La industria se contagia de la rotación laboral
Históricamente, el sector industrial ha sido el que menos temporalidad ha tenido en España. Y, de hecho, así sigue siendo, pero la crisis y las dos últimas reformas laborales han pasado factura a esta actividad, que se ha visto contagiada por la elevada rotación en la contratación temporal, que se practica con intensidad en otros sectores como los servicios.
Dicha rotación consiste en aumentar las veces que el trabajador temporal entra y sale del mercado, lo que suele llevar aparejada una precarización del empleo en forma de una duración menor media de los contratos.
Así, haciendo una comparativa entre la contratación en 2010 –antes de las reformas de 2011 y 2012– y 2015, los contratos en la industria han crecido el doble pero, sin embargo, duran la mitad de tiempo.
Según las cifras oficiales recopiladas por la Federación de Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT, el pasado año se realizaron en toda la industria española 1,8 millones de contratos, lo que supuso un notable incremento del 118% respecto a los 861.139 que se firmaron en 2010, cinco años antes. Sin embargo, a pesar de este aumento, durante este periodo se redujo considerablemente la duración media de estos contratos. Mientras que hace cinco años dicha duración media superaba los cuatro meses y medio (137,7 días), en la actualidad no llegan ni a dos meses (57,5 días).
De esta forma, el nivel de rotación laboral de la industria se equipara prácticamente al de la economía en general, donde es mucho mayor, ya que la duración media de los contratos se situó en 53,3 días en 2015, tras recortarse un 17% en los últimos cinco años, desde los 64,3 días en 2010.
La mayor precarización del sector industrial se manifiesta también en el fuerte incremento del 139% que han experimentado los contratos temporales en el último lustro. Con ello, nueve de cada diez contratos firmados en 2015 fueron eventuales, lo que hace la situación prácticamente equiparable a la contratación en general de toda la economía.
“Desde la reforma laboral de 2012 la temporalidad se ha extendido también a sectores estables como la industria. El efecto perverso de la reforma es que se mantiene el mismo número de empleos, pero distribuidos entre más personas que trabajan muchas menos horas”, explicaba el viernes el secretario general de MCA-UGT, Carlos Romero.
No obstante, la industria sigue siendo el sector con menos tasa de temporalidad: el 20,1% de los asalariados tiene un contrato eventual; frente al 25% del sector servicios o al 41% de la construcción. Si bien, es el tipo de actividad donde más ha crecido la tasa de temporalidad. En concreto, casi cuatro puntos en cinco años, ya que en 2010 era del 16,4%; mientras que en el sector servicios y en la construcción se mantiene en porcentajes similares a los actuales.
De hecho, para los responsables de MCA-UGT, hay también otros datos “muy graves” que ilustran esta precarización del mercado laboral industrial, como son que la mitad de los contratos que se realizaron en esta actividad el pasado año duraron poco más de un mes (38,3 días de media) o que el 28% de los contratos suscritos el pasado año duraron incluso menos de siete días. Hace cinco años, las contrataciones inferiores a una semana de duración suponían solo el 6% del total.
Todo esto lleva al dirigente ugetista a asegurar que “se está produciendo una preocupante sustitución de contratos indefinidos por temporales”, indicó Romero. Es más, aseguró que el Gobierno está ya consiguiendo, por la vía de la práctica, “el contrato único, sin necesidad de legislar, sino por el deterioro de la contratación indefinida”.
Los empresarios del metal puntualizan
Sin embargo, los empresarios aseguran que, dentro de todo el sector industrial, existe una excepción en este proceso de precarización: la actividad metalúrgica. Su patronal (Confemetal) se defendía el viernes de estas críticas sindicales asegurando que el porcentaje de contratos indefinidos en las actividades metalúrgicas se mantiene, como antes de la crisis, por encima del 85%. Esto ocurre, según fuentes de esta patronal, “como consecuencia del fuerte componente de formación que exigen las labores del sector y que determinan una mayor estabilidad en el empleo y, consecuentemente, también mayores retribuciones”.
Admiten que la crisis ha supuesto una caída del empleo en el sector, “pero siempre en menor medida que otros segmentos de actividad”. Y, cuando se ha podido contratar, se ha seguido optando por contratos fijos o de larga duración, ya que la naturaleza de la actividad industrial se basa en proyectos y pedidos a largo plazo, indican desde Confemetal.
El metal se suma a las peticiones de estabilidad
Los empresarios del emblemático sector metalúrgico se sumaron, tras la última reunión de su Junta Directiva, a las numerosas peticiones que llegan desde el mundo económico para que se configure un Gobierno estable lo más pronto posible.
En opinión de los empresarios de la patronal Confemetal “en la Historia reciente de España hay ejemplos de Gobiernos que han sacado adelante programas y reformas muy beneficiosos para el país, sin tener mayorías claras en el Parlamento y con situaciones sociales más complejas que las actuales”.
Y en este sentido añadieron que “el fracaso en esa tarea será la prueba del agotamiento del sistema, que algunos interesadamente vienen augurando”.