Los títulos alternativos también gustan
La formación no reglada se gana un puesto en el mercado por su proximidad al mundo laboral
Mis estudios no están orientados a la vida laboral. Esta es una de las frases más repetidas entre los alumnos de las distintas enseñanzas oficiales en España. Ante esta situación, la enseñanza no reglada promete ofrecer a los estudiantes la cualificación profesional que necesita. Lo cierto es que estos títulos, al no estar regulados, atienden únicamente a los controles y exigencias del centro que los imparte y, además, suelen estar peor valorados.
“En España la educación no reglada se sigue viendo como de segunda categoría por no tener aval público. Históricamente, se ha considerado que la formación reglada es la mejor, pero el mercado ya no lo entiende así. Un claro ejemplo es la permanencia de muchas instituciones privadas y escuelas de negocios que imparten másteres no oficiales en los mejores rankings del mundo”, afirma Ignacio Llorente, jefe de orientación profesional del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB).
Rubén Calleja, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, ve la formación no reglada como una necesidad para apoyar las titulaciones oficiales. “Las personas tienen que marcar la diferencia respecto a sus futuros profesionales: ya no sirve tener solo una titulación. Hay que especializarse y, desde mi punto de vista, la carencia de especialización de la educación reglada hace necesario complementarla con otros estudios”.
Los programas deben ganarse el prestigio por su eficacia, dado que carecen del refrendo oficial
Una de las mayores bazas de los centros a la hora de ofrecer sus programas es el prestigio adquirido a lo largo de los años. Richard Vaughan, presidente de Vaughan Systems, considera que precisamente ese prestigio es una de las características que diferencian las titulaciones regladas de las no regladas: “Los centros de educación no reglada estamos obligados a ganarnos un prestigio para sobrevivir, y lo conseguimos ofreciendo formación de calidad. Para mí, la calidad es conseguir cambiar o mejorar las facultades de una determinada persona”.
Demanda social
Joaquín Goyache, vicerrector de posgrado y formación continua de la universidad Complutense pone de relevancia la adaptación de la enseñanza no reglada a la demanda social. “El valor y el reconocimientos de la educación no reglada depende de su adaptación a la sociedad, su objetivo es alcanzar las enseñanzas no establecidas en los planes de estudios homologados para completar la formación de todos los ciudadanos, ofreciéndoles la posibilidad de perfeccionar su desarrollo profesional”.
Fernando Canal Cano, director general de la escuela de cocina Le Cordon Bleu, aboga por la convivencia de ambos tipos de formación: “Nuestros programas son reconocidos en todo el mundo y sus contenidos forman parte del Grado en Gastronomía de la Universidad Francisco de Vitoria. Lo importante es tender a una oferta de formación que combine un alto nivel de calidad con la flexibilidad para adaptarse a las necesidades específicas de nuestra sociedad”.
Otro centro de prestigio que combina ambos sistemas educativos es el Centro de Estudios del Video (CEV). Su director de comunicación, Josep Llobera, también cree precisa dicha combinación: “Los estudios reglados son necesarios para otorgar a los conocimientos oficialidad, pero no hay que dejar de lado los no reglados, ya que otorgan a los estudiantes conocimientos concretos necesarios para desarrollarse en el mundo laboral”.