La disputa por el convenio de cajas enciende la mecha de las protestas
Los sindicatos afirman que la patronal de cajas se ha presentado a la negociación de este jueves con cambios apenas cosméticos en sus propuestas y confirman 12 concentraciones para mañana.
La tradicional paz social del sector financiero vuelve a quebrarse por el lado de las antiguas cajas de ahorro, como consecuencia esta vez de las tensiones que provoca la negociación del nuevo convenio colectivo del ramo.
Los sindicatos mayoritarios del sector han convocado esta mañana una docena de concentraciones de protesta por toda España en respuesta a las propuestas laborales de la patronal. La falta de un acercamiento de posturas entre las partes durante la reunión de este jueves, que los representantes de los trabajadores habían señalado como un encuentro crítico para tratar de desbloquear un nuevo marco laboral pactado, encendieron la mecha de una escalada de protestas en la que los sindicatos no descartan ir a la huelga.
Aunque, según fuentes conocedoras del encuentro, la Asociación de Cajas de Ahorros para Relaciones Laborales (Acarl) acudieron al encuentro presentado algunas novedades en sus planteamientos con el objetivo de suavizar tensiones, los sindicatos consideraron insuficiente este esfuerzo y tacharon de meros “cambios cosméticos” sobre las premisas de partida de la patronal las propuestas recibidas.
Bajo esta convicción, los cuatro grandes sindicatos del sector, CC OO, Csica, UGT y CIC, decidieron cumplir la amenaza que ya lanzaron el pasado verano e iniciar una escalada de protestas con el objetivo de presionar a las entidades financieras del ramo a flexibilizar su planteamiento.
La agenda de contestación sindical arranca este viernes mismo con 12 manifestaciones simultáneas frente a las principales sedes de las antiguas cajas de ahorro, este viernes reconvertidas en bancos, que se rigen por el convenio en liza.
En concreto, se ha convocado a los delegados sindicales de las cajas a manifestarse entre las 11:00 y las 12:00 de la mañana frente a la sede de Cecabank, en Madrid; la de CaixaBank, en Barcelona; la de Bankia, en Valencia; la de Abanca (antigua Novagalicia) en La Coruña; la de Liberbank, en Oviedo; la de Banco Castilla la Mancha, en Toledo; la de Ibercaja, en Zaragoza; la de Cajasur, en Córdoba y ante las oficinas centrales de BMN en Granada, Murcia y Palma de Mallorca.
La propuesta de la patronal de eliminar los trienios, los beneficios por antigüedad, la pretensión de ajustar los salarios y, ante todo, el planteamiento de ampliar los horarios de trabajo de las antiguas cajas para ofrecer servicio por las tardes son los principales puntos de fricción con la representación sindical, que se niega a acatar ninguno de ellos.
La distancia entre las posturas de las partes es inversamente proporcional al margen temporal con el que cuentan para llegar a un acuerdo. El actual marco laboral que rige las condiciones de trabajo de las cajas de ahorro –y que afecta al menos a 80.000 empleados del sector financiero– venció a finales del año pasado y la última reforma laboral limita a un año el periodo de ultraactividad, el tiempo que sigue vigente mientras las partes acuerdan un nuevo convenio.
El plazo concluye a finales de noviembre con lo que los sindicatos planean mantener un pulso con la patronal del ramo para llegar a un marco pactado antes de que la fecha venza y cada entidad pueda imponer unilateralmente las condiciones que considere oportunas. La agenda de contestación sindical, que las plataformas terminarán de consensuar en los próximos días, incluye la posibilidad de coordinar una huelga sectorial.
Conflictividad laboral
Un escenario al que, hasta hace pocos días, parecían abocarse también los bancos, inmersos también en la negociación de un nuevo convenio. La reunión mantenida esta semana entre la Asociación Española de Banca (AEB) y los representantes de sus plantillas parece haber calmado los ánimos a este lado del sector financiero. Aunque las partes distan de haber alcanzado consenso alguno en el diseño del nuevo marco laboral, su decisión de multiplicar los encuentros bilaterales, que pasan a tener carácter semanal, parece allanar el terreno a una solución pactada.
Si terminan sorteando las protestas, los bancos volverán a salir indemnes de esta nueva ola de conflictividad laboral en un sector en el que tradicionalmente ha imperado la paz social. De hecho, en los últimos años solo se habían visto protestas como las que ahora arrancan durante los últimos procesos de ajuste de plantilla de las cajas, debido en muchos casos a la rebaja de las indemnizaciones por despido.
Con todo, la situación en la que ha entrado de la negociación del convenio colectivo de cajas de ahorro no es de ruptura. Aunque la confrontación social que arranca este viernes promete ir aumentando día a día, las partes han acordado reunirse de nuevo el próximo 29 de octubre para tratar de desencallar la negociación. Contarán a partir de entonces con menos de un mes para alcanzar un acuerdo.