_
_
_
_
_
Fuerte volatilidad en el mercado

¿Por qué el barril de Brent se ha instalado en la locura?

Bloomberg / piktochart

El barril de petróleo Brent vuelve a vivir una sesión de carrusel. Después de llegar a caer un 3% y perder los 30 dólares, en pocos minutos se recupera. Aquí van algunas claves:

Las tensiones de fondo en el mercado de petróleo (miedo al frenazo de la locomotora china, sobreoferta…) se mantienen y, en ese entorno, cualquier noticia o rumor provoca nuevos episodios de volatilidad. “Hay un claro aumento de la aversión al riesgo “, señalaron a Reuters los analistas de Commerzbank. “Los factores psicológicos están dominando el mercado en estos momentos”, añaden desde NH Investment.

Así ha ocurrido hoy, cuando unas declaraciones del ministro iraquí del Petróleo han apuntado a una posible reducción de la producción, lo que ha llevado a cotizar en positivo al precio del barril, obviando las caídas que se habían producido fruto de los temores de desaceleración china.

No existe ningún motivo aparente para las fuertes subidas de la semana pasada, que los expertos explicaron como un mero rebote técnico. La única buena noticia fue la llegada del frío a un invierno que hasta entonces estaba siendo bastante cálido, lo que generó un incremento relativo en el lado de la demanda que sirvió para desatascar algo el mercado. Pero poco. Esa misma semana se conoció que los inventarios habían aumentado en 4 millones de barriles, más del doble de lo esperado por los analistas, y el barril de Brent no modificó su subida, lo que invita a pensar en que el repunte fue provocado como una reacción natural al violento descenso de más del 25% que había sufrido en menos de un mes.

Igualmente, la caída del inicio de la semana se explicó como una recogida de beneficios tras el subidón. En realidad, nada había cambiado, así que la tendencia bajista del crudo seguía siendo muy fuerte y, cuando el barril alcanzó la resistencia de los 32,7 dólares, se dio la vuelta de forma casi automática para seguir su senda habitual. El argumento para las caídas fue, en este caso, la recogida de beneficios tras las ganancias del viernes y un repunte del nerviosismo sobre el estado de la economía china. 

China es el segundo mayor consumidor del planeta, por lo que una desaceleración en el gigante asiático implica que un importante porcentaje de los barriles que se encuentran en el mercado podrían no exportarse y pasar a formar parte de los saturados inventarios. Este martes se ha conocido el dato de transporte ferroviario en China, un indicador de la actividad económica, que cayó un 11,9% en 2015 y volvió a asustar a los inversores que aún se atreven con el oro negro.

La saturación del mercado supone prácticamente la totalidad de los males que golpean al precio del petróleo, tanto es así que los mayores vaivenes en su cotización se producen a partir de noticias que llegan del suministro. Cualquier declaración se interpreta en uno y otro sentido y provoca movimientos. Hoy, las declaraciones del ministro iraquí de petróleo, Adel Abdul Mahdi, han desencadenado la sacudida, reduciendo a la nada los temores sobre la desaceleración china. El responsable del crudo de Irak ha asegurado en Kuwait que el país estaría dispuesto a bajar la producción si otros países hicieran lo mismo. Además, ha añadido que Arabia Saudí y Rusia se muestran más “flexibles” para reducir la producción y ha anticipado que el barril puede tocar los 50 dólares en el segundo semestre.

Irak es una pieza clave en el rompecabezas del petróleo, toda vez que Arabia Saudí, abanderado de la estrategia de la OPEP de aumentar al máximo los niveles de producción, lo señaló como uno de los países que deberían ceder para plantearse reducir su suministro de barriles al mercado. Los otros señalados por Arabia Saudí son México, Rusia y Kazajistan y, de momento, han asegurado que no quitarán el pie del acelerador. 

El presidente de la petrolera estatal Saudi Aramco, la mayor productora de petróleo, señaló el lunes que la compañía seguirá invirtiendo en ampliar su capacidad de producción, a pesar de la caída de los precios del crudo, y que, en paralelo trabajarán para reducir otros costes. Se trata de la tendencia opuesta a la que siguen gigantes como Petrobras o BP, que están teniendo que recortar su plantilla o llevar a cabo importantes desinversiones.

A todo esto se le suma el factor Irán que, tras la retirada de las sanciones, se estima que exportará alrededor de 500.000 barriles diarios.

Newsletters

Inscríbete para recibir la información económica exclusiva y las noticias financieras más relevantes para ti
¡Apúntate!

Más información

Archivado En

_
_