Cuenta nueva en Abengoa con el plan de acción
Abengoa está arrancando una nueva etapa tras la aprobación en la junta de accionistas del pasado fin de semana de su ampliación de capital. Esta operación será complementada con una serie de medidas, como la limitación de los futuros compromisos de inversión. Los objetivos prioritarios para la compañía en este momento son reducir su pasivo, mejorar su posición de liquidez y fortalecer su gobierno corporativo.
En cuanto a la reducción de endeudamiento, la ampliación de capital será crucial. Abengoa prevé levantar 650 millones de euros que le permitirán, entre otras acciones, reducir su deuda corporativa en 300 millones de euros. Antes de final de año, amortizará previsiblemente 675 millones de euros.
El grupo de ingeniería y bioenergía redujo su endeudamiento neto en 670 millones de euros durante el primer semestre, lo que le permitió pasar de un ratio de deuda consolidada neta sobre ebitda de 5,1 veces a cierre de 2014 a 4,5 veces a cierre del primer semestre.
La compañía prevé amortizar 675 millones de euros antes del cierre del presente ejercicio
Además, Abengoa pretende amortizar 375 millones de euros del bono que vence en marzo de 2016 antes del cierre del presente ejercicio para reducir aún más su deuda. La firma liderada por Santiago Seage ha señalado que las medidas de reducción de deuda priorizarán los vencimientos a corto plazo, con el objetivo de reequilibrar su perfil de vencimientos.
Por último, la empresa “deberá atender a los compromisos de inversión en proyectos asumidos hasta la fecha”, según el hecho relevante remitido a la CNMV el pasado sábado, aunque en 2015 no asumirá compromisos en nuevos proyectos y se ha marcado un máximo de inversión de 50 millones anuales para los próximos ejercicios.
El fortalecimiento de la posición de la liquidez de la firma sevillana pasa por la limitación de dividendos, así como por un plan de desinversiones con el que obtendrá 1.200 millones hasta finales de 2016.
La nueva hoja de ruta de Abengoa, presentada el pasado 24 de septiembre, define que se monetizarán “todo o parte de los derechos económicos de la participación de la compañía en Abengoa Yield”, por lo que espera obtener 400 millones de euros en el primer trimestre del próximo año. También, ejecutará el plan de desinversiones de activos, que supondrá unos ingresos de 250 millones de euros antes del cierre de 2015 y otros 250 millones en el primer trimestre del próximo ejercicio. Adicionalmente, venderá activos por 300 millones durante 2016, como parte de su estrategia de rotación, anunció la compañía, que ha puesto a la venta más de lo que necesita a fin de asegurarse estas desinversiones y poder seleccionar la mejor de las opciones.
Abengoa suspenderá el pago de dividendo hasta mejorar su calificación crediticia nivel BB- por parte de la agencia Standard & Poor’s o Ba3 en el caso de Moody’s (actualmente está en B2 y sigue bajo revisión). La alternativa a estas calificaciones más altas se daría si la ratio de apalancamiento de deuda bruta corporativa –incluyendo deuda sin recurso en proceso– sobre el ebitda fuera inferior a 3,5 veces. Por su lado, Fitch decidió mantener la deuda de la compañía en nivel B de rating tras el anuncio de la ampliación.
El refuerzo del gobierno corporativo de la firma sevillana se basa en cuatro pilares fundamentales: la designación de un nuevo presidente, la limitación de derechos de voto de Inversión Corporativa –sociedad controlada por la familia Benjumea, accionista mayoritario de Abengoa y fundador del grupo–, la remodelación de su consejo de administración y la creación de la nueva comisión de inversiones.
Según uno de los documentos remitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores el pasado 24 de septiembre, el consejo de administración acordó nombrar a José Domínguez presidente, en representación de Inversión Corporativa, sucediendo en el cargo a Felipe Benjumea tras 25 años en el cargo. Este último pasa a ser presidente de honor de la empresa sevillana.
El papel de los Benjumea
Además, los Benjumea, a través de Inversión Corporativa, se han comprometido a limitar sus derechos de voto –directos o indirectos– al 40% una vez se haya completado la ampliación, con independencia de los que les corresponden en función de su participación en el capital. Se han comprometido a acudir a la ampliación suscribiendo 120 millones de euros. Hasta ahora, las acciones B de la compañía –que cotizan en el Ibex– tenían un derecho cada una, mientras que las de clase A –que cotizan en el mercado continuo– suponían 100 derechos por cada título.
La ampliación de capital por 650 millones se llevará a cabo con una combinación de ambos tipos de acciones, que serán sometidas primero a una reducción de su valor. La llamada operación acordeón –que busca “mayor margen para fijar el tipo o precio efectivo de las nuevas acciones”, según Abengoa– reducirá el capital social en 90,13 millones de euros, mediante la disminución del valor nominal de las acciones A en 0,98 euros (hasta 0,02 euros de valor nominal) y las B en 0,0098 euros (hasta 0,0002 euros de valor nominal cada una).
Santander, HSBC y Crédit Agricole se han comprometido a asegurar 465 millones de euros en la ampliación. El grupo de fondos Waddell & Reed, por su parte, suscribirá 65 millones en esta operación, cuya fecha aún se desconoce.