El informe del Sepblac que incrimina a Banco Madrid
Banco Madrid contaba con un protocolo relativo a la admisión de clientes destinado a evitar la entrada de dinero sucio. Pese a ello, la entidad admitió entre su clientela al menos a 14 personas que nunca debieron volver a cruzar el umbral de sus puertas, según concluye el informe de inspección del Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias, el Sepblac, al que ha tenido acceso CincoDías.
“En 14 de los 152 clientes analizados en la inspección concurrían elementos que deberían haber conducido a que no se hubiese entablado relaciones de negocio”, reza el documento, que señala a estos clientes como los responsables del grueso de operaciones sospechosas que el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha remitido a la Fiscalía Anticorrupción.
El documento, de solo tres páginas, es el escrito de conclusiones de la inspección que el Sepblac realizó en banco Madrid “entre el 9 de abril y el 23 de mayo de 2014”. Sin embargo, en el membrete del documento mecanografiado aparece la fecha, escrita a mano, del 9 de marzo de este año.
El mismo día en que el Tesoro de Estados Unidos comunicó a las autoridades andorranas que a la mañana siguiente haría público el presunto lavado de dinero para redes criminales que se llevaba a cabo en Banca Privada de Andorra (BPA), matriz de Banco Madrid.
Fue la tarde de aquel lunes 9 de marzo, 24 horas antes de que la entidad fuera intervenida por el Banco de España, cuando el Sepblac dio parte, como exige la ley que se haga, a la cúpula de Banco Madrid del resultado de sus pesquisas.
Estas revelan, por ejemplo, que 39 de los 56 clientes analizados que la entidad clasificaba como de riesgo medio o bajo “deberían tener un riesgo atribuido superior, lo que representa el 70%”. Los expertos en la lucha contra el blanqueo de capitales también recriminan a Banco Madrid “deficiencias significativas en el conocimiento de la titularidad real y del origen de los fondos” de algunos de los clientes, especialmente en el caso de “instrumentos de inversión colectiva a nombre de entidades de crédito que, en realidad, actúan por cuenta de terceros y a un despacho de abogados”.
El informe de Sepblac también considera insuficientes las “indagaciones realizadas por la entidad para conocer el propósito de la relación de negocios del cliente y su actividad profesional o empresarial”. Es más, los inspectores constataron “la ausencia de documentación que acredite que se ha realizado una comprobación razonable de la veracidad de la información” presentada por los clientes de la entidad.
En definitiva, la conclusión principal del Sepblac en cuanto a los protocolos de prevención del blanqueo de capitales de la entidad es que estaban “más orientados a la actividad de banca minorista que a la de banca privada cuando esta es la actividad fundamental de Banco Madrid”.
Un negocio que, por el tratamiento con grandes fortunas y la gestión de instrumentos de inversión compleja, requiere de “procedimientos específicos de control”, recuerdan los inspectores, que Banco de Madrid obvió.
Más allá aún, el servicio de prevención de blanqueo de capitales identifica a “19 clientes que deberían haber sido objeto de examen especial”. Y lo que es todavía más grave, las operaciones de seis de ellos “deberían haber sido asimismo objeto de comunicación por indicio” de lavado de dinero.
Seis casos sospechosos que debieron haber despertado las alarmas internas del banco y haber sido comunicada inmediatamente al Sepblac para su análisis. Nunca ocurrió. De hecho, el manual de procedimientos de la entidad “no especifica la forma de comunicación de las operaciones con posibles indicios por los empleados”.
El informe, que tres días después, una vez rescatada la entidad, llevó al comité del Sepblac a imponer siete faltas graves y una muy grave a Banco Madrid así como a remitir su investigación a la Fiscalía Anticorrupción, culmina, no obstante, con la mera “recomendación” de que la entidad solvente “a la mayor diligencia las deficiencias señaladas”.
El documento va dirigido a Rodrigo Achirica, el representante del ya dimitido consejo de Banco Madrid ante el Sepblac, y está remitida por el director de la unidad de prevención del blanqueo de capitales, Juan Manuel Vega.
Los administradores concursales toman posesión
Los máximos responsables de la gestión de Banco Madrid cambiaron ayer por tercera vez en apenas dos semanas. Tras el nombramiento de dos interventores por parte del Banco de España el martes 10 de marzo y la sustitución de la cúpula de la entidad, dimitida al día siguiente, por tres administradores externos el jueves 12, estos últimos quedaron relevados ayer por los administradores concursales que dirigirán la liquidación de la firma. Según fuentes del proceso, un representante de Hacienda y otro de la firma Legal y Económico Administradores Concursales aceptaron ayer el cargo ante el juez Carlos Nieto Delgado.