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Columna
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La UE podría atraer a Reino Unido

Una de las quejas de los británicos sobre la Unión Europea es que piensan que las grandes decisiones se fraguan entre alemanes y franceses. Los antieuropeos están avivando este sentimiento en el período previo al referéndum sobre si el Reino Unido debería permanecer en la UE, alegando que el país tiene poca influencia sobre lo que ocurre en Bruselas.

Dado que los líderes europeos quieren que Reino Unido permanezca en la UE, deberían contrarrestar este discurso. Parte de la respuesta debería coincidir con lo que David Cameron, el primer ministro británico, exige en su renegociación de la relación del país con la UE. Las protecciones para evitar que Reino Unido siga estando marginado si los países de la zona euro se funden en un bloque económico más estricto son particularmente importantes.

Pero los líderes pueden hacer más. Una vez que la renegociación se complete, los líderes europeos podrían lanzar una ofensiva para convencer a los ciudadanos británicos de que son valorados y tienen influencia. Si Angela Merkel, de Alemania, Francois Hollande, de Francia, el italiano Matteo Renzi y otros se prepararan para alabar a los británicos y admitir algunos de sus errores –que, sin duda, no será fácil por la tentación de complacer a sus electorados nacionales– podrían decir algo como esto:

“Puede pensar que Reino Unido tiene poco que decir en nuestros consejos. Eso está lejos de la verdad.

Los líderes europeos podrían intentar convencer a los ciudadanos británicos de que se les valora

Reino Unido ha, por ejemplo, continuamente empujado a abrir nuestras economías y hacerlas más competitivas. Margaret Thatcher desempeñó un papel importante en la creación del mercado único. Los Gobiernos británicos también han presionado con éxito para reformar las políticas agrícolas. Más recientemente, David Cameron, ha sido uno de los impulsores del planeado acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.

Por supuesto, no siempre hemos escuchado a Reino Unido. No prestamos atención a sus advertencias cuando creamos el euro. Tampoco hicimos caso cuando se quejaron por el coste excesivo de las normativas de la UE, algunas de ellas francamente innecesarias.

Pero somos todo oídos ahora. Nos damos cuenta de que Europa necesita reducir la burocracia. También sabemos que tenemos que hacer más para completar el mercado único en áreas como internet, energía o mercados financieros.

No solo en economía han sido influyentes. Thatcher tuvo la visión para traer países de Europa del Este a la UE tras la caída del telón de acero. Algunos pueden tener el mordimiento por que tantos europeos del Este hayan llegado a Reino Unido para trabajar. Pero no hay que olvidar que 11 países forman ahora parte firmemente del mundo libre. Eso es bueno para la seguridad de todos nosotros. Solo tenemos que mirar por encima de la frontera a Ucrania para ver cuánto daño puede causar aún Rusia a las antiguas partes de su imperio que no están en la UE.

En el futuro, tendremos que prestar más atención a la política exterior y de seguridad. Si eso no estaba claro, los trágicos acontecimientos de París han golpeado con fuerza.

Reino Unido tendrá que desempeñar un gran papel en esto. Junto con Francia, que tiene las fuerzas armadas más fuertes de la UE. Tiene derecho a veto en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y gran experiencia en diplomacia e inteligencia.

Mirando más hacia el futuro, su influencia crecerá si vota permanecer en la Unión Europea en el próximo referéndum. Se prevé que Reino Unido tenga la mayor población de un país de la UE en una generación –y puede que también la mayor economía–.

Por otro lado, si dejara la UE, no podemos decir exactamente lo que pasaría. Primero tendría que decir qué tipo de relación querría. ¿Le gustaría estar en el mercado único? ¿Colaborar en política exterior y de lucha contra el terrorismo?

Si no lo hiciera, todos seríamos más pobres y más vulnerables. Si es así, nos gustaría probar a improvisar algo juntos, pero sería muy difícil tener en cuenta sus puntos de vista.

Nos gustaría trabajar en el diseño de normas para el mercado único, en cómo tratar con Rusia y encontrar la forma de luchar contra el terrorismo. Pero sin Reino Unido en la mesa, podríamos llegar a decisiones peores.

¿Podría ser esto realmente de interés para un país con una historia de tanto orgullo? Sin duda, sería mejor quedarse en la UE y trabajar con nosotros para hacer una Europa más segura y próspera.”

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