El Bundesbank sufre los defectos del euro
Los bancos centrales suelen intentar apoyarse en los movimientos del mercado. No es así en Europa. Aunque la rentabilidad de los bonos europeos subió el mes pasado, la compra de bonos por parte del Bundesbank de Alemania aumentó la volatilidad. La culpa es de una combinación entre la expansión cuantitativa y una unión monetaria mal diseñada.
A partir de mayo, el vencimiento medio de los bonos alemanes comprados –en su mayoría por el Bundesbank, y también por el Banco Central Europeo– se redujo de 7,9 años a 7,1 años, según muestran los datos del BCE publicados el lunes. Jefferies estima que el vencimiento medio comprado durante el mes fue de solo 5,7 años frente a 7,7 en abril. Eso es a pesar de un salto de más o menos 55 puntos básicos en la rentabilidad del Bund a 10 años en la primera semana del mes.
El incremento en los rendimientos podría asustar a operadores o inversores y hacer que redujeran su exposición al largo plazo. De los bancos centrales, ávidos de riesgo, se puede esperar que suavicen la volatilidad del mercado mediante la compra de bonos con plazos más largos.
El banco central alemán podría estar preocupado por la posibilidad de quedarse sin bonos para comprar
La razón puede estar en las peculiaridades de la compra de bonos de la zona euro y Alemania. La expansión cuantitativa implica que el Bundesbank y el BCE tienen que comprar alrededor de 136.000 millones de euros de deuda alemana hasta septiembre de 2016, pero es difícil con superávit presupuestario en Berlín y emitiendo deuda desinflada. Con las expectativas de inflación deprimidas y muchos bonos con tasas negativas, el limitado universo de bonos disponibles para su compra se reduce aún más cuando los rendimientos están muy por debajo de cero, como sucedió abril.
Como resultado, el Bundesbank podría estar preocupado por la posibilidad de quedarse sin bonos disponibles para comprar, o a verse obligado a pagar precios excesivos, distorsionando los mercados.
La cuestión de la escasez de bonos podría ser solo un fenómeno temporal. Si las expectativas de crecimiento e inflación siguen aumentando, estos temores deben desaparecer. Aun así, en una zona euro perfecta, Alemania se financiaría más o el BCE compraría menos los bonos. En realidad, la expansión cuantitativa está condenada a recordar los defectos de la zona euro.