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La Reserva Federal necesitará herramientas de política monetaria

La Reserva Federal en su última reunión del 16 de septiembre ha indicado al mercado que ya no se fija exclusivamente en datos internos de la economía de EEUU sino también en la situación global. De hecho la desaceleración económica en emergentes, en China en particular, parece ser motivo de preocupación. Se trata de un nuevo ingrediente en su toma de decisiones.

Pero hay que tener en cuenta que la Reserva Federal necesitará disponer de herramientas de política monetaria activa en caso de desaceleración económica. En este sentido el ciclo de expansión económica de EEUU está siendo de los más largos desde que se tienen estadísticas. Aunque estimamos que los próximos dos años su PIB va a seguir creciendo de 2,5 a 3%, no descartamos que en dos años pueda entrar en un período de cierta desaceleración. Para entonces la Reserva Federal precisará disponer de tipos de interés suficientemente altos como para poder volver a utilizar la política monetaria y reactivar la economía.

Mientras todos los datos invitan a una normalización de tipos de interés: el desempleo está en torno al 5%, hay crecimiento económico y el precio de la vivienda está mucho mejor momento que hace unos años. De todas formas todavía no hay signos completamente claros de que una subida de tipos de interés no vaya a dañar el crecimiento. Así que la normalización de la Reserva Federal va a ser muy transparente, anunciada con antelación, con una primera subida de tipos de interés a finales de este año o principios de 2016, de forma muy gradual, de manera que para mediados de 2017 se sitúen en torno a 1,5 a 2%. Este proceso va a traer volatilidad a corto plazo. De hecho una de las previsibles consecuencias es el aumento del coste de endeudamiento de países emergentes. Pero tenemos la convicción de que la mayoría de efectos están ya muy descontados en los precios de los activos. Así que la volatilidad puede ser de corto plazo y de reducida dimensión.

China cuenta con medios internos para resolver sus problemas internos

Sin embargo en el caso de la economía china hay demasiado ruido. Los últimos diez años ha llegado a crecer a doble dígito, fundamentalmente mediante inversión en activos fijos, infraestructuras, urbanización y nuevas ciudades, lo que ha supuesto casi 60% de su PIB. Eso se ha terminado, como lo refleja el ciclo de materias primas, ya que China ha dejado de importar como en años anteriores. Ahora está inmersa en reestructuración, por cambio hacia un modelo económico basado en consumo interno, un proceso gradual, que va a llevar años. De hecho es mucho más sano que crezca en torno al 5% anual. Ahora bien a los mercados les está costando muchísimo digerir esta realidad. Así que China va a dar seguir dando motivos de volatilidad. En cualquier caso una de nuestras convicciones es que cuenta con todos los medios internos para resolver sus problemas internos. Es decir, dispone de las herramientas de política monetaria económica y fiscal necesarias para poner en marcha las medidas que necesita en cada momento. Además no precisa de financiación exterior, pues es de las economías con mayor nivel de ahorro del mundo, con reservas que superan tres billones de dólares. Así que no creemos que vaya a entrar en un proceso de estancamiento económico, sino de desaceleración gradual, que el mercado va a tener que asumir, si bien, sus autoridades van a tener que ir implantando medidas, que estamos viendo no se acompasan muy bien con el sentimiento del mercado, de ahí la volatilidad.

Crecimiento económico en las mayores economías hasta 2017

Otra de las convicciones que tenemos es que los próximos dos a años, hasta finales de 2017, el crecimiento económico seguirá siendo positivo en las mayores economías del mundo, Japón, Europa y EEUU. Se trata de los mayores centros de consumo del mundo, que van a tirar del resto, dando bastante soporte a los mercados. Así, la economía de EEUU puede seguir creciendo en torno al 3%, Japón cerca de 2% y Europa entre 1,5 y 2%. Por otra parte las políticas monetarias de la Reserva Federal y BCE y central de Japón son contrarias, pero la inyección monetaria de estos dos últimos suma casi el doble de lo que inyectaba la Reserva Federal en sus programas de expansión cuantitativa. Así que vamos a vivir un período de liquidez abundante.

Por otra parte, aunque a corto plazo no vemos catalizador que nos haga pensar que los emergentes van a pasar a fuerte aceleración económica, estamos llegando a un punto de inflexión y lo lógico es que empiecen a mejorar a partir de mediados de 2016, si bien diferenciando entre regiones. Estamos convencidos de que los países asiáticos serán los primeros en volver a mayor crecimiento económico, seguramente a partir de mediados de 2016. Sin embargo las economías de Latinoamérica tiene mucha más correlación con materias primas y China, así que les va a costar más.

En conjunto el inversor tiene que tener en cuenta que el nivel de volatilidad en los mercados va a ser muy alto y debe adecuar sus expectativas a este contexto, pues para conseguir rentabilidades razonables hay que incrementar el riesgo. El inversor debe tener mucho cuidado si no puede digerir variaciones de más del 10% en el valor de su cartera, siendo tremendamente conservador. En ese caso debe fijarse en estrategias de rentabilidad absoluta de renta fija, donde proteger el capital.

Pero si el inversor tiene capacidad de asumir riesgo a dos años vista puede construir con su asesor financiero exposiciones a renta variable, para una rentabilidad esperada en línea con el crecimiento de beneficios, que para 2016 pueden ir del 5 al 9%. De hecho, con un horizonte de inversión de dos a tres años y disposición para aceptar riesgo conviene la exposición a renta variable, sobre todo de mercados desarrollados.

Hay que mirar Asia ahora para un futuro cercano.

Además, después de que la Reserva Federal suba tipos de interés y la volatilidad correspondiente, incluso correcciones, con la normalización en los mercados, puede ser momento para empezar a construir, de forma gradual, la estrategia de inversión a medio plazo en mercados emergentes, a partir de 2016.

Ahora bien en mercados emergentes no todo vale. Estamos claramente más positivos en Asia y menos en Latinoamérica. Además hay varios “cisnes negros” que van a tardar en resolverse, como en el caso de Rusia y Brasil, que precisan reformas estructurales, cuya implantación y resultados puede prolongarse en el tiempo. Pero hay que mirar Asia ahora para construir la exposición en un futuro cercano. En Asia la mayoría de países tiene los tipos de interés en el rango alto y una vez que la Reserva Federal aclaré su política monetaria pueden empezar a reducirlos para incentivar el consumo interno, lo que puede ser una oportunidad de inversión muy interesante a medio plazo, tanto en renta variable como renta fija.

Gonzalo Rengifo es director general de Pictet AM en Iberia y Latam.

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