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El BCE pagará a los bancos por conceder créditos

¿Cómo afectan al sector bancario las medidas de Draghi?

El precio del dinero a cero presiona los márgenes de beneficios del sector

Vista de la fachada del Banco Central Europeo. reuters
Vista de la fachada del Banco Central Europeo. reutersReuters

Gestionar un banco en tiempos de tipos de interés a cero es una dura tarea. Las medidas expansivas que estimulan al resto de las compañías presionan los márgenes de beneficios de unas entidades que tienen que buscar dinero incluso debajo de las piedras. La última intervención de Draghi, que sacó a pasear más munición de la esperada, hace pensar en que este escenario macroeconómico se prolongará todavía más en el tiempo.

Pese a ello, fue el sector bancario uno de los menos golpeados en el Stoxx 600, de referencia en Europa, con una leve caída del 0,52%, pues la mayor parte de las entidades bancarias logró cerrar en signo positivo. “Las alzas son motivo de la mayor sorpresa de la sesión:el anuncio de la celebración de cuatro nuevas megasubastas dentro del programa TLTRO, dirigidas principalmente a compensar a los bancos por la extrema laxitud monetaria que tanto compromete su rentabilidad”, explica Daniel Pingarrón, estratega de IGMarkets.

Esta medida permitirá a los bancos de la zona euro disponer de financiación por un importe de hasta el 30% de su masa de préstamos (excluidos los hipotecarios de vivienda concedidos a particulares), a un tipo del 0%, que puede llegar a ser negativo si antes de finales de 2017 han aumentado su volumen de créditos. “Que los bancos cobren del BCE por pedirle dinero en lugar de pagárselo es muy importante, no solo desde el punto de vista del aumento de rentabilidad, sino también porque les asegura la disponibilidad de financiación abundante y, como mínimo, gratuita, para los próximos cuatro años”, señala Josep Prats, gestor del fondo Abante European Quality en Abante Asesores.

La letra pequeña de este bálsamo cortesía del BCE es que las entidades tendrán que aumentar sus créditos en, al menos, un 2,5% de cara a enero de 2018, para beneficiarse de ese 0,4% extra que promete la máxima autoridad monetaria. Por su parte, los bancos que concedan más créditos de los que otorgaba al momento de acudir a la macrosubasta, pero no alcancen esa cifra mínima, se financiarán al 0%. Por último, aquellas entidades cuyo saldo crediticio sea negativo, deberán compensar un 0,4% al BCE por la financiación que este les haya concedido.

En la situación actual, son pocos los bancos que reflejan un saldo positivo anual en su masa crediticia (y eso incluyendo las hipotecas a particulares que el BCE no tiene en cuenta para beneficiarse de sus ayudas). Las previsiones apuntan a que esta brecha se equilibrará hacia finales de 2016, por lo que el aumento de hasta el 2,5% tendría que efectuarse enteramente en 2017. “Por mucho que las entidades puedan conseguir dinero gratis con las nuevas condiciones TLTRO, la escasez de demanda de crédito terminará inclinando la balanza y acentuando los aspectos negativos”, señala Jaime Díez, analista de XTB.

El experto explica, además, que las medidas anunciadas afectarán de manera negativa a los bancos españoles pudiendo “forzar el proceso de fusiones para finales de este año” y haciendo que las cuentas de las entidades sufran “un retroceso, que se vería agravado si la tasa de mora no acelera su caída actual”.

Por ello, aunque el representante del BCE siga poniendo sus esfuerzos en intentar no dañar la posición del sector financiero en Europa, lo cierto es que los expertos todavía auguran un mal comportamiento en los próximos meses. “Esto no cambia nuestra postura actual de que la visibilidad ha empeorado. Observaremos con atención los credit spreads en el sector bancario, así como las revisiones de ingresos”, apunta Jean-Sylvain Perrig, director de inversiones de UBP, quien explica que la última jugada del BCE demuestra que la confianza “es baja” y que se necesitan medicinas cada vez “más fuertes” para tratar de restaurarla.

Y es que tras la aceptación inicial de las palabras de Draghi por parte del mercado, todavía queda saber cuál será el impacto en la economía real. Analistas e inversores siguen preguntándose si la artillería del banquero italiano servirá para impulsar el crédito y llegar así a mejorar la economía europea. Sea como sea, los expertos consideran que la bala que lanzó el BCE a los mercados podría ser la última que le quede.

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