoa Water, que tuvo un resultado de 3,33 millones ese año.
A ese listado en el que están empresas como Abengoa Finance, Abengoa Greenfield, Abencor Suministros, Instalaciones Inabensa, Abener Energia, Abengoa Greenbridge, Abentel Telecomunicaciones y Abeinsa Infraestructuras Medio Ambiente, entre otras, se han sumado otras nuevas. Así, el número alcanza ya las 49, al incorporarse firmas como Abengoa Hidrógeno, que ganó el concurso para el diseño y construcción de uno del sistema que permitirá a los submarinos S-80 que está construyendo Navantia para la Armada española mantenerse bajo el agua entre 15 y 20 días.
También se han visto afectadas otras sociedades como Simosa IT, Covisa, Concesionaria Costa del Sol o Omega Sudamérica. En el plano internacional, tres filiales del grupo en Brasil y otras en Estados Unidos, también se encuentran en preconcurso.
El crédito tenía inicialmente como prenda 17 millones de acciones A de Abengoa y 83 millones de títulos B. A comienzos de año, las entidades se quedaron con 4,9 millones de las acciones con 100 votos cada una y todas, o casi todas, las B, según los registros de la CNMV. Los bancos, a su vez, vendieron los títulos en Bolsa de manera inmediata, según fuentes financieras. El vehículo de inversión de los Benjumea mantendrá ahora, en el mejor de los casos, el 2,5% de las acciones de Abengoa. El porcentaje está aún por determinar, pues en la capitalización de deuda se emitirán títulos nuevos de un único tipo a cambio de las actuales acciones A y B, como publicó CincoDías el miércoles 3 de marzo.
La buena noticia es que si Abengoa honra sus compromisos financieros y paga sus deudas, Inversión Corporativa, junto al resto de minoritarios, duplicará su participación en la empresa dentro de cinco años.
En función de la ecuación de canje se fijará qué porcentaje final queda en poder de Inversión Corporativa, que tiene solo un 15% de las B, aunque el 55% de las A. Así controla el 51% de los votos con solo el 18,8% de las acciones totales.
Una vez ejecutada la reestructuración de Abengoa, la garantía del crédito de Inversión Corporativa estará respaldada, como mucho, por acciones valoradas, teóricamente, en 32 millones de euros, según la tasación inicial de los acreedores basada en el escenario central elaborado por KPMG. A este colateral deben sumarse terrenos aportados en su momento y que están valorados en menos de 50 millones de euros. La posibilidad de que las entidades exijan más garantías para mantener ese crédito o que continúen quedándose con las acciones que están en garantía está encima del tapete. En las cuentas de 2014 de Inversión Corporativa aparece además otro vencimiento de un crédito del que quedaban por devolverse 180 millones de euros a cierre de ese ejercicio. Su cancelación está prevista para julio de 2019.
Abengoa cita a todos los acreedores el miércoles
El miércoles que viene, Abengoa ha convocado a todos sus acreedores para que conozcan las condiciones del acuerdo de refinanciación alcanzado con la primera línea de negociadores. Están invitados las más de 150 entidades financieras con exposición al grupo y también los dueños de los bonos cotizados de Abengoa, que suman unos 3.600 millones de euros.
Aunque parte del trabajo ya está hecho gracias los acreedores que han estado negociando con la compañía desde antes del 25 de noviembre, cuando solicitó el preconcurso. Por un lado, están los bonistas representados por Houlihan Lokey suman deuda por unos 1.500 millones de euros y entre ellos están gestoras de la relevancia como BlackRock, Invesco, D.E. Shaw, Värde, Centerbridge, Elliott, y la aseguradora AIG. Por otra parte están los bancos del G6 –Santander, Bankia, CaixaBank, Popular, HSBC y Crédit Agricole, tras la marcha de Sabadell, que vendió su deuda corporativa– asesorados por KPMG, y en un segundo círculo concéntrico a este comité de entidades financieras aparece el denominado G6 ampliado. En él están otras ocho entidades, como Sumitomo Mitsui, Bank of America o el banco público español ICO.
Los integrantes de todos esos comités son dueños de deudas que suman más del 60% de los 9.400 millones del pasivo corporativo. Eso sí, aún no está firmado ningún documento, operación que comenzará a partir de la próxima semana. Abengoa necesita el visto de acreedores que supongan al menos el 75% del pasivo financiero. Estos se quedarán con deuda por unos 3.000 millones de euros, después de la conversión en acciones de un importe en el entorno de los 6.000 millones.