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Cree que las elecciones generales definirán el futuro escenario económico

EE UU exige más seguridad jurídica para invertir en España

Pablo Monge

El PSOE prometió en la campaña de las elecciones autonómicas que derogará la reforma laboral que aprobó el Ejecutivo hace tres años. La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, anunció en campaña que en caso de ganar las elecciones municipales establecería una moratoria turística para que no se construyeran más hoteles. Colau ha cumplido lo prometido y ha establecido un parón de un año, lo que ha paralizado 30 proyectos aprobados, de los cuales alguno ya estaba en marcha. El Ejecutivo aprobó esta legislatura un recorte en las primas a las renovables con carácter retroactivos, que ha generado multitud de conflictos con inversores internacionales.

Son solo tres casos que ilustran la preocupación de los inversores de EEUU por los cambios realizados y los que se pueden hacer en España tras las próximas elecciones generales. “Hay que ahondar más en la seguridad jurídica, intentar que los reguladores sean independientes y que las leyes no las cambie cada uno que llegue al gobierno, porque eso crea una sensación de indefensión del que ha puesto dinero en el país”, apunta en una entrevista con Cinco Días Jaime Malet, presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España. La Asociación representa a 370 compañías, de las que el 70% son americanas, y cuya facturación agregada es de 248.000 millones de euros (un 24% del PIB español). Su máximo representante en España revela que existe temor entre los inversores a los cambios normativos y eso puede llevar a paralizar algunos proyectos y por eso reclama un incremento de la seguridad jurídica. “No creo que vaya a haber una espantada por una política o una reforma, sino que se puedan perder oportunidades frente a otros países”, señala Malet.

El presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España analiza el futuro de la economía española no con pocos temores. “Hemos salido de cuidados intensivos, pero todavía estamos en el hospital. La recuperación o la luz al final del túnel para los próximos cinco años va a depender de muchas cuestiones externas e internas y dependerá de lo que pase después de las elecciones. El mensaje que creo que representa el sentir de mis socios, americanos y españoles, es de optimismo, pero cauto, que se puede truncar por riesgos exógenos y endógenos. Y todo dependerá en gran medida de lo que ocurra después de las elecciones generales”, apunta. En su opinión, las reformas van en la buena dirección, pero han sido insuficientes. “Nos hemos quedado en un 30% para reforzar el futuro del país. Falta un 70% para cambiar el modelo productivo y para hacer al país más competitivo”, apunta Malet.

Y entre las asignaturas pendientes destaca la reforma laboral. “Ha ayudado a la empleabilidad, pero no a la empleabilidad masiva que necesita España”. También resalta la urgencia de legislar para que las pymes sigan ganando tamaño y sean competitivas para competir en un mundo global. “Las pymes en España tienen un techo de cristal, no crecen y lo necesitan para competir”.

“El pacto fiscal puede estar listo para 2016”

Malet detalla otros dos factores que pueden hacer que la presencia de empresas estadounidenses en España no crezca o que incluso pueda caer: la firma del tratado para evitar la doble imposición entre EE UU y España y la firma del tratado de libre comercio entre EEUUy la UE (TTIP, por sus siglas en inglés). En enero de 2013, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el embajador de EEUU en España, Alan Salomont, rubricaron el tratado para evitar la doble imposición, que reducía la tributación sobre los dividendos y rebajaba el castigo en el pago de intereses y cánones. Dos años y medio después no ha entrado en vigor, lo que ha molestado profundamente a las compañías norteamericanas ya que consideran el antiguo texto muy lesivo para sus intereses. “Necesitamos que el marco fiscal sea competitivo respecto a otros países. Cuando un inversor toma una decisión no solo mira el coste laboral. También se fija en los costes de desinversión en caso de que el negocio vaya mal”, apunta Malet.

“Lo tiene paralizado el senador republicano Rand Paul, que ha puesto freno a todos los tratados de doble imposición porque está en contra del intercambio de información entre autoridades fiscales. También tiene bloqueado el de Japon o Chile. Nosotros esperamos que entre pronto en razón y que pasadas las elecciones en EEUU (previstas para 2016), el pacto fsical pueda estar listo”.

Respecto al TTIP considera que va a ser un revulisvo para las pymes, “que se van a encontrar que a efectos regulatorios va a ser igual vender a Francia que a Kentucky. Con un stock de inversión de 50.000 millones en diez años, serviría para que las pymes vean esa oportunidad”.

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