El Ibex queda a las puertas de los 11.000 con Europa en máximos
El mercado reaccionó hoy con alivio a la noticia del acuerdo alcanzado en la tarde del viernes por el Eurogrupo por el que Grecia acepta la prórroga del actual rescate por otros cuatro meses más. La fecha del próximo 28 de febrero ya no es vista como un precipicio por el que puede despeñarse la economía griega, con efectos inevitables en el resto de la periferia europea y en el conjunto de la zona euro, sino como un nuevo obstáculo que quedaría superado, a falta sin embargo de un acuerdo de más calado y profundidad con el que dar viabilidad al pago de la deuda helena.
Tras el acuerdo del viernes, se abre un nuevo período de nuevas incertidumbres puesto que Grecia debe presentar una lista de medidas, incluidas reformas estructurales, que sea del agrado de la troika (Comisión Europea, BCE y FMI) y que logre también la aprobación de los parlamentos de algunos países europeos como el alemán, de conocida exigencia en cuanto a las ayudas a Grecia. Aun así, las bases para un acuerdo, aunque por el momento provisional, despejan las dudas más inmediatas de los inversores, que han regresado a las compras. La primera respuesta ya la dio Wall Street el pasado viernes, con alzas que no llegaron al 1% pero permitieron al Standard & Poor’s cerrar en un nuevo máximo histórico. En esa cota cotizan también el Dax alemán y el Ftse londinense, mientras el conjunto de Bolsas europeas acumula una ganancia en lo que va de año que supera los dos dígitos, capaz de dejar en segundo plano las dudas sobre Grecia, bajo el abrigo de las compras masivas de deuda del BCE que comenzarán ya la próxima semana.
El respiro dado por Grecia ha permitido al Ibex alcanzar los 11.000 puntos, una cota en la que no cotizaba desde el pasado mes de septiembre, si bien no ha logrado mantenerla al cierre. Ha finalizado la jornada en los 10.990,10 puntos, tras un alza del 1,02%, en línea con el resto de Bolsas europeas. La primera reacción alcista a la reunión del viernes del Eurogrupo, y después de toda la tensión acumulada durante la pasada semana, era razonable, aunque los inversores no se hayan entregado completamente a la euforia por un acuerdo con Grecia. “Aunque un acuerdo es positivo para la zona euro y aleja las incertidumbres en el corto plazo, el riesgo de implementación del acuerdo se mantiene bastante alto”, reconocen desde Barclays, donde siguen apunta que “a partir de ahora, la atención estará puesta en los acontecimientos políticos de otros países de la periferia europea como España, donde Podemos gana fuerza en las encuestas”. De hecho, los analistas apuntan a ese riesgo político como uno de los factores que están dejando al Ibex descolgado frente al impulso de sus vecinos europeos. Y un elemento que también pesa en la dificultad para rebasar los 11.000 puntos.
El Dax alemán, en cambio, no parece encontrar obstáculos en su avance, impulsado de forma preferente por el plan de compras masivas de deuda soberana del BCE, que está depreciando al euro y, con ello, catapultando en Bolsa a los grandes grupos exportadores germanos. El principal indicador de la Bolsa de Fráncfort sigue pulverizando récord y hoy se coloca con holgura sobre los 11.000 puntos, superando incluso los 11.100. El Dax apenas se resintió de la publicación del dato de confianza empresarial del Instituto Ifo, que fue peor de lo esperado aunque el indicador volvió a subir en febrero, hasta máximos del pasado mes de julio
La confianza en un acuerdo sólido entre Grecia y sus socios del Eurogrupo se ha dejado notar en la renta fija aún con más fuerza que en la variable. “En el corto plazo, la aceptación de las propuestas del gobierno griego como una base para las negociaciones de las próximas semanas concederá probablemente un alivio a la deuda soberana griega”, sostiene Nomura, sin olvidar que el acuerdo puede eliminar también las limitaciones que ahora rigen para la financiación de la banca helena con el BCE
En un día en que la Bolsa griega ha cerrado por festivo, el bono heleno a tres años ha desinflado su rentabilidad del 16,6% del viernes al 15,1% y en el plazo de diez años, el rendimiento ha caído del 9,9% al 9,27%. El aumento de precio, que se mueven a la inversa de las rentabilidades, se ha contagiado al resto de la periferia europea. La prima de riesgo española ha vuelto a aproximarse a los 100 puntos básicos, al caer a los 105, mientras que el bono portugués a diez años renueva mínimos históricos en el 2,14%, tras el repunte de las jornadas pasadas.