El BCE atasca a los bancos con bonos
El derroche de liquidez de los bancos centrales está haciendo estragos en el negocio supuestamente más seguro de los bancos de inversión en los mercados de capitales. En las últimas semanas, Credit Suisse, Deutsche Bank y sus compañeros no han logrado alcanzar sus propios objetivos para los precios de venta en deuda de alto rendimiento y acciones. Un exceso de operaciones en previsión de, y después, del programa de expansión cuantitativa del Banco Central Europeo es el culpable.
Colocar renta variable también ha sido problemático. Deutsche Bank confirmó el 6 de marzo que se había quedado con el 7% de operador global de parques temáticos Merlin Entertainments tras haber sido instruido para vender el 15% a favor de firmas de capital privado CVC y Blackstone.
La compra de bonos del banco central ha hecho subir los precios de los activos, animando a las entidades financieras a asumir riesgos. También ha hecho los precios más volátiles. Los diferenciales de los bonos corporativos subieron la semana pasada a pesar de las compras del BCE, después de que los emisores se embarcaran en grandes endeudamientos.
Contar con la impredecible generosidad de los bancos centrales es arriesgado, como están descubriendo las entidades
Los bancos también han sido más agresivos –ofreciendo la amortización tanto de los bloques de acciones como de los bonos en condiciones más competitivas–.
Aunque los activos cotizan con altos precios, los bancos están bien. Sin embargo, como los bancos están descubriendo, contar con la impredecible generosidad de los bancos centrales es arriesgado. Aunque el BCE está imprimiendo dinero, la Reserva Federal de Estados Unidos está considerando elevar los tipos de interés.
La regulación post-crisis ha hecho más difícil para las entidades financieras comercializar activos de riesgo, lo que hace que los precios sean más difíciles de predecir. Muchos más bancos podrían terminar haciendo el ridículo.