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Las palabras crean la "realidad" (y 2). Apariencia de verdad.

“No creamos Apple en un garaje. Es una historia inventada”

Wozniak, cofundador de Apple.

La predisposición de la mente humana a repetir una idea, incluso cuando esta es errónea o simplemente falsa es prodigiosa. Solo hace falta una imagen reconocible, a una frase con garra, trocear la realidad a conveniencia y una idea alambicadamente simple para generar un fenómeno viral.

La mítica frase de Sherlock Holmes, «Elemental, Querido Watson», no aparece en la obra original de Sir Arthur Conan Doyle, o el ampliamente citado epitafio de en la tumba de Grouxo Marx «Disculpe que no me levante» es otra de las ocurrencias inexactas ya que más que una tumba, el más famoso de los Hermanos Marx tiene una placa en su nicho en el que apenas cabe su nombre y apellido, la fecha de nacimiento y muerte y una Estrella de David [1].

“Ne me quite pas” (No me dejes)

Letra: Jacques Brel.

Música: Jacques Brel

Mireille Mathieu (cantante)

La canción “Ne que quitte pas”, no la cantó nunca Edith Piaf. Sin embargo es fácilmente asignada a ella. En “Youtube” existen muchas grabaciones de la citada canción en la que se hace referencia a Edith Piaf como la interprete pero en la mayoría de ellas la que realmente canta es Mireille Mathieu, que versionó muchas de las canciones de Edith Piaf.

La escena de “La ley del deseo” de Almodóvar en la que Carmen Maura hace una interpretación del monologo de Cocteau “La voz humana” tiene de fondo esta canción y fácilmente la asimilamos a Edith Piaf. Almodóvar juega con ese equivoco pero hace todo lo posible porque quede evidente que la cantante no es Edith Piaf. La voz de la cantante claramente no es la de Edith Piaf. Pero siempre nos viene a la mente Edith Piaf cuando hablamos de Cocteau y de “La voz humana”.

NO obstante, el equívoco nos viene muy bien. “La voz humana” fue un monologo escrito por Cocteau para Edith Piaf, pero ella no se atrevió a estrenarlo. Temía subirse a un escenario sin músicos. Valiente como era, no se atrevió a interpretar sin cantar: se quedaba de piedra frente al micrófono, dándolo todo con la voz, pero el cuerpo inmóvil, incapaz de expresar la enorme cantidad de emociones que la mujer de la obra de Cocteau ha de expresar. Así que ni lo intentó[2]. Además ya vimos que la temática de “La voz humana” es precisamente la mentira o la apariencia de verdad.

“Ne que quitte pas” fue compuesta por Jacques Brell en 1959 y grabada en 1961. Edith Piaf murió en 1963. La relación de Edith Piaf más cercana con “Ne que quitte pas” fue su famosa frase referida a la canción y su interprete “Eso no son cosas que debería decir un hombre”.

Poulenc, que en clave humorística atribuye la génesis de la versión operística a un incidente con María Callas, no pensó en Edith Piaf para el papel al traspasarla al formato de ópera y la obra la estrenó su soprano fetiche (y que estrenó todas sus obras vocales) Denise Duval[3]

Los tres Edith Piaf, Jean Cocteau y Francis Poulenc fueron grandes amigos. Poulenc le dedicó a Edith Piaf una de sus improvisation para piano, concretamente la número 15.

Improvisation n. 15 in C minor - Hommage à Edith Piaf (1959) de Francis Poulenc

Hsiu-Ping Chang (piano)

No obstante, la relación más fuerte era la que tenían Piaf y Cocteau. El poeta y dramaturgo francés conocido por ser un extraordinario amigo de sus amigos, leal “hermano” de sus amigas, tenía a Edith Piaf como su preferida, la amantísima (amor platónico ya que él era homosexual).

Piaf fue algo grande para él. De hecho, en cuanto le informaron que había muerto, tuvo un infarto del que no se recuperó y murió al día siguiente. Piaf murió el 10 y Cocteau el 11 de octubre del año 1963). Mañana sábado y el domingo se cumplen 52 años de la muerte de Edith Piaf y Jean Cocteau respectivamente, y este es un buen momento para recordarles tal y como fueron: profundos amigos-amantes (de fantasía) que compartían besos, el buen humor, las borracheras y la "muerte lenta" de no encontrarse a gusto en ninguna parte, en eso se parecían, y mucho, los tres. Curiosamente todos ellos murieron con apenas 9 meses de diferencia (lo que tarda un embarazo natural) en el año 1963 ya que Poulenc, el primero en morir lo hizo el 31 de enero de ese año.

¡No, no, no, cariño! Escucha... Yo te creo...

Sí, estás poniendo voz de malvado...

Te decía simplemente que si me mintieras

por bondad y yo me diera cuenta,

sentiría aún más ternura

hacia ti...

“La voix humana” de Jean Cocteau.

"La ficción salva, la realidad mata. Pero necesitamos ambas para vivir".

Javier Cercas, autor de la novela “El impostor”

La apariencia de verdad es a veces más dañina que la mentira. Ambas nos llevan a errores en la visión de la realidad y por consiguiente en la articulación de soluciones válidas a los problemas que se nos presentan. A veces es más dañina la apariencia de verdad pues la mentira per sé puede ser relativamente “descubrible”. La mentira necesita de la verdad para sobrevivir, la apariencia de verdad dota a la mentira de un rasgo de verosimilitud que a veces la hace más difícil de detectar.

Pero todo el debate no se queda ahí. Se necesita la colaboración de alguien para que la mentira sobreviva y a veces no son solo de los cómplices en el engaño, sino, lo que es más grave, la propia víctima, que no quiere asumir la verdad, quien alimenta el engaño.

Un caso que causó mucho impacto en los medios hace ahora unos años fue el de Enric Marco paradigma de una vida construida a base de mentiras. El escándalo que provocó se extendió como un reguero de pólvora por todo el mundo. Enric Marco llegó a ser el presidente de la Amical de Mauthausen, una asociación que defendía los derechos de los españoles que habían pasado por el infierno de los campos de concentración del Tercer Reich. Daba conferencias en ONG’s, instituciones políticas, colegios y universidades contando las penurias que había vivido en su cautiverio. Incluso fue muy comentada la fuerte conmoción personal que causó en el Congreso de los Diputados a más de un político español.

Pero todo era un engaño.

En 2005, el historiador Benito Bermejo demostró que su historia era falsa. Jamás había pisado ningún campo de exterminio. ¿Cómo es posible que una persona mienta en torno a los crímenes más monstruosos de la humanidad? Pero lo más importante ¿Cómo es posible que todo el mundo le creyera durante tanto tiempo?

La conclusión puede ser tan sencilla como que mintió para que le quisieran, le admiraran. Pasaría a ser así un ser narcisista que, a diferencia de lo que se cree, ellos tiene una visión muy negativa de sí mismos y de sus competencias reales, y necesitan del constante aplauso de los demás para no tener que mirarse a su interior y escuchar el veredicto cruel que de ellos mismos se tienen. Siempre me ha interesado conocer que se dice un narcisista a si mismo cuando los aplausos se apagan y se encuentran consigo mismos en la soledad. Debe ser muy doloroso. Quizás el mayor de los dolores humanos, lo que les empuja mentir a constantemente.

También cree que esta mentira duró tanto tiempo porque hay sociedades (según la época y las circunstancias) a las que les gusta y necesitan de la mentira. Las sociedades entre más narcisistas más necesitan de la mentira. En el fondo una sociedad cobarde (y la más de las veces, acomodada) necesita de los héroes aunque estos sean falso, para creerse mejores de lo que realmente son (y/o se ven). En el fondo Enric contaba lo que todo el mundo quería escuchar. También sobrevivió porque detrás de cada mentira se escondían pequeñas verdades que hacían sus relatos más creíbles (la apariencia de verdad).

Toda sociedad cobarde tiene una clase política con poca imaginación y mucho oportunismo; unos economistas, aprendices de “oráculos”, acomodados y con mucha negligencia profesional; una clase empresarial, enganchada a un modelo de crecimiento agotado y sin una pizca de perspectivas de largo plazo; y unos medios de comunicación, interesados en satisfacer esa necesidad de negación/o escape, a la que aspiraban las audiencias/la población; todos ellos avalaban la apariencia de verdad o las mentiras a medias. El cambio les aterra a todos.

Esta semana hemos tenido las previsiones del FMI, comienza la reunión de FMI en Perú, las actas del FOMC y del BCE y la reunión del Banco de Inglaterra.

Todos ellos están cortados por el mismo patrón: siguen hablando como si nada hubiera cambiado en estos 7 años de crisis y de clara división/resquebrajamiento del sistema financiero internacional. Los emergentes, con China a la cabeza, han creado su propio sistema financiero y representan más del 50% del PIB mundial. Nuestra posición de fuerza ante ellos es mucho menor que antes. No podemos imponerles una solución a nuestra medida o contemplando solo nuestros intereses. Creernos nuestras propias mentiras no nos salvará.

Deberíamos estar predispuestos a romper con el pasado y con las ideas, buenas o malas que en ella sobreviven. Las épocas de cambios son propicias para nuevas oportunidades y buscar un acercamiento a la realidad que haga posible nuestra existencia sin ataduras. Es un proceso doloroso pero sostener lo imposible no es más que fuente de insatisfacción y problemas que a la larga hacen más inviable el modelo que se pretende sostener a toda costa. Las generaciones futuras no tendrán la necesidad ni la predisposición de sostener nada viejo y mucho menos si, como suele ser habitual, además les perjudica.

“Non, Je Ne Regrette Rien” (No, No me Arrepiento de Nada)

Letra: Michel Vaucaire,

Música: Charles Dumont

EDITH PIAF (cantante)

La canción tiene una estructura típica de Lied A-B-A en donde los temas de cada sección (a) y (b) se interpretan dos veces en sus respectivas secciones.

La Sección A es una marcha. El ritmo de esta sección simula una marcha militar lo que enfatiza el carácter de “reto” al futuro y de “lucha” inherente a la letra.

La sección B suena más antiguo/galante. La orquestación recuerda al mecanismo de un “reloj” e imita a un clave (refleja lo antiguo, los recuerdos). Pero no es la nostalgia lo que domina esta parte sino más bien el desdén y el olvido: "Barridos para siempre. Vuelvo a empezar de cero".

La vuelta a la sección (A) al final resalta el carácter reto de toda la pieza: la decisión de cambio y la lucha por lo nuevo. Unos acordes finales ligados a la frase “Aujourd'hui ca commence avec toi / Hoy comienzan contigo... !” dan por finalizada la pieza.

Un apunte sobre esta frase: parece que no es tanto una canto de libertad individual de la protagonista (lo preferible), sino solo que ha cambiado de amante. ¿Tenemos siempre que tener un amo?

NOTAS

[1] A veces no es más que un leve cambio que hace que la frase final sea más “vendible”. El caso paradigmático es la frase «Houston, tenemos un problema» del astronauta Jack Swigert cuando estalló uno de los tanques de oxígeno del Apolo 13 en realidad lo que dijo fue algo tan anodino como “bien, Houston, hemos tenido un problema aquí”.

[2] Diez años más tarde, Cocteau volvió a ofrecerle un monologo “Le bell indiferent” en el que era acompañado en escena por un actor que no hablaba. Edith Piaf aceptó esta vez el reto.

“El bello indiferente” sucede en una noche en la que una mujer espera la llegada del hombre que ama. Cuando por fin llega, la indiferencia de él hacia ella da lugar al patético monólogo del amor no correspondido, enfrentando el deseo a la quietud y el amor al desamor. "El Bello Indiferente" es una pieza compleja y llena de contradicciones que retrata a una mujer doliente y a su pareja en el último tramo de su historia. Hay una grabación de audio de la interpretación de Edith Piaf de esta obra que se puede escuchar en francés (con subtítulos en español) en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=yno2mJzWJZ8.

[3] Hay una película protagonizada por Denise Duval utilizando como banda sonora la grabación de estudio que ella mismo hizo para EMI de la obra.

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